Sin duda estamos viviendo tiempos de cambios o ¿cambios de tiempos? De la manera que sea son transiciones en nuestro sistema de vida. La noche del 2 de diciembre del 2013, hubo de nuevo un apagón nacional, por involucrar así a toda la nación, volvimos a ser envueltos por las tinieblas de la noche, así pudimos valorar aquellos que todavía tenemos un pedacito de patio, la suave brisa que llega con los vientos alisios que soplan de norte a sur, es la época de la entrada del verano o la sequía, es en el mes de diciembre cuando sopla el viento y arrastra las hojas secas junto a la polvareda, donde el espacio sobre nuestra humanidad se avizora claro y limpio, visitado por nubes tenues, que se alejan a la vista con el cortejo de temerosas estrellas, bajo el cielo infinito, parafraseando a Neruda con su inolvidable poesía. Esto, para ver el lado bonito del apagón.
Después de esta ligera introducción con un remanso de poesía, me voy a lo que en verdad me llena de inquietud. Los apagones eléctricos y los apagones de conciencias, según Wikipedia, Un apagón eléctrico es la pérdida del suministro de energía eléctrica en un área. Las razones para la caída del suministro normalmente estarán en el fallo de alguno de los elementos que componen el Sistema de suministro eléctrico, por ejemplo, un defecto de la subestación eléctrica, daños en una línea eléctrica (accidentales o intencionados, como en el caso de ataques terroristas), o en otra parte del sistema de distribución, un cortocircuito, una sobrecarga o, incluso, un error humano en la operación sobre elementos del sistema. Un apagón también puede estar producido por los excesos de consumo, que se ve agravado si la red eléctrica no se encuentra totalmente desarrollada. Es decir, que aunque se produzca la suficiente cantidad de energía para abastecer dicho consumo, si no existe una red capaz de distribuir y hacer llegar al usuario la energía, se producirá un apagón.
Quedando claras las causas que pueden acarrear un apagón del que mencionamos y la dimensión que puede alcanzar, no nos queda de otra que pensar que, se trata de un ataque terrorista de los que quieren el caos en Venezuela. Son los mismitos que llaman a descargar sus arrecheras con tocaderas de cacerolas, causando el mismo pánico entre la población. Podemos estar alertas ante una situación igual, el civilismo del pueblo que se impuso de nuevo.
Sin quitar liderazgo a nuestro presidente Maduro, nuestra obligación es ayudarlo a cargar el morral que le dejó nuestro líder eterno, pero es ahí, donde un guía debe actuar, destacarse ante tal situación, por eso es que nuestro comandante eterno se destacó, aprovechó el momento oportuno para intervenir situaciones que parecían incontrolables. Hagamos un ejercicio de memoria donde sobresalió con su diligencia: eventos sobrenaturales en Vargas, 13 de abril 2002 en la madrugada, convocado a referendo de su gobierno, su llamado a la población, caso Amuay, el más reciente, diciembre del 2012, su invitación a votar por nuestro presidente Maduro, para continuar su legado, en su plan de la patria.
Ciudadano presidente, amigo, camarada, hermano Maduro, necesitamos la actuación de líderes de base, hombres y mujeres que tomen las riendas de verdad de un partido que se dice maquinaria, pero ¿para qué? No podemos seguir teniendo entes autómatas levantadores de brazos para complacer, necesitamos hombres y mujeres con conciencia. Verdaderos líderes comunitarios, bastantes que los hay, que en momentos de emergencia, mueven pueblo, no masas que se amoldan a caprichos. Eso son los líderes que necesitamos, entre el hombre nuevo.
Se habilitó a nuestro presidente para aplicar justicia, pero pareciera estar batallando solo, los demás parecieran despachadores de pulpería, estamos en presencia de una poblada que va desesperada detrás de algo que no sabe que, ahí los vemos, detrás de televisores, electrodomésticos, comida y hasta automóviles, quieren consumir y consumir sin necesidad, por mucho que sean los llamados a no hacerlo, van como arreos de cochino al matadero, como si supieran que el mundo se acaba mañana, aun así, no debemos apresurar la llegada, por eso, hacen falta dirigentes que actúen de lazarillos. Por eso digo, se nos apagó la conciencia, se incendió la avaricia, No sé en qué momento nos despertaron esas ansias de tener y tener hasta el atosigamiento, creo que los medios han sido en gran parte, los culpables de tanta angustia en el conglomerado.
No caigo en la polémica que se discute entre los pensadores del siglo 19 y 20, de que vivimos en una lucha de clases, ya no, esa es prueba superada, ya con el ejemplo que vemos en los mercados antes CADA, después ÉXITO, ahora BICENTENARIO, estos cambios de nombres acabaron con todo, la lucha de clases se acabó, con el aumento del consumo, los del norte dicen que son los del sur, los del sur que no, que son los del norte, y entre acusaciones que van y vienen, se llevan hasta las conchas de los ajos, en lo particular, son toditos juntos, todos tienen poder adquisitivo para consumir, tanto los del norte como los del sur, y se arriman los de los lados. Hasta los habitantes de los municipios circunvecinos llenan los espacios de estos centros de consumo masivo. La campaña esa que dice, que la bajemos dos al consumo, le sacan la lengua. Ya no hay lucha de clases, es la lucha de tener por tener y no por lo que nos hace falta, lo que si necesitamos es el aire para vivir y si seguimos así, hasta eso no los va a quitar y así si es verdad que estamos feos pa la foto y la cámara la cargan otros. Acá si me voy a unir a la campaña BAJEMOSLE DOS AL CONSUMO PORFA y venceremos todos los apagones por venir.
Vamos venciendo a los traidores, el apagón eléctrico fue una prueba superada, el pueblo dio muestras de civilismo y eso es una gran victoria. Tenemos PATRIA, así les duela a los apátridas.
Norma Rivas Santacruz
