Con una oreja histórica en el corazón

La frase es el alma del pensamiento;

con la frase se hiere y hasta se mata.

Durante largo tiempo se recuerda y se repite.

Hay una cosa que no existe: el olvido

Luis Beltrán Prieto Figueroa

Se ha dicho que el maestro que enseña, no sólo aprende un montón de cosas nuevas, sino que deja una huella, para la eternidad, en los espíritus que moldea. Una pisada cabalga sobre lo colectivo del tiempo. Una huella de hábitos, de saberes. Rastros de confianzas y sueños, también de pálpitos y algunas dudas. Una herencia de saberes, prácticas, conocimientos y teorías se hacen parte del ser humano y de la sociedad en la construcción de la vida cotidiana de quienes siguen siendo aprendices permanentes, estudiantes eternos y discípulos de todos los tiempos.

Los aprendizajes se tornan en herencia habitual. La clase toma por asalto la existencia. Evocar a un maestro o a una maestra es un volver sobre lo soñado; es un estar con lo siempre amado. Es recordar el futuro. Las hojas del libro que una vez transitamos deambulan por la memoria de viejos saberes y liberadores aprendizajes. Algo de la maestra o del maestro traza el rostro cambiante de los años. La memoria del docente es siempre un futuro expectante, una espiritualidad atenta. Un colectivo creador diseña el alma variable de lo que siempre han sido: amantes del saber.

Los logros toman la palabra. Un tiempo entre el 2020 al 2030 comprometen una gestión de tiempos nuevos, orientándola hacia la liberación, la paz y la justicia. La República en tanto Estado democrático social y de Derecho y justicia tiene el compromiso histórico de seguir garantizado en décadas sucesivas, años de trabajo constantes y consecutivo, una educación pública, gratuita y obligatoria. Un derecho consagrado en la Carta Magna de 1999. La Revolución Bolivariana tiene que apostar irrenunciablemente a los Poderes Creadores del Pueblo.

Los preceptos constitucionales se hacen práctica social fecunda y de compromiso histórico. 22, 2 por ciento del presupuesto anual del año 2018 de la nación estuvo destinado a la educación pública. De un total del presupuesto de la nación del año 2018, estimado en 36 billones 102 mil 59 millones de bolívares; 8,12 billones de bolívares fueron destinados a la educación básica. Una inversión social se acerca a la esperanza y crea condiciones objetivas de realización socio-cultural. Una posibilidad de triunfo compartido tiene nombre de Patria. Quizás la educación ya no es la cenicienta de entonces. Un ápice de respeto aparece en el reflejo del agua.

El alma social de un pueblo y el ser cotidiano de venezolanas y venezolanos, se dignificaron cuando del presupuesto total de la nación del año 2018 se destinó un porcentaje histórico de ineludible opción preferencial por los pobres: más del 72 por ciento del presupuesto total de la República fue destinado a la inversión social. Ello se expresa en una cantidad de 26,1 billones de bolívares. El capital ha cobrado un sentido distinto. El pueblo siente menos soledad y abandono. Pero este asunto todavía no está definitivamente resuelto. Transformación educativa o nada. Educación socialista o nada. Revolución educativa o nada. Logros, alcances, pero no estamos conformes.

Los estudiantes se hacen el alma del maestro o de la maestra. Educar siempre tiene que ser un acto subversivo. Por ello las educadoras y los educadores son los seres más hermosamente peligrosos contra las injusticias y los malos hábitos. Las maestras son el alma misma de la tarde y los maestros son los poetas más pequeños de la tierra. En el corazón de los y las docentes, los alumnos son conucos de la sabiduría; tierra fértil para cultivar justicias y perspectivas; cosecha de virtudes, frutos de realizaciones. Un reguero de sueños se teje en las aulas de clases y el timbre parece el corazón de una maestra. Maestro, guía espiritual de la alegría; pequeña caja de amor. Maestra, maestro, sabios del tiempo; filósofos de las cosas eternas. Hoy 15 de enero de 2019, queremos decirte algo sencillo: Al Maestro con cariño.



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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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