El ministro Giordani ha hecho un apunte interesante en relación al carácter rentista de la economía venezolana, ha dicho que la renta “no se produce pero sí se capta”. Vale la pena examinar más en detalle esta condición, para desentrañar su significado. ¿Cómo es eso de que la renta se capta pero no se produce?
Una renta es una especie de impuesto que devenga el propietario de un monopolio. El caso típico es el del terrateniente, que obtiene una renta a partir del monopolio de la tierra. El agricultor sin tierra debe arrendarla y producir un excedente para pagar el arriendo. Evidentemente, el propietario no produce la renta, simplemente “la capta”.
Pero, igualmente se obtiene renta por el monopolio de cualquier factor económico que sea vital para otro. Tal es el caso de nuestro país, que detenta el monopolio de los hidrocarburos, los cuales son indispensables para los países industrializados. Entonces, la renta se produce en la economía de estos países y la percibimos nosotros cuando comercializamos el petróleo.
La cuestión es que esa porción del producto de aquellas economías que obtenemos en forma de renta petrolera es una especie de herida que se le hace al poder económico que domina al mundo. De manera que ese poder reacciona y busca mecanismos para recuperar el dinero. Mientras tuvieron gobernantes dóciles, el trabajo era sencillo, les “mojaban” un poco la mano y ellos se encargaban del trabajo sucio.
Así fue como nos endeudamos, se hipotecó el país y se condenó a la mayoría de la población a la miseria. Ahora, la Revolución Bolivariana comienza a reivindicar otro tipo de relaciones económicas y un sentido social de la gestión pública, lo cual entorpece el intento capitalista e imperialista de recuperar la renta. Esto explica los ataques contra Venezuela en el exterior y las verdaderas motivaciones de la oposición interna.