" No desprecies a nadie; un átomo hace sombra. "
Pitágoras de Samos (582 AC-497 AC)
Motivado por las necesidades creadas por la crisis, a los 70 años me he incorporado a una nueva "escuela": ¡las colas! Lo dijo en una oportunidad el ilustre periodista y profesor universitario Federico Álvarez, quien vivió lleno de humildad luchando por un mundo mejor: "El revolucionario que quiera aprender debe estar al lado del pueblo en los barrios, y en los mercados" a esto tenemos que agregar las interminables cadenas, donde sin estar encadenados se vive el sentir del pueblo en su máxima expresión. Tan es así, que, en los primeros claros del día lunes 25, en la cola para aprovisionarme de la gasolina, le escuche decir a una humilde mujer, quien hacía de compañía a una hermana: ¡ahora, es que van a sufrir los opositores, porque los barcos van a llegar uno a uno, para que el dolor sea a cuenta gota!
Desde el sitio donde amanecí, hasta la estación de gasolina pasaron cuatro horas y media, y la queja que no callaba en casi todos los usuarios, es el negocio usurero del litro por dólar, y al sacar la cuenta llegaban a la conclusión del robo descarado por parte de los que se prestan para esta verdad a la vista de todo el mundo. Un señor, confesó haber pagado 40 dólares por 20 litros, lo que motivó al instante una expresión de rechazo con justificación de un humilde dueño de un volteo bastante trajinado: ¡Con esos 40 dólares, que al cambio son 8 millones de bs, compro bastante comida, a pesar de todo lo caro que está!
El principal argumento para dolarizar el país por parte de los empresarios, y de los que cayeron en la trampa, era, que todo se iba arreglar al moverse libremente la moneda estadounidense. Nos encontramos viviendo esa patraña en carne propia, y lejos de mejorar, todo el mundo conoce los resultados, pero los que sufren de manera estoica son los de abajo; algunos han desarrollado la consciencia necesaria al entender la forma, como han venido atacando al Presidente Maduro; esto lo atestiguó un muchacho, quien cargaba remolcada un carrito de un amigo, más destartalado que el propio; habló muy seguro y convencido de lo que estaba diciendo: "A Maduro le han dado ¡duuuro ¡ para sacarlo, y el hombre ahí; demostrando que sirve de compañía, y por eso estoy resteado con él"
En todas esas colas se presentan las contradicciones y el cinismo de los opositores. A una señora, se le convirtieron las 4 horas y un piquito en una eterna amargura. Agarro el tema de los barcos, como canción de moda, parecía un vallenato de esos que le despiertan los sentimientos en pro o en contra a los enamorados; en una parte del recorrido se le oyó una de esas expresiones– como dicen en son de chanza–respirando por la herida: ¡Los chavistas se alegran por la llegada de esos barcos, cuando estamos viviendo una pesadilla! El muchacho, que minutos antes había reconocido la valentía del Presidente, la vio y rápido le respondió de manera muy respetuosa: ¡Señora, pecado es alegrarse por lo que no está pasando; el hombre busca aliviarnos la situación, pero, cuando no la desbaratan se burlan; han llegado al colmo de no reconocer la preocupación del Presidente, para enfrentar la pandemia, y cargan los tapabocas, porque se han convencido que el virus no discrimina, ni va seleccionando!
Al final, ya próximo para llegar a los surtidores, pudimos ver al joven empujando el vehículo de la señora; momento que aprovecho un jodedor para preguntarle, ¿Qué pasó hicieron las pases? La respuesta apareció con una pícara sonrisa: ¡Me estoy ganando unos dólares; la señora me dijo, que había pagado 25 dólares por 20 litros, le van poner 20 regalados, que me pase a mí los 5 todavía va que chuta! La mujer, al ver al joven sonreír, terminó de buen humor del que tanto le falta a la oposición, expresando el sentimiento de la gran mayoría de los venezolanos ¡Ojalá esos barcos representen en parte la solución al problema de la gasolina!
