Silva a la salud y la enfermedad de la zona tórrida

Recientemente en julio de este año, pudimos conocer la declaración de profesores de las facultades de medicina e investigadores en el área social ante la implementación en Venezuela de programas no acreditados de formación de profesionales y ténicos en salud. Empezamos mal: incurren en una falta y una confesión:

* Primero: Nuestro país se llama República Bolivariana de Venezuela, por lo cual si van a consignar un documento deben nombrar a nuestro país por su verdadero nombre y no apostrofado o incompleto (Venezuela a secas)
* Segundo: los profesionales y técnicos egresados en nuestra República Bolivariana de Venezuela de las universidades tradicionales no egresan en salud sino en asistencia (atención a la enfermedad antes o prevención, durante o curación y con las consecuencias o rehabilitación). Están confesando a través del documento que no saben cuál es la diferencia entre la salud y la enfermadad.

Me parece bien que hablen y saquen a relucir su pensamiento que es el reflejo de la visión general que de los procesos de gestión de educación y de la salud y la enferemedad tienen los líderes de la educación de las carreras universitarias de la salud y la enfermedad, es ejercer la participación y la libertad de opinión. Denotan todo un sistema de desprecio que conlleva a una descalificación de los procesos implementados por el ejecutivo nacional para enfrentar la debvacle de la gestión de la salud y enfermedad en nuestro país, siendo ellos los protagonistas, creadores y perpetuadores de ese desastre.

En su primer párrafo se refieren a los programas de estudios profesionales de medicina como paralelos a las universidades nacionales, revelando que las universidades creadas por el gobierno (Universidad Bolivariana, Misión Sucre, entre otras) serán de otro país, supongo de un país diferentea al de ellos que se llama parecido: República Bolivariana de Venezuela (ellos viven en Venezuela a secas), es decir además que ellos son las únicas universidades nacionales por abolengo. Denotan un desprecio hacia Cuba, su gente, sus profesionales y su práctica de la gestión de salud y enfermedad y los descalifican calificándolos como "una muy importante injerencia en su diseño y ejecución". Estarían gustosos los firmantes que la asesoría y ejecución fuera de Estados Unidos, revelando además el desconocimiento que los índicadores de salud y enfermedad de Cuba son los mejores de latinoamérica.

En el segundo párrafo les sale el resentimiento alegando que han excluido a las facultades de medicina y las han descalificado, siendo que la participación es un proceso individual y de los colectivos quienes lo procuran, conocido ésto como protagonismo. La descalificación por ellos mencionada es una expresión de la opinión popular, los profesionales de la salud y enfermedad en el pueblo estamos "rayados", el descrédito se mide por el resultado de la gestión de salud y enfermedad, son sentimientos que nos negamos muchas veces a oir o a reconocer. Los profesionales quienes actúan normalmente aparecen como extraordinarios por el referente de mala educación, maltrato y falta de calidad (efectividad, eficiencia, eficacia, cobertura, oferta, acebilidad, etc.) de los servicios asistenciales. Que diferente es el trato y el trabajo de algunos profesionales de la salud y enfermedad en su práctica pública y en la práctica privada. La comunidad se da cuenta.

La calificación de los mejores preparados en América Latina no debe ceñirse al simple hecho de la adquisición de conocimiento y destrezas, también debe ajustarse a la calidad de servicio que ofrezco. El referente cuásl es, señalen cuales son los indicadores, recuerden que para una buena gestión se debe cumplir primeramente con lo que técnicamente se requiere, segundo con lo que requiere la comunidad quien se sirve de esa gestión, tercero con lo que te exige tu jefe y por último tus exigencias personales. Aparentemente estos firmantes desprecian lo que quiere la comunidad del servicio de los profesionales de salud y la enfermedad, solo toman en cuenta lo que digan universidades e instituciones extranjeras.

Incluso, por mucho que nos esforcemos en dar un buen servicio asitencial, no podemos esonder que los higienistas desaparecieron, en conclusión nuestra práctica es chucuta: esperamos que la gente se enferme o se caiga en nuestros consultorios y hospitales para poderlos atender (si te caes vení pa´ atenderte aquí), médico que no se para no resuelve. Lo máximo que hacemos es que vacunamos o decimos como combartir los factores modificables de que producen enfermedad (factores de riesgo). Pero de ahí no pasamos, no le indicamos a la gente cómo vivir sano (higiene), no le indicamos a la gente lo importante de la seguridad para conservar la salud y no ganar enfermedad, no le indicamos a la gente lo importante en lo individual y colectivo de una buena actitud social y ambiental para matener nuestra salud.

En el documento de los profesionales de la salud y enfermedad e investigadores sociales de las facultades de medicina de las universidad naionales tradicionales, hacen una serie de señalamientos de sus resultados en primer término: "Las Facultades y Escuelas de Medicina de Venezuela gradúan anualmente más de 2.000 profesionales por año, lo que ha hecho realidad que el país tenga más de un médico por cada 1.000 habitantes, que es una relación óptima acorde a las normas establecidas por la Organización Mundial de la Salud." La consideración de el referente de la tasa como pueden apreciar es individualista, parte del supuiesto que la sociedad está compuesta por personas aisladas, como en esas películas y series de Estados Unidos dque a los 16 a 18 años los jóvenes de ese país comienzan a vivir solos y es un "rayón" que la familia se interese en él o élla,

Así se desconoce el concepto de familia como núcleo básico de la comunidad, la salud es un proceso familiar y comunitario y cuando alguien en la familia se enferma toda la familia se afecta de una u otra forma. Del otro lado de ese número frío de la OMS, está la recomendación de ese mismo organismo de 1978 en la cumbre mundial de la salud en Tkajakistan (país de la ex Unión Soviética), conocido como el documento de Alma Mata que tiene como logros el reconocimiento de la salud como objetivo fundamental de la humanidad y sus instituciones, reconocimiento del ambiente como factor de la salud, reconocimiento de la familia y la comunidad como niveles de organización fundamentales, Así también la cumbre de Alma Ata en su documento y en sus sucedáneos recomiendan tomar en cuenta la tención de salud y enfermedad en el seno de la comuidad, al servicio de las familias presentes en la misma y para lograr dicho objetivo se debe contar con un equipo de salud (medicina, enfermería, nutrición y dietética, bioanálisis, trabajo social, etc,) para doscientas cincuenta familias.

Esto nos hace un estimado para la República Bolivariana de Venezuela, cuenta con aproximadamnete veinticuatro millones de habitantes, con un promedio de cinco personas por familias, son cuatro millones ochocientas familias. Esto nos pediría la conformación de diecinueve mil doscientas núcleos de atención primaria para lo cual se requieren igual número de médicos y demás profesionales de la salud y enfermedad.

Por el otro lado debemos considerar la verdadera situación de oferta de servicios de nuestros profesionales de la salud y enfermedad en diferentes sectores poblacionales de nuestro país, más franco sería hacer una tasa de concentración de estos profesionales por tipos de ciudades y en el campo, más que considerar la población como un total. La cifra develada por este grupo de firmante del documento aquí consuiderado, de un médico cada mil habitantes es tan falsa como incoherente, todos sabemos que la concentración en las ciudades populosas de los profesionales de la salud y enfermedad es mas densa que en las ciudades poco populosas y muchísimo menor en el medio rural. Dónde consigue un médico especializadio en esos campos o ciudades poco populosas, la aparición de Barrio Adentro con los profesionales cubanos y el ingreso de profesionales autóctonos, está calmando la situación de desventaja, el mismo presidente en su programa dominical del 5 de agosto de 2007 dio un ejemplo de esta afirmación, declaró que en una zona paramera del Táchira habló con un señor que tenía unos aparatos ortopédicos (fijación que se veía externamente motivado a una fractura) que lo habían tratado en el Centro de Diagnóstico Integral del pueblito.

No hay que negar que la disposición de muchos de nuestros profesionales de la salud y de la enfermedad tienen un formación de conociemientos y destrezas extraordinarios y como dice el documento nos han forjado unas actitudes reconocidas en el extranjero, pero es mas importante el reconociemiento del pueblo quien es el fin más importante de esa formación, que me importa a mí el reconocimiento de instituciones extranjeras, no estamos formando profesionales para ellas, debe ser para el pueblo, para nuestra idiosincracia. Es por ello que hemos intitulado a este artículo "silva a la salud y la enfermedad de la zona tórrida", escriban en consideración a nuestras realidades y no solo lo que se considere en otras tierras, en otras instituciones, en otras realidades.

A pesar de ello han habido profesionales de la salud y la enfermedad que si han cumplido una labor,contra toda adversidad, con todas las carencias de las instituiciones de atención asistencial secundarias (ambulatorios) y terciarias (hospitales). No es el caso de aquél director de la Maternidad Concepción Palacios que fue premiado por Napoleón Bravo en los tiempos de el segundo mandato de Caldera, considerando a su aporte neoliberal a la humanidad solo porque les vendía un paquete de parto y cesárea barato (precio al mayor) a las mujeres a término de su embrazo para ser atendidas allí mismo en esa institución, que buena nota era ese gesto o negocio de caracter caritativo mundial, al nivel de santo. Quizás es ese el reconocimiento "napoleónico" que hacen estos firmantes.

El documento indica que se ha hecho una revisión de los diseños curriculares en forma sistemática, lo cual es loable, pero se nota que las conclusiones de la cumbre de Alma Ata no han sido tomadas en cuenta porque, recalcamos, el enfoque es muy asistencialista y no definen un objetivo más allá de esa simple atención asistencial. Nuestros profesionales de la salud y enfermedad, salen egresado como prioridad casi irrenunciable para atender a los enfermos en individual. La transformación de la enseñanza de la salud pública no ha llegado o no se siente, el resultado de un depauperado sector público y desatinado en sus objetivos evidenciados en el resultado último de una longevidad promedio menor de cien años de los pobladores de nuestra República Bolivariana de Venezuela, además de llegar a la mitad de la vida (sesenta a ochenta años) totalmente devastados, devela que no estamos brindando una buena calida de vida (salud) ni una asitencia (atención a la enfermedad en forma de prevención, curación y rehabilitación) acorde con las exigencias para obtener una longevidad adecuada.

Exonera este documento a la universidad tradicional de la culpa de la mala atención asistencial pública comparada con la privada, más bien según la consideración de los firmantes quienes aseguran que el gobierno desprestigia a las facultades de medicina de las universidades tradicionales porque reniegan de la formación impartida por ellos como causa del desastre de la tención asistencial pública "sin tomar en cuenta otras causas determinantes como el presupuesto destinado a la salud, la dotación de las instituciones, la carencia de políticas para la cobertura y la equidad, la deficiencia de la organización del sistema de salud y los muy bajos sueldos de los profesionales".

Es verdad que en la cuarta república la signación presupuestaria al sector de la salud pública era cantidades irrisoria, que eran reconducidas y que auspiciaba las jornadas como parte fundamental del funcionamiento, la falta de unidades de control de calidad y de equipos de trabajo del sector de atención asistencial pública, no solo como denunciantes sino comprometidos con la detención de los proceso perversos señalados por ellos y con los cambios necesarios para el cambio del sector. Tampoco debemos obviar que la formación universitaria auspicia un modelo de atención asistencial inadecuado, que considera al hospital como de atención terciaria con una inmensa atención secundaria, secuestrando el poresupuesto y operatividad de la atención terciaria del hospital. Esto es parte de la formación de profesionales de la salud y la enfermedad que reclama la comunidad con la cual no han cumplido las universidades tradicionales. Nuestros profesionales de la salud y la enfermedad segú el plano gerencial tienen parálisis paradigmática, preservando el modelo mezclado que tanto daño hace al hospital y a sus usuarios, modelo este que vulnera en especial a los más pobres y a los más enfermos.

Los colegios de profesionales de la salud y de la enfermedad han irrumpido como órgano de choque de la oposición al gobierno nacional y han desviado sus funciones de responsabilidad para con sus agramiados, en especial la FGederación Médica Venezolana y la mayoría de los Colegios de mëdicos de cada estado. Mal pudera asignarle la total responsabilidad de nuestra desastrosa asignación salarial solo al empleador como trata de hacer ver este documento en consideración.

La asignación de sueldos y salarios dentro del sector ha sido inconsecuente con la responsabilidad de atención asistencial y los riesgos que ello indica. Las partes involucradas como es el patrono y los profesionales de la salud y la enfermedad, han tenido un mediador represrentante que no se parece en nada al modelo del rep`resentante capitalista ni socialista, cual es la figura del colegio de profesionales. Esta institución gramial nunca ha estado a la altura de la gestión de las reivindicaciones laborales de sus agremiados y en los últimos años aha adoptado la figura de cancelación por asistir en las mesas de discusión por servicios de representación, secuestrando el primer mes de aumento para las arcas de su colegio. Es por ello que estaos firmanates del documento atribuyen solo al empleador (el gobierno) como el culpable de la desgracia salarial la cual nos acompaña y exonera totalmente a los colegios profesionales de su papel de convencer de las mejras salariales a ese empleador. No por ello debemos trabajar mal y menos, si no nos gusta o peleamos nuestara s reivindicaciones o renunciamos y tomamos un trabajo mejor.

En el caso del Zulia, las autoridades del colegio de médico y de los otros colegios profesionales de la salud y de la enfermedad han domesticado a sus agremiados "haciéndole entender que el pobrecito gobernador no tiene cobres para poder aumentarnos", por lo cual solo hemos llegado a concretar un aumento efectivo desde la asunción al poder ejecutivo regional del seños Rosales. Es más el bono decretado por el presidente Chávez en diciembre de 2005, fue recibido por los médicos que pertenecve a la nómina del Ministerio de Salud y no los quienes conbramos por la nómina de la gobernación del Zulia, bajo el silencio cómplice del colegio de médicos del Zulia.

Es cierto que desde la caida de la dictadura se han desarrollado estudios de postgrado en las diferentes universidades. Pero debemos entender que quien gestó la caida de la férrea dictadura de Marcos Pérez fue el pueblo por loc ual cual dice el documento de los firmantes, la utonomía universitaria ganada por el hecho del abandono del poder y del territorio del miltar presidente, se debe al pueblo, por lo que podemos decir que esa autonomía universitaria es del puyeblo y se debe a ella. Mal puede las universidades tradicionales darle la espalda al pueblo y deben tomar en cuenta la demanda de éste ante la formación de profesionales de la salud y la enfermedad y ante la formación de postgrado de los mismos, siempre al servicio del pueblo.

La historia de la medicina en Venezuela esta plagada de hechos notorios y loables, antes de cambiar el modelo de atención, los médicos cumplían con la atencuión primaria de salud, casa a casa. Aquí en Maracaibo Francisco Eugenio Bustamante se constituyó en el padre de la cirugía en nuestro país al ejecutar en forma exitosa la extirpación de un tumor ovárico de aproximadamente 10 centímetros de diámetro a una jóven en su propia casa, en la calle Aurora de Maracaibo, cerca a lo que hoy es el hospital Central Dr. Urquinaona. En el documento que tomamos para comentar en este artículo, se refleja un hecho meritorio: "el Primer Curso de Postgrado Médico Universitario de Venezuela, el de "Médicos Higienistas" instaurado en 1941 en la UCV, fue también el primero en América Latina." Estas acciones de la medicina de atención primaria, muchísimo tiempo antes que la declaración de Alma Ata y nuestro Barrio Adentro, así como la creación del postgrado de Higienistas, quedaron como historia fallida, que no han sabido componer nuestras universidades tradicionales.

Los estudios de postgrado en sí mismos imponen una serie de amenazas para los profesionales de la salud y la enferrmedad. Casi la mayoría exige dedicación exclusiva, existiendo una asignación presupuestaria para el pago del sueldo del profesional, pero no todos logran esa asignación presupuestaria y son acogidos bajo la figura del autofinanciado (sin sueldo). Estos ajusticiados del postgrado deben trabajar igual a los quienes tienen sueldo, por lo cual quiebran la promesa de la dedicación exclusiva y buscan trabajar en clínicas privadas y servicios de atención domiciliaria fuera del horario normal, guardias y clases del postgrado. Los hospitales están plagados por médicos bajo esta figura y bajo el silencio cómplice del colegio de médcio de cadfa estado y la federación médica nacional. La figura Por otra parte existen en nuestra República Bolivariana de Venezuela una serie de postgrados no universitarios los cuales son avalados por los colegios de médicos de cada estado.

La ciencia, tecnología e innovación de las universidades han sido un bastión dentro del desierto de la producción de nuestro país. El planteamiento de esta área nacional se ha cuestionado y se ha tratado de diversificar y ampliar, incluso darle participación a los exprofesos. La tendencia de la medicina venezolana es seguir las indicaciones de la medicina basad a en la verdad, verdad esta que se sustenta en los estudios científicos registrados en las revistas científicas indexadas y que expone al escarnio a la práctica de la medicina basada en la experiencia. Esa experiencia de los profesionales de la salud y la enferemedad en nuestro país no se registra y no se aporta al conociminto nacional. Hemos escrito que los conocimientos científicos son los conocimientos populares vueltos experimentos científicos, muchas veces acreditando al científico y sin créditos para la comunidad, ejerciendo la patente que expolia a la mismo creador del conocieminto y al científico. La ciencia no está intencinada hacia las necesidades de la comunidad y del país en general. Para eso hay ya planteamientos a través de la misión ciencia.

Es indudable que las facultades de medicina de nuestro país cumplen una labor, pero le falta, carece de la integralidad y el arrojo de pasar a considerar en sus programas un cambio de estructura y funcionamiento de la gestión de la salud y la enfermedad en la República Bolivariana de Venezuela.

En el segundo numeral del documento alegan que el gobierno nacional incumple la "formación de profesionales y técnicos en salud que de acuerdo al articulo 85 de la Constitución debe promoverse y desarrollarse en coordinación con las universidades y centros de investigación", reclamando la atención a las facultades de medicina de las universidadres tradicionales, con la premisa que es el gobierno quiewn tiene que cumplir, denotan que ellos son una especie de los acreditados "hijos del matrimonio" que tienen más derecho que los "hijos paralelos", "distinta a la que conforman los núcleos de las facultades de medicina nacionales, mediante la cual se están cursando, al margen de la ley mencionada, carreras, tales como Medicina Integral Comunitaria, Licenciatura de Enfermería y Técnicos Superiores en Enfermería, cuyos planes de estudios no están acreditados por el Consejo Nacional de Universidades". Luego la agarran con los profesores de esas carreras: que la misión Sucre no tiene a tribuciones para contratar "profes" como ellos y que esos "profes" la mayoría son de la misión cubana, que diseñan el currículo, dan cátedra y evalúan, además dicho con alto tenor de desprecio que se refleja a las universidades experimentales que estén involucradas en el proceso de formación de profesionales de la salud y la enfermedad.

Este documento sigue con el lenguaje de la oposición desde la primera campaña presidencial de Chávez. Empiezan descalificando la formación cubana que explican es la base de la formación de las carreras de la salud y la enfermedad que llaman paralelas. Luego la agarran con el error conceptual de que la educación no debe llevar ideología, lo cua me hace acordadr de la constitución del 61 sin filosofía y cuyo único objetivo era defender una forma de gobierno como es la democracia, desfigurando la forma de estado e invitándonos a ser eunucos políticos. Cuando se van a hacer documentos de este tipo hay que considerar la historia de la medicina, por lo cual hay que cono cer a el médico francés Virchow, quien erigiera el pensamiento que "la política es la medicina en grande", por lo cual es importante tomar en consideración la ideología política para demarcar el objetivo y la forma de la formación de las carreras de la salud y la enfermedad. Este documento requiere que la formación que ellos llaman paralela de profesionales de la salud y la enfermedad, tienen que dejar de tener objetivos y dejar al arbitrio del cursante cual ideología escoger, como si dejñáramos que nuestros hijos en forma unipersonal decidieran entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte. Esto no resta la capacidad crítica del educando la cual es parte de la ideología socialista del siglo XXI, distinta al modelo capitalista, neoliberalista y colionalista que no permite disidencia.

Este documento asegura que el gobierno de Chávez necesita formar cien mil médicos y médicas integrales comunitarios para cumplir con el convenio con la repúbica de Cuba y que le sirvan para sus proyectos políticos de diferentes escalas (nacional, regional y mundial) lo cual hace superar a su gobierno sobre los anteriores los cuales no contemplaban ninguna programación y eran víctimas de sus propias improvisaciones y jornadismo.

Denotan en el documento un desconocimiento supremo de lo dicho anteriormente que la política es la medicina en grande y vuelven a incurrir en la displicencia de considerar al individuo y no a la familia y la comunidad como base de las funciones, actividades y tareas de los profesionales de la salud y la enfermedad, por lo cual definitivamente no pueden confluir en la formación "pararlela" como ellos la llaman.

El documento alerta sobre la formacuión paralela y sus consecuencias, por lo cual vuelven a denotar que no pensamos igual y que tiene la parálisis paradigmática que no deja progresar la gestoión de salud y enfermedad en la República Bolivariana de Venezuela, que sin ideología no serán unas profeciones de la salud y la enfermedad al servicio del humano y humana, al servicio de la familia, al servicio del pueblo. La consecuencia será si sigue bien el camino, la consolidación de un sector de salud y enfermedad adecuado como parte del desarrollo de nuestro país. El documento asigna a las facultades de medicina de las universidades tradicionales el valor de ser los únicos capacitados y solventes para ofrecer esa formación académica y profesional, siendo que se les acusa de ser crípticos, de crear espacios para solo la entrada de sus familiares, acólitos, súbditos y abanderados, quizás una herida más de las que queda abierta por el atrevimimieto de lanzar el sistema que ellos llaman "paralelo".

17Esto llevará a que la población y de manera especial los más necesitados no recibirán la atención de salud adecuada, a la cual tienen derecho, lo que colocaría en entredicho el paradigma de que la verdadera responsabilidad social de las instituciones formadoras de profesionales y técnicos en salud es, asegurar que la práctica que llevará a cabo este personal esté enmarcada en los estándares internacionales para la educación médica de pregrado que exige un acto de tanto compromiso como es la atención de la salud del ser humano en todos sus estratos sociales, además, de capacitar el número de profesionales que el país realmente requiere, lo cual se rige por normas y principios universalmente aceptados.

Termina el documento con una alerta máxima "que la población y de manera especial los más necesitados no recibirán la atención de salud adecuada, a la cual tienen derecho", siendo que en la constitución del 61 se tenía derechoa a ser atendido si uno se enfermara, mientras que no han asimilado que en nuestra constitución actual la salud es un derecho y la atención asitencial también y todo dentro del marco del derecho a la vida. Remarcan que la formación d4ebe estar dentro de los parámetros internacionales y que la formación debe ceñirse a las normativas, que hacen ver que son las cuales a ellos les convienen y no las cuales le convienen al pueblo.

eliorios@hotmail.com>



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Elio Ríos


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