Hace cincuenta años cuando se fundó CLACSO, resultaba difícil imaginar la importancia que tendría nuestra institución en la región, no sólo en el plano académico sino como referente para quienes pensamos a Latinoamérica y el Caribe como un territorio de independencia económica y cultural, integración, inclusión y a la vanguardia de los debates y propuestas que permitan abordar la crisis civilizatoria del nuevo milenio. Hoy CLACSO es un referente para las Ciencias Sociales en el mundo y eso, se lo debemos a generaciones de investigadoras e investigadores que han trabajado para ello; debemos sentirnos muy orgullosos de nuestras raíces plurales que hicieron posible la construcción, en la realidad, de un sueño colectivo.
Las ciencias sociales no son una moda, ni un nicho de sectores académicos, sino un factor clave en los procesos de toma de decisiones, llamadas a permear la gestión de los asuntos públicos, aún cuando hoy día lo haga con timidez. Ante la realidad actual llena de desafíos que permitan resguardar a la humanidad, llegó la hora de convertir el esfuerzo de miles de científicas y científicos sociales del continente Latinoamericano y Caribeño y de otros que se han venido sumando, en la fuente inagotable de ideas y conocimientos para la construcción de un destino de justicia social, bienestar colectivo y progreso para los habitantes de este hermoso y muchas veces sometido territorio nuestroamericano. En ese sentido, se hace impostergable allanar los caminos para que los procesos y las dinámicas, que se generan a partir de logros tan importantes como la Red de Postgrados o los GT CLACSO, se conviertan en un referente sustantivo para la incidencia política y la toma de decisiones gubernamentales; en consecuencia debemos elevar nuestra capacidad de interacción, de mediación Política -con "P• mayúscula- con el mundo de los decisores. Ello no implica desconocer la disputa ideológica presente hoy en nuestras sociedades, se trata de escuchar, proponer y trabajar en diálogo permanente con los gobiernos, desde nuestros referentes, para contribuir a alcanzar mayores niveles de inclusión y justicia social en la región. En consecuencia las Ciencias Sociales tienen el desafío de allanar el camino de la viabilidad política para las propuestas resultantes de la investigación social; CLACSO es una de las pocas instituciones en la región que está en la capacidad de hacerlo. Convirtamos esta fortaleza en voluntad de transformación.
Esta posibilidad adquiere una especial relevancia, dadas las profundas modificaciones que el neoliberalismo impulsa en el marco de la cuarta revolución industrial. La seguridad social, el mundo del trabajo, los sistemas escolares y de salud, están en la primera ola de choque que amenaza a retrotraernos en materia de seguridad jurídica a los albores de la segunda revolución industrial. La crisis civilizatoria que implica la posibilidad de extensión de la jornada laboral en la región a doce horas diarias y más de doscientas mensuales, son solo la punta del iceberg del ataque a la seguridad social de las y los trabajadores, los derechos a la educación, salud y la vida misma, presentados de manera "amigable" con el discurso de la singularidad tecnológica. CLACSO tendrá que jugar un papel estelar en los próximos años, en la construcción de narrativas y políticas que permitan la apropiación positiva del desarrollo tecnológico y la innovación que generará esta cuarta revolución industrial, sin descuidar con ello el análisis, explicación y contribución a la articulación de las resistencias ante nuevas formas de explotación, dominación y pérdida de derechos fundamentales, así como también de las luchas contra todas las opresiones y la invisibilización de las identidades históricamente postergadas como las mujeres, los pueblos originarios, las y los afrodescendientes, entre otros.
El crecimiento exponencial de las actividades de CLACSO en los últimos años abre posibilidades reales para este trabajo, pero nos presenta nuevos desafíos al interior de la institución. Contar hoy en día con más de seiscientos centros de investigación y más de cien Grupos de Trabajo (GT), obliga –de cara a los próximos años- a revisar el modelo de gestión institucional, tomando en cuenta que tratar de redimensionarnos y adaptarnos al salto organizacional que hemos dado, no es un cuestionamiento a estilos ni modelos de gestión alguno. Se trata de insistir como ya otros y otras lo han hecho, en el alcance de mayores niveles de democratización en la configuración, desarrollo y acceso de la agenda de CLACSO en la región, de allí la absoluta sintonía en las propuestas que se han asomado en el seno del CD, para la construcción de una institución horizontal, con métodos abiertos a partir de los cuales puedan incorporarse a todos en la toma de decisiones fundamentales, tanto del Comité Directivo como de la Secretaría Ejecutiva. Precisamente el desarrollo tecnológico y el uso de la plataforma virtual actual de la institución, hacen que sea posible pensar en un mayor protagonismo de todos los centros miembros, en la orientación y destino de CLACSO para los próximos años. Atrevámonos a modelar desde nuestras dinámicas la sociedad que soñamos.
Desde esta perspectiva, la democratización de CLACSO pasa por pensar e impulsar una nueva y funcional estructura de funcionamiento, que descentralice y desconcentre algunas de las funciones y tareas que hoy asumen los órganos directivos. Como idea y necesidad sentida, planteamos la importancia de desarrollar algunas propuestas que cristalicen y hagan operativas las ideas que se han compartido sobre la territorialización de algunas de las dinámicas internas de gestión, lo que implicaría la modificación estatutaria que haga posible la creación de tres subsecretarias operativas, integradas al comité directivo: una en el Caribe, otra al norte y centro del continente y una tercera en algún otro país del sur. Esto tendría la ventaja de concentrar a la Secretaria Ejecutiva en el trabajo estratégico de articulación regional y mundial y posibilitaría una gestión más eficiente de los recursos conforme a la expansión que hemos vivido en los últimos años.
Por otra parte CLACSO está llamado a profundizar su capacidad de relacionamiento con los órganos nacionales y multilaterales para tener mayor capacidad de incidencia en las decisiones que toma la llamada "gobernanza" nacional, regional y mundial en la era de la globalización económica y la mundialización cultural. Al entender la investigación social como el camino para la construcción de conocimiento crítico en temas de particular relevancia social para la región, es urgente construir juntos un marco común de propuestas para enfilarnos en un plan de acción que nos inste a dialogar y presentar a los gobiernos de la región, las aspiraciones más sentidas en materia de políticas sociales expuestas en diferentes momentos por parte de las y los investigadores sociales de CLACSO, en permanente e imprescindible dialogo con los movimientos sociales. En este marco, particularmente se hace relevante el desarrollo de acciones que nos permitan analizar e incidir en las políticas en desarrollo relacionadas con el mundo del trabajo, dada la eminente agenda de precarización del mundo laboral, en especial la de los jóvenes, tal como lo alertan los diferentes informes que al respecto se han venido divulgando.
En consonancia, se hace relevante e imprescindible revisar y retomar con fuerza nuestra relación con UNESCO, UNICEF, PNUD, PNUMA, UNRISD, entre otras, ruta que nos puede permitir avanzar en la construcción de un Plan estratégico político-financiero que posibilite la capacidad de incidir en las agendas de discusión de interés para los Centros, así como de diversificar las fuentes y mecanismos de financiamiento de nuestra institución. Desde esta perspectiva y tomando en cuenta que el futuro de un CLACSO que ha crecido exponencialmente está asociado a nuestra capacidad de acceder a distintas fuentes de financiamiento que hagan sustentable esta expansión, se hace necesario cristalizar las propuestas para la transparencia y la gestión horizontal de los recursos, aspectos que deben convertirse en un tema clave en el modelo organizacional de CLACSO para los próximos años, lo que a su vez sentaría precedente como ejemplo para instituciones no solo académicas-investigativas, sino de orden gubernamental y social.
En la era de la imagen y las narrativas emergentes, es urgente elaborar un programa que permita el encuentro creciente, entre las distintas generaciones de investigadoras e investigadores sociales, pero fundamentalmente trazar el camino para hacer de CLACSO una institución atractiva para las y los jóvenes investigadores. El bono demográfico que vive la región requiere expresarse en mayores capacidades institucionales para entender las necesidades, expectativas y sueños de los más chicos y eso pasa ineludiblemente por una ofensiva institucional que permita atraer a quienes recién se incorporan a la academia y la investigación social. Dentro de esta perspectiva, se hace necesario sumar la mirada feminista, el protagonismo conceptual y organizacional de las mujeres resulta fundamental, junto a una renovada capacidad de interlocución con la diversidad cultural, los movimientos sociales y los procesos migratorios internos, entre otros, sobre los cuales ya CLACSO ha iniciado un tránsito.
Se suma a los anteriores retos, la relevancia de convocar a todos los centros miembros para construir juntos una orientación más ampliada de la política editorial que es la cara más visible de CLACSO y que hoy denota un hermoso acumulado de logros que deben ser fortalecidos con nuevas experticias que den cuenta de los desafíos del libro impreso en la era digital, en el mundo de la imagen y las narrativas breves, así como los retos de seguir impulsando la política de acceso abierto de toda la creación intelectual que se desarrolla en los centros y grupos de trabajo, abriendo la misma a la creación de políticas que nos permitan adentrarnos operativamente, en dar también acceso a los datos de nuestras investigaciones, así como a plantearnos modelos de investigación abierta tan necesarios en nuestros días.
Finalmente debo señalar, que animado por centros CLACSO de varios países, he puesto mi nombre a disposición, para aspirar a la Secretaria Ejecutiva de la institución en la elección que tendremos en 2018. Por ello, estas ideas son un primer aporte, sistematizado a partir del dialogo con mis colegas, texto que estoy seguro será enriquecido en el diálogo que sostendré, durante los próximos meses con integrantes de los distintos centros miembros.
No soy el candidato de la Secretaría Ejecutiva y eso es bueno. Soy un investigador que hace de la divergencia una virtud y por lo tanto valoro, entiendo y estimulo la disidencia como el arte de buscar caminos alternativos que nos permitan crecer. Más que el candidato de una persona o un sector me veo como un investigador que quiere construir con todas y todos ideas y propuestas que potencien la razón de estar y seguir creciendo juntos. Para mi, todos los equipos y las figuras que han dirigido a CLACSO a través del tiempo han hecho posible el éxito institucional que somos hoy, por ello, quiero trabajar con todos y todas, respetando sus diferencias y aproximaciones, dejando claro que mi interés es garantizar la unidad dialéctica de la familia CLACSO, unidad que garantiza mantener el horizonte necesario para consolidarnos como una red de pensamiento crítico mundial con capacidad de incidencia política. Les pido que me acompañen en este esfuerzo.