Hoy sólo, nos queda más que escribir y decirle al mundo, que aún, respiramos, que estamos vivos, que somos y seremos siempre como ella y como él, su mentor, su mano izquierda poderosa firmó un decreto histórico el 18 de julio de año 2003. Lo que marcó la concreción de una idea, un sueño de tantos y muchos que corrimos por las calles, caminos y veredas, atravesando senderos, escabrosos a veces, pero, asumiendo el compromiso con hidalguía. Tantos gritos y palabras, voces y cantos, anhelos y protestas, realizadas; para que nacieras. Al son de cantos y revoloteos de Guacamayas, rugidos de montañas, suspiros de mar y con olor a mastranto, emergió la UBV. Aire fresco y tempestades, pero, al son de las boinas azules brillo el sol, bajaron los cerros, no se justificó más la capucha y el tropel de la protesta, al compas de nuestros sueños nació la esperanza de la Universidad necesaria. Tantos recuerdos, alegrías y tristezas, asediados y asesinados quedaron muchos, por el solo tener la mochila de sueños terciada al hombro, con la aspiración de que las luces se conectaran con la realidad de nuestro pueblo.
Aquella mujer a las que todos intentaban manosear, debía de pintarse de negro, indio, mulato y mestizo, no podría ser de otra manera, lo dijo el barbudo un día y también lo asentó Huguito "…educación en todas partes y en todos momentos". Un fenómeno o simplemente un hecho nacido en y para la Revolución bolivariana; aunque han querido entramparla con aretes y moños sueltos, hoy yace en su lecho, esperando las cuatro velas para seguir viviendo y alumbrando caminos.
Un día como hoy, 3:00 de la tarde, nació la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), "… (…) será como el faro que ilumine a todas las misiones creadas y por crearse", así lo dijo Hugo Chávez, con su voz airosa y fuerte, tal vez, apaciguado por la emoción e interiorización de lo que significaba este hecho histórico.
Hasta siempre Comandante Eterno, de seguro estarás esperándonos a esa muchachada que caminó contigo por este sueño, la Universidad posible: UBV, la que se debe al pueblo y no a las paredes de un recinto. Y, ¿Cómo entender este proyecto?, sencillo, en aquel lugar donde exista una persona con su cuaderno y lápiz, bajo la mirada y luz incandescente de un maestro y un libro, asentando y reafirmando la lucha de los pueblos contra el Capitalismo, en cartón o pizarra, tiza y marcador y bajo la sombra de árbol, que se salva de la quema o depravación del sistema neoliberal, en ese lugar y momento está nuestra UBV.
Hoy más que nunca, que nadie se equivoque y se llame a engaños, somos patria y ubevistas por siempre.
Para ti, bella y hermosa dama, en tu aniversario y nuestro afán por hacerla bonita.
UBV, 14 años no es poca cosa.