Nixon: ¿es mucho para ti, hermano?

Estimado Nixon Moreno:

Por medio de la presente un día como hoy, martes 13, cuando dicen que se transmutan y exorcizan todas las cosas y por ello, algunos creen equivocadamente es de mala suerte, te escribo para comentarte mi impresión cuando te vi el domingo pasado en Globovisión siendo entrevistado desde la “clandestinidad” por Nitu Pérez Osuna, colega, a quien conozco sólo por referencia familiar.

Quienes tuvimos la experiencia de ser dirigentes estudiantiles de izquierda en década pasadas nos hubiera sorprendido vernos a nosotros mismos salir en las pantallas de las grandes cadenas televisivas en entrevistas de primera plana, mucho menos ser defendidos por la gran prensa nacional, cuando sólo por marchar en las calles éramos estigmatizados por revoltosos e irresponsables y los perdigones y las balas nos llovían a diestra y siniestra. Tengo entendido que en tu caso, las cosas se invirtieron, y fueron los policías los que recibieron fuego parejo y no precisamente de perdigones.

En aquella época, compatriota, jamás se nos hubiera ocurrido defender el status quo y mucho menos poner cara de inocentes cuando en la mayoría de los casos los dirigentes estudiantiles de aquella época asumíamos nuestra responsabilidad. Allí tenemos el caso emblemático de Jorge Rodríguez. Tampoco nos atreveríamos a retar el gobernante de turno, como tú lo hiciste, sin contar con banderas de luchas concretas y no palabras vacías como la tan manoseada libertad que tú mencionaste. Cuando Nitu en su afán de ayudarte en tu discurso te preguntó si estabas de acuerdo con la eliminación de la Prueba de Aptitud Académica, bandera de lucha estudiantil de toda la vida y que ahora el Gobierno apoya, tú balbuceaste un tímido sí y cambiaste de tema rápidamente como si las verdaderas banderas quemaran.

En realidad no te pude ver todo el tiempo. Iba y venía, pues estaba en la computadora y te escuchaba desde otra habitación. Cuando me acerqué al televisor para compartir con mis padres, quienes sí creen en ti para tu inmensa responsabilidad, vi cuando escasamente, en una rápida frase como quien no quiere la cosa, te referiste críticamente a la IV República ante lo cual tu entrevistadora no pudo disimular su desagrado y sorpresa por tal transgresión.

Luego cuando tocaste el tema internacional, en realidad sentí pena ajena. Tus palabras salían inconexas como cuando alguien sólo repite y no tiene ideas propias. Daba tristeza ver a alguien que pretende erigirse ya no sólo como dirigente estudiantil, sino nacional, criticar nuestra salida de la Comunidad Andina de Nacional, sin ni siquiera mencionar los tratados de libre comercio como factores de desintegración del área y tildar de imperialista a la colaboración venezolano-cubana, como si gracias a esa ayuda no hubiera millones de personas beneficiadas por la Misión Robinson, Misión Rivas, Misión Sucre, Barrio Adentro I y II, los Centros de Diagnósticos Integrales y la Misión Milagro por sólo citar algunos de los frutos de ese imperialismo violento y brutal que Cuba ejerce contra nosotros.

Y la crítica a las verdaderas muestras de agresión imperial estadounidense, como es su presencia militar cercana a nuestras costas o la guerra de Irak, bien gracias. Brilló por su ausencia. En realidad te invito a que seas más honesto, por favor, no digas que eres de izquierda, reconoce como tus compañeros de lucha, que eres un joven de derecha y nada más. Eso también es digno si se hace con convicción.

Te puedo decir que, ya sea por tu tono andino que me es muy familiar o porque donde estabas te sentías en tu propia casa, me caíste mejor que en aquellas fotos donde te vi vanagloriándote con el casco, puesto en tu cabeza como un trofeo, de tu presa herida de muerte. Te asesoraron muy bien. Te centraste en la supuesta falsedad de la agresión contra la distinguida que te denunció y no aclaraste, al menos no lo escuché, la atrocidad cometida contra el funcionario policial quien hasta lo último que supe, se debatía entre la vida y la muerte.

Nixon, llevas el nombre de un presidente que tuvo que dimitir precisamente por sus falsedades. No sigas sus pasos, que todavía tienes una vida por delante. Ella podría peligrar por los “sabuesos” del imperio y no precisamente por los de Cuba como tú los calificaste, en un lenguaje anticomunista demodé para un joven universitario como tú.

Qué lastima que tu vocabulario coincida con la jerga reaccionaria de la derecha de toda la vida, de quienes jamás levantaron su voz para denunciar los crímenes de los gobiernos de AD y Copei, de las dictaduras del Cono Sur, de la agresión estadounidense contra Centroamérica, de la invasión contra Grenada y Panamá. Qué más te puedo decir. Ah! Quizá no lo sabes. Hay una isla en el Caribe que tiene un bloqueo económico de 45 años por la potencia más poderosa de la tierra y cuyo único recurso natural es su pueblo. Sus tropas jamás invadieron país alguno. Por el contrario, gracias a ellas, pueblos como el africano salieron de oprobiosos sistemas como el apartheid. Y hoy miles de latinoamericanos ven la luz por primera vez. ¿Es mucho para ti, hermano?

mailto:ccl8@hotmail.com


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Carmen Cecilia Lara

Profesora de comunicación social de la UBV

 sathya954@yahoo.com

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