Dentro de un plan subversivo, elaborado en Puerto Rico, a principio de año y escalado, a partir del 15-F, y reponteciado con la imputación penal de Rosales por ladrón y el plan económico de corte socialista y bolivariano y el rescate de puertos y aeropuertos, por la derecha entreguista venezolana, el miércoles 25 de marzo pasado, pretendió convertirlo en su día “D”, en donde se lanzó cinco acciones desestabilizadoras, englobadas todas dentro de los formatos de guerra psicológica elaborados por la CIA, para desestabilizar gobiernos progresistas de izquierda.
Dentro de ella estuvo, un paro de médicos y del resto del sector salud y de transportistas; aunque estos tres fueron focalizados en Caracas, pero el factor mediático, lo convirtió en nacional; y las otras dos acciones desestabilizadoras fueron, una rueda de prensa de los gobernadores y alcaldes de la oposición anunciando una rebelión popular, al desconocer al gobierno nacional, acusándolo dizque estar al margen de la constitución ¡que riñones!, y concatenando la acusación por enriquecimiento ilícito de Rosales como un acto político, cuando se trata de verdaderas conductas criminales cometidas por este Gobernador-Alcalde del Zulia.
Pero la acción desestabilizadora lomito de este laboratorio yanqui, fue el paro nacional del magisterio; este paro era ilegal desde el punto de vista legal-laboral, por dos razones; la una, porque el paro era netamente político, no levantaba ninguna bandera económica concreta, sus lideres vociferaban contra una supuesta dictadura y régimen militarista y una ideologización; y por el otro, la principal lucha económica de los maestros a nivel nacional, es la mesa de discusión de un contrato colectivo y estos sindicatos convocantes a paro, no están en esa mesa de negociación contractual, no por discriminación de corte sindical o política sino porque se auto-excluyeron por anti-democráticos, por no hacer elecciones transparentes internas, como lo ordenan las normas del Poder Electoral para elecciones sindicales.
Afortunadamente el paro fue un fracaso; pero me hago una pregunta. En este país se va a seguir patrocinando la impunidad con los factores desestabilizadores, tal y como paso en el paro petrolero golpista, en donde sus convocantes hicieron llamados públicos por TV, radio y prensa escrita, y no les paso nada.
Nuestro Libertador, en su manifiesto de Cartagena, nos previno sobre las republicas aéreas “que a una conspiración que se le perdonaba, seguía otra conspiración más, que se volvía a perdonar”. De salir “lisos”, sindicaleros y medios, en septiembre, lo volverán hacer, y perdonados otra vez, en noviembre harán lo mismo. La impunidad promueve el crimen.
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