En estos primeros días del mes de diciembre, hemos observado con una especie de “expectativa moderada” , sobre una importantísima información presidencial, que indica su autorización para la creación de dos nueva universidades, a una le van a llamar La universidad de la Comunicación y la otra es La Universidad Teológica Evangélica de Venezuela…y viene la gran pregunta estratégica: ¿es necesario seguir creando nuevas universidades?...si reflexionamos a partir de la base de la justicia social, cuando nacen nuevas universidades, se están potenciando mayores oportunidades de estudios para que ingresen a la educación universitaria, todas aquellas personas que han culminado el bachillerato o la educación media general, y a su vez se van ampliando las diversas disciplinas del conocimiento, aumentando el abanico de la relación instituciones - oportunidades…y desde ese punto de vista, no hay desacuerdo porque “se sigan fundando” más universidades…
El detalle gira alrededor de la pertinencia y los costos operacionales de la inmensa cantidad de universidades que en los últimos años han ido naciendo…hay algunas preguntas que salen a la superficie: ¿para que una universidad sobre la comunicación, es que no existen universidades nacionales que tienen la carrera o programas de formación de grado sobre la comunicación social?...¿porque no se actualizan y fortalecen las que ya existen?...¿no se solidifica a una burocracia universitaria?...¿ tenemos suficientes profesoras y profesores preparados para trabajar en éstas nuevas universidades?...¿se han evaluado en profundidad los programas y contenidos?
Y en el caso de una “universidad para evangélicos”, la pertinencia aparece más difusa y ambigua, desde el punto de vista ideológico, sabemos que en ésta religión, se apoyan en un dogmático pensamiento conservador y anticomunista…y desde ese aspecto, no se entiende el porqué , el Estado promueve su creación, y desde el punto de vista legal, debemos remitirnos al artículo 7 de la ley orgánica de educación, cuando señala que una de la característica de nuestro sistema educativo es defender a “una educación laica”…al expresar de manera taxativa: “El Estado mantendrá en cualquier circunstancia su carácter laico en materia educativa, preservando su independencia respecto a todas las corrientes y organismos religiosos”.
¿Qué sucedería si las demás religiones que hacen vida en el país, le solicitan al Estado, que también merecen tener cada una de ellas, su propia universidad?