La universidad venezolana (2)

Las relaciones entre gobierno y universidades han sido históricamente incomodas, con sus alti bajos, ha sido una historia caracterizada por confrontaciones y diferencias propios de la naturaleza de la universidad como centro de la intelectualidad y del pensamiento crítico, y aunque en los últimos años estas confrontaciones han girado mas al tema administrativo-presupuestario, lo cierto es que en la mayoría de los países del mundo las universidades se convierten en generadoras de debates y de resistencia a los gobiernos hostiles, y propulsoras de los cambios y transformaciones.

Las universidades son un ente fundamentalmente político. Las universidades no son solamente espacios para el adiestramiento y formación de los profesionales que requiere la nación. En las universidades se debe y en efecto se ha cuestionado el funcionamiento del resto de la sociedad. Las universidades reflejan a la sociedad a la que pertenecen. Ni siquiera las universidades privadas han podido están exentas del debate político. La educación cumple la tarea fundamental de reproducir o transformar la sociedad, según sea el caso. Todos los gobiernos desean no ser cuestionados por los universitarios, pero las universidades por su misma condición de generadora del pensamiento crítico no pueden ni deben estar sujetas a un gobierno, por más afinidad que este represente con sus ideales. Los universitarios no pueden estar adoctrinados. Los universitarios son intelectualmente rebeldes por antonomasia.

La política universitaria en Venezuela tiene como antecedente la Universidad Colonial, pero surge más concretamente a partir de la reforma de 1827, donde por primera vez se presentan la necesidad de la autonomía, no solamente de carácter cognitivo sino también en lo económico. Luego transcurriríamos una etapa en la relación gobierno-universidades caracterizadas por la confrontación y la indiferencia. Hasta 1958 el tema de la autonomía universitaria no fue respetado ni en la ley ni en los hechos.

A finales del siglo XIX la universidad venezolana va ser penetrada por el pensamiento positivista propio de la ciencia experimental. Junto a la carrera de derecho surgirá la carrera de medicina y además de la Universidad de Caracas se abrirán la universidad de Los Andes y del Zulia. Desde la independencia hasta 1958 la educación universitaria estará caracterizada por ser una educación elitesca, para las minorías que podían vivir en las grandes ciudades y sufragar los gastos correspondientes. Cada vez que los gobiernos consideraron como incómodas y focos de rebeldías a las universidades éstas fueron cerradas, sin que se produjeran grandes reacciones, así sucedió desde Páez, los Monagas, Guzmán Blanco, durante el gomecismo y la dictadura de Pérez Jiménez. A pesar de algunos reglamentos que pretendieron democratizar a las universidades, como el de 1946, que autorizaba el co gobierno estudiantil, lo cierto es que en la práctica esto no funcionó y las autoridades universitarias eran designadas por los gobiernos unilateralmente.

Sin embargo, como lo hemos señalado, las universidades no son solamente un reflejo de los gobiernos, el pensamiento y la crítica, así como el agua se permea y filtra por cualquier lado y durante todos estos gobiernos surgieron en el seno de las universidades movimientos de resistencia a los gobiernos dictatoriales y se nutrieron de teorías y corrientes políticas para poder ofrecer un cambio en la sociedad. La llamada generación del 28 no fue ni la primera ni la última de este tipo de pensamiento protestatario, que se nutrían de un pensamiento plural que iba desde la social democracia, pasando por el social cristianismo y el marxismo. Corrientes contradictorias pero todas críticas al modelo societal existente. A pesar de las férreas dictaduras vemos surgir un pensamiento humanista y protestatario en las universidades. De allí surgieron las nuevas generaciones y lideres que irían a ser los protagonistas durante 70 años del siglo XIX. Continuará…


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Pedro Rodríguez Rojas

Sociólogo e historiador (UCV). Magister en Historia Económica (UCV). Maestría en Tecnología Educativa (UNESR). Doctorado en Ciencias Económicas y Sociales. (UCV). Doctorado en Historia (UCV). Ha sido docente de Pre y Postrado en la UCLA, UNA, UPEL. Actualmente de la UNESR en la categoría de Titular. Ha sido investigador del Centro de Historia para la América Latina y el Caribe, OEA, CELARG, Congreso de la República, Centro OPEP, entre otros. Ha sido Asistente de Investigación de los Doctores Ramón J. Velásquez, Federico Brito Figueroa, Héctor Malavé Mata y D.F. Maza Zavala, entre otros. Ex-Director de Postrado de la Universidad Simón Rodríguez-.Barquisimeto. Ex Coordinador del postgrado en Gerencia Cultural. Coordinador del doctorado de educación UNESR. Coordinador de la Línea de Investigación Filosofía y Sociopolítica de la Educación del Doctorado en Ciencias de la Educación. Presidente de la Asociación Civil Museo Histórico Lisandro Alvarado 2002-2010. El Tocuyo. Miembro fundador de la comisión de recursos hídricos de El Estado Lara .Asesor de la Misión Sucre y Aldea Universitaria de Morán. Vocero asesor de consejo comunal Los tres brazos y San Pedro. Entre los reconocimientos recibidos podemos mencionar: Premio Regional (Lara) sobre la obra de Andrés Eloy Blanco (1996). Premio Estimulo al Investigador UNESR, mayor productividad Científica del Núcleo Barquisimeto desde 1997 hasta la actualidad. Investigador ONCIT PEI Nivel. C. Premio CONABA. Premio Ensayo Histórico: Federico Brito Figueroa, Aragua 2001. Premio Ensayo Antonio Arráez: 450 años de la fundación de Barquisimeto, .2002. Premio Ensayo Educativo, Universidad de Oriente, 2004, Premio Primer Concurso Historia de Barrio Adentro del Ministerio de la Cultura, 2009. Premio sobre Legado de Chávez, Maturín, (2013). Premio Literario Rafael María Baralt, Maracaibo (2014). Más de sesenta publicaciones entre libros y artículos en revistas arbitradas a nivel nacional e internacional sobre ciencias sociales y filosofía. Es articulista en varios periódicos a nivel nacional. Coordinador de la Revista de filosofía de la educación TERÊ. Entre sus libros podemos mencionar: Juan Pablo Pérez Alfonzo, La economía venezolana, La Universidad frente a la globalización y la posmodernidad, Pensar América latina, América latina en la globalización, Educación para el Siglo XXI y La Ética Socialista. Junto a Janette García Yépez ha escrito varios libros sobre la historia de El Tocuyo, a saber: Personalidades tocuyanas, La cultura tocuyana, La cañicultura en El Tocuyo, El café y los resguardos indígenas en Morán, Crónicas tocuyanas, El Rio Tocuyo, la educación secundaria en El Tocuyo, La vida cotidiana en El Tocuyo, Memoria fotográfica de El Tocuyo, La Personalidad Intima de Lisandro Alvarado y Cultura y Tradiciones Tocuyanas.

 pedrorodriguezrojas@gmail.com

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