El Consejo Jurídico Asesor de la ULA lo conforma el señor Marco Avilio Trejo, de los imputados por Danilo Anderson en los hechos de abril de 2002. Si solicitan las grabaciones de algunos Consejos Universitarios de la ULA (sobre todo del día 18 de junio de 2007), podrá comprobarse la calidad del asesor jurídico de este cuerpo. Encontrándose en plena investigación el allanamiento realizado en el hotel Urdaneta de Mérida (el día 15 de junio de 2007) en el que se encontraron elementos subversivos, en vísperas de la visita del Presidente a esta ciudad, el señor Avilio Trejo se permitió, en pleno Consejo Universitario, hacer juicios subjetivos sobre los elementos encontrados, en franco plan para ridiculizar y descalificar las investigaciones de la policía: “si ahí lo que había era un chopo viejo”. Por supuesto que se burló del hecho de que eso pudiera tratarse de magnicidio alguno. Igualmente dijo que el allanamiento a esta residencia se había hecho “violando el debido proceso”. Todo esto, claro, prefiguraban las acciones que pronto se pusieron en marcha para que grupos de afectos a estos perturbadores se plantaran frente a las instalaciones del Poder Judicial con pancartas y haciendo ver que “se le estaban violando los derechos humanos y la defensa, al pobre joven detenido”; también se supuso que a lo mejor “esas armas y esos elementos subversivos se los habían sembrado…”.
Añadió, así mismo Marco Avilio Trejo que no creía en el Ministerio Público desde ese abril del año 2002, y que no sólo él había opinado sobre la necesidad de que se instaurase un gobierno de transición sino también Chávez quien había abandonado el gobierno. Es de agregar igualmente que este señor es uno de los que encabeza casi todas las marchas que en Mérida se realizan contra el gobierno, sobre todo aquellas que se hacen en nombre de la defensa de la “autonomía” y de “la libertad de expresión”. Dijo ese día 18 de junio de 2007: “sigo defendiendo a la ULA y estoy defendiendo a Nixon Moreno”. Para finalizar, Marco Avilio Trejo dijo que iba a repartir en el próximo Consejo escritos míos en los que yo destrozaba muy altas honorabilidades de Mérida, entre otras, la suya.
En vísperas del golpe del 11-A, Marco Avilio Trejo, dijo: "Venezuela requiere urgentemente un gobierno de diálogo entre todos los sectores nacionales y aprobar un régimen de transición hacia un nuevo proceso de vivencia del sistema democrático... esta vía deberá ser tutelada por los organismos internacionales para lograr la mayor transparencia electoral." (Diario Frontera, 11 de Abril de 2002).
Por otro lado, el representante profesoral Francisco Brito, de la Facultad de Ciencias se molestó horriblemente con mi persona porque le llamé “señor”, por lo que añadió que ser señor era un título para él de mayor distinción o algo por el estilo. Caí en la cuenta de que debí llamarle DOCTOR porque con frecuencia el DOCTOR Brito mencionaba la palabra “meritocracia”.
Agregó el señor Brito, que en Venezuela no existe división de poderes. Al preguntarle yo por qué entonces estaba en este Consejo, y no se dedicaba a luchar fuera de este cuerpo por conseguir los ideales de una democracia a su gusto, replicó que no me iba a dar el gusto renunciando a su puesto, y que él había sido elegido, mientras que yo era puesto en mi cargo a dedo. Sin duda que Brito es de los que suponen que Chávez nunca ha ganado una elección; claro, eso sí, reconoce las que él gana y no la de los demás, por lo cual el gobierno según esta lógica no debe tener representación en el CU. Sostuvo que quien le tiene pánico a la libertad de expresión es Chávez y por eso está cerrando canales de televisión. Remató el DOCTOR Brito diciendo que el gobierno contaba con periódicos como el panfleto “Despertar”.
La decana de FACES se refirió a que en la ULA no se podía criticar al gobierno porque de inmediato le colocaban el mote de “golpista”. Le referí que lo que vivimos el 11-A y lo del Paro Petrolero (más de tres meses sin clases) no fue una ilusión ni algo que soñáramos o hubiésemos visto en una película. Que hubo “grandes científicos” (y mientras decía esto veía al DOCTOR Brito), que sostenían que ellos no darían más clases ni abrirían los laboratorios, hasta que el “loco” se fuera. Por lo que desde entonces esas bellas acciones de luchar en defensa la libertad de expresión y de la autonomía forzosamente llevan el tinte y título que merecen, y que ellos se quedarían hasta la muerte, irremediablemente, con el remoquete de “golpistas”.
Pero lo más patético fue la intervención de un decano (creo que Odontología) quien sostuvo que Chávez fue el que comenzó con la era de los golpes de Estado en Venezuela. Que además Chávez llamó “caballero” a Gouveia.
Yo alcé la mano para responder algunas de estas cuestiones, porque somos apenas dos contra 23, pero el Rector Lester dio por terminado el punto.
Debo confesar el gran desconsuelo que me produce escuchar tan fofos y endebles argumentos de todos los calibres. Sólo me voy a referir a uno de ellos, y es la cantaleta, de que así como Chávez intentó dar un golpe de estado, la oposición tiene el mismo derecho de buscar dar el suyo. Primero, la gran diferencia estriba en que Chávez no se puso a llorar como una nena ofendida para que no lo sancionasen o no lo pusiesen preso, ni mucho menos a dar alaridos para pedir ayuda a EE UU, ni a la OEA, ni a ninguna organización internacional. Por otro lado, cuando Chávez lanzó su rebelión, su popularidad se fue por los cielos y la de CAP al foso; igualmente, el 11-A, otra vez Chávez se creció en las encuestas mientras que la oposición perdió un terreno horrible que nunca más recuperó. Piensen, piensen, piensen, carajo!!!!!!!
jrodri@ula.ve