Capitalismo salvaje en democracia representativa pitiyanqui vs Socialismo Bolivariano Siglo XXI. Sábado 7 de Abril 2018, el Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela estableció récord mundial. Agrupó en El Poliedro de Caracas 10 mil 701 músicos, cantando maravillosas selecciones de la música universal. “Felicitaciones muchachos y muchachas”, les dijo el Presidente Nicolás Maduro, quien presidió el evento con motivo de haber llegado al niño un millón, que ingresa al sistema musical venezolano de prestigio ejemplar en 40 años de historia desde nuestra nación, y con proyección internacional evidente en los 2 últimos quinquenios bolivarianos.
El mismo sábado, pero en el Estado Libre Asociado de EE UU, Puerto Rico, docentes rechazaron el cierre de 283 instituciones educativas públicas, un anuncio del gobernador Ricardo Rosselló, que afecta a 60.000 alumnos, y despide maestros interinos, que llevan muchos años en la educación sin recibir la permanencia o titularidad de sus cargos. Cierran escuelas en sectores rurales de la isla boricua, donde reside la población más humilde, por ahorrarle al gobierno de Washington del que dependen, unos 14 millones de dólares del presupuesto. Quedan eliminadas en Puerto Rico ocho mil plazas de trabajo, con el fin de establecer las llamadas “escuelas modelo chárter”, bajo administración privada.
En el socialismo Siglo XXI ha creado en forma masiva “Simoncitos” de educación inicial y municipalización de la Educación Superior, con decenas de Universidades que sin embargo resultan en la propaganda internacional contra nuestra democracia, medidas de una “dictadura”. Tremenda diferencia con Puerto Rico, víctima de calamidades de la naturaleza, a quienes Donald Trump fue a lanzarles rollos de papel toillete como ayuda porque la isla quedó arrasada por un Tifón. Un premio capitalista en Puerto Rico es privatizar la enseñanza, cierran 283 sedes escolares gratuitas, decisión del capitalismo salvaje demócrata representativo, cruel, despreciativo y disimulócrata. Juzgue usted el contraste, y lo que hay detrás de la desesperanza permanente sembrada por la oposición contrarrevolucionaria.
