Quinto malo

Tu amor es un periódico gratuito…

Por parafrasear a Héctor Lavoe en su famosa canción “Periódico de ayer”, podrían surgir algunas reflexiones acerca del periódico gratuito. Especialmente porque ambos ejemplos de periódicos coinciden en ser algo que “nadie más procura ya leer”.

“El público desconfía de un impreso que no cuesta nada”, dice Antonio Gramsci, en una de sus reflexiones sobre el periodismo, escrita en la cárcel y ahora recopilados en sus Cuadernos.

Militante revolucionario, Gamsci confiere toda su atención “como elemento fundamental del éxito de un periódico” al ideológico, es decir al hecho de que “satisfaga o no determinadas necesidades intelectuales, políticas”, aunque él mismo indica a renglón seguido que “sería un gran error creer que éste sea el único elemento”.

Es decir que, para un mismo artículo de opinión, el compañero, intelectual orgánico, Antonio Gramsci, aporta tres ideas seguiditas, todas alusivas al periodismo en tiempos de revolución. Una, la desconfianza del lector ante un medio que recibió sin costo alguno. Otra es la alusiva al asunto ideológico como prioritario. Y, la tercera, la que nos obliga a pensar en otros elementos que deben acompañar al periodismo en manos de intelectuales orgánicos del proletariado.

En realidad recuerdo, desde mi temprana militancia revolucionaria, la tarea del periodismo como una tarea insustituible. También mi memoria guarda en ese historial, que jamás llegamos a regalar un periódico. Se solía establecer una tarifa y, sobre la misma se solicitaban colaboraciones diversas a nuestros lectores.

Más acá, en tiempos de la Revolución Bolivariana y el ejercicio de Gobierno al lado del Comandante Chávez como Presidente de la República, he tenido la honrosa oportunidad de estar (con equipos, obvio) en la “construcción” de tres medios impresos. Uno es el semanario de las culturas en Venezuela, que se llamó originalmente Todosadentro y, diez años después, ahora asume el sustantivo genérico femenino Todasadentro. Dos, el Correo del Orinoco, brillante iniciativa del Comandante Chávez para revivir al medio que creara el Libertador Simón Bolívar en 1818. Y tres, Desde la izquierada, uno de los primeros medios impresos del PSUV.

El primero y el último de estos medios impresos, fueron concebidos para su distribución gratuita. En el caso del Correo del Orinoco –ya cuestionando la gratuidad de estos medios revolucionarios- se le colocó un precio de venta, bastante bajo como inversión, si lo comparamos con cualquier otro medio en el país. Todasadentro, también asumió una corta etapa en la que se vendía la edición semanal, la cual fracasó por otro tema (el de la distribución, la cual se debe abordar críticamente desde el Estado).

La revisión del tema de la gratuidad o casi gratuidad (en el caso del Correo del Orinoco) de nuestros medios, como una forma de “llegar a mayor cantidad de personas”, desestimaba una apreciación generalizada que repite que “lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta” o que “si regalado, malo”.

Con esta nota, apenas introducimos al asunto para el debate público. Aquí va aparejado con otros dos relacionados. Nuestra primera conclusión coincide con lo pranteado por el comunista italiano, citado antes y quien, en otro lugar de su escrito en prisión, nos indica que “Dar gratis o a un bajo costo no siempre es una buena especulación, como tampoco lo es hacer pagar demasiado caro… Eso por lo menos en lo que a política se refiere”.

En tiempos de debates sobre economía cultural y productividad en Revolución, estos ejemplos deben ser revisados con mayor profundidad y tomar decisiones.



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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