Teniendo como base el origen etimológico dado por el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra "consejo" proviene del latín consilium que se traduce en "dictamen", diferenciándose de "concejo" que proviene de la voz concilium siendo "asamblea". Aclarado esto se puede definir como consejo ca un órgano colegiado de la administración pública, con su propio reglamento y creado por ley, que se encargara de regular e informar sobre materias específicas de interés a su país en determinada materia especial o estratégica, entendida esta tarea para su ámbito nacional.
A la industria petrolera venezolana le hace falta la constitución de un Consejo Nacional Energético, este sería el órgano de la administración pública nacional que se encargaría de regular, planificar propuestas, velar e informar a la nación sobre el uso correcto de los recursos energéticos, sus derivados y aplicación de políticas de inversión e investigación en cuanto al cuido e inversión de las divisas que ingresan regularmente al Fisco nacional, todas por carácter de ventas petroleras.
A la vez que fortalecería las instituciones encargadas al tratar el tema, teniendo entre sus aristas crear organismos de estudio con espíritu de planificación, crecimiento y nacionalismo propio donde se enfaticen los altos saberes para formar profesionales más calificados y acordes a las necesidades sociales; íntegros, con valores, rectitud, moral, creando de este modo una cultura más amplia y estratégica sobre este recurso que es tan importante para Venezuela.
Para Venezuela nunca existirán condiciones para que la principal riqueza petrolera pueda ni si quiera intentar ser privatizada, dada en concesiones a otras naciones o ponernos en desventajas en los momentos de su comercialización.
Ya existe jurisprudencia regional al respecto. Ejemplo de esto se encuentra en nuestro vecino El Salvador que cuenta con un Consejo Nacional de Energía creado en el año 2007 enfatizado al uso racional de los recursos energéticos a la vez que tiene un órgano de consulta popular integrado por diversos personajes del sector privado, instituciones universitarias, protectoras del consumidor y del medio ambiente que trabajan de forma mancomunada en su defensa permanente.
De este modo se ha notado el avance en su PIB traducido en una mejor calidad de vida, infraestructuras avanzadas, aprovechamiento de sus recursos y conciencia crítica petrolera.
Así pues, la necesidad de crear en Venezuela un Consejo Nacional Energético es imperante para dejar de vivir a ciegas de una renta petrolera diaria sin suficiente planificación ni conciencia y comenzar a tomar el asunto petrolero con la seriedad que se merecen las venideras generaciones.
Diciembre del 2017