En el último Consejo Universitario de la ULA (lunes 5 de noviembre) se percibió que se avecinaba para toda la semana, una terrible situación para la ciudad de Mérida. El rector Lester Rodríguez, sudando frío, con la tensión arterial baja, anunció que podían presentarse serias perturbaciones básicamente por la toma del canal TV-ULA, por un grupo de trabajadores de este canal.
Una decana de la ULA deploró el achante de los estudiantes, los cuales meses atrás se habían mantenido tan aguerridos en sus acciones contra el gobierno. De inmediato se pusieron manos a la obra para elaborar el octavo remitido contra el gobierno “por la situación de violencia en el país”. Dijo esta decana que se sentía muy triste porque no se sentía la lucha en la ULA como la había mantenido el gran líder de Nixon Moreno.
Es de advertir que tres días atrás, el 1º de noviembre, todos los rectores fascistas se reunieron para hacer de la semana que termina una de las más calientes del año. Se volvieron a armar a los delincuentes de la ULA que tanto en el pasado habían trabajado al lado de Nixon Moreno, y que habían se mantenido de bajo por perfil por las denuncias que durante tres meses había mantenido Sant Roz sobre los 70 policías heridos de bala en el sector La Liria.
Estos rectores adecos o copeyanos, como el Lester, el Ugalde, el Paris, etc., saben que son ellos los verdaderos violentos, los verdaderos fascistas. Ellos que en el pasado tanto se regodearon por los cierres y allanamientos que impusieron CAP y Caldera a las universidades nacionales.
El vitalicio rector Luis Ugalde, de la UCAB, anunció que sus muchachos no volverían a la normalidad de clases sino hasta enero, y que todos los exámenes serían reprogramados y que “esta política era imprescindible que fuesen aprobadas por todas las universidades alzadas contra el gobierno.”
Estos rectores ya han tomado la decisión de que no haya paz, pero tampoco que se suspendan las clases para conseguir la mayor tensión posible, heridos y muertos, quemas, incendios, confusión, enfrentamientos. Por cierto, hace tres días las bandas fascistas de la ULA, pretendieron tomar el sector de Los Próceres a nivel de las residencias Domingo Salazar y fueron rechazados por grupos estudiantiles. De manera parecida al ataque que se realizó contra la Escuela de Trabajo Social de la UCV, pretendieron imponerse a plomo limpio. Entonces se desató una balacera, y cayó herido de bala un elemento muy peligroso. No es estudiante. Cuando el rector Lester fue abordado por la prensa se negó a dar el nombre de este personaje por razones de seguridad. Todo el mundo en Mérida sabe las razones por la cuales Lester se negó a dar este nombre. Es algo sumamente grave y si el lunes Lester tenía la tensión baja, ahora debe estar por los suelos.
Ahora caen heridos a balazos (se usaron pistolas 9 mm) cuatro policías, cuando otro bandido, seguramente muy ligado al siniestro personaje que cayó el miércoles, desenfundó su arma y disparó a mansalva contra los agentes.
Un muchacho que pasaba por el lugar, también cayó herido, y doce conchas de balas 9 mm fueron encontrados en el lugar. Pero la nota clave fue “agresión a un reportero internacional de RCTV”.Esta información fue difundida con profusión de detalles por CNN y la Televisión Española Internacional. El fascismo español, incluso del PSOE, está a millón contra el proceso bolivariano.
Lo más resaltante es que simultáneamente a estos hechos el Departamento de Estado norteamericano hace un pronunciamiento apoyando al “movimiento estudiantil que se opone al proyecto de Reforma que lidera el Presidente Hugo Chávez.”
jrodri@ula.ve