Por el canal del estado [http://www.televen.com/elnoticiero/nacionales/aissami-industria-petrolera-se-enrumba-rescate-progresivo/], el hoy ministro del petróleo T. Aissami [https://www.aporrea.org/energia/a297012.html] asegura lo siguiente; "hace un año recibimos una industria petrolera devastada".
Aunque estamos totalmente de acuerdo con el contexto general de dicha afirmación, la misma más bien desnuda la posición de alguien que no solo manipula la verdad, sino que evidentemente pretende erigirse como héroe, ofreciendo de paso lo que desconoce y difícilmente pueda honrar.
En efecto, Aissami y Asdrúbal reciben una industria venida a menos de manos de M. Quevedo, quien fuera impuesto allí por el mismo gobierno de N. Maduro y quien tardíamente luego de 2 años de destrucción y un daño patrimonial superior a $21.000 millones, decide expulsarlo para luego premiarlo en la Asamblea Nacional como diputado. Pretenden culpar a las sanciones, cuando estas realmente arreciaron directamente en contra de la operatividad de nuestra industria hacia 2019, ya cuando el mal estaba hecho desde adentro mismo.
Pero más allá de su deseo propagandístico y autocomplaciente, los resultados después de 13 meses de gestión a partir de Febrero’2020, desdicen lo que el mismo pretende afirmar.
LA OBRA DE TARECK Y ASDRUBAL:
En un discurso propagandístico y minado de "falsas afirmaciones", Aissami menciona como los principales logros alcanzados durante su labor los siguientes:
- Desacelerar la caída abrupta de la producción petrolera.
- Recuperar el sistema de procesamiento de Gas.
- Sanear el sistema nacional de refinación.
- Optimizar el mantenimiento de la continuidad operacional del sector petroquímico.
- Regular, progresivamente, la comercialización de crudo.
Veamos que hay de cierto en todo ello. Petróleos de Venezuela no informa al país sobre sus resultados financieros ni de gestión desde 2016. Pero si ello le parece ilegal y poco transparente, ahora con la inconsulta ley antibloqueo, la situación de desinformación y dudosa transparencia es de hecho aun peor.
MENTIRAS DE LA PRODUCCIÓN:
Desafortunadamente para los actuales responsables de guiar nuestra industria, es difícil ocultar por mucho tiempo las verdades en una corporación del tamaño de PDVSA (aunque venida a menos). La obra de Tareck y Asdrúbal no se queda atrás de la de Quevedo, ya que a pesar de tener la mitad de tiempo de este último, han causado un daño equivalente e incluso superior.
Al cierre de Febrero’2020 cuando se instala la comisión presidencial, la producción rondaba unos 865.000/760.000 BPD (OPEP directo/secundario), cerrando luego el mes de Enero’2021 en 487.000/484.000 BPD. Pero el punto de menor producción fue alcanzado en Julio’2020, con 392.000/332.000 BPD, la cual ha sido la producción promedio-mes más baja en la historia de PDVSA, incluido el sabotaje petrolero de 2002.
Si tomamos como referencia esta ultima cifra, el derrumbe de producción a partir de la llegada de la comisión presidencial es de 473.000 BPD, constituyéndose en la mayor caída de producción jamás registrada en las distintas administraciones de PDVSA, incluida la gestión de Quevedo.
Admitiendo que los representantes de la comisión presidencial ostentan el logro de haber sido protagonistas de la mayor perdida de producción jamás registrada en nuestra industria petrolera y tomando ya en cuenta las cifras del cierre de Enero’2021, el desplome de producción neto actualizado se reduce a 378.000 BPD, representado aun una desaparición considerable de producción.
Ciertamente desde Julio’2020 la producción ha ido progresivamente escalando, aunque en realidad la razón estriba en ciertas manipulaciones y artificios; entre estos:
- se había tocado fondo en la producción en Julio’2020
- acumulación y uso de inventarios que luego serian reciclados como producción dando la falsa impresión de crecimiento
- entrada de actividad de servicios a pozos y reparaciones menores en ejecución sustentada en un masivo inventario de pozos a partir del cierre de 2020
Pero pretender escalar y sostener producción hasta 1.508.000 BPD [https://www.aporrea.org/energia/a300113.html] y 6.000 MMPCD en ausencia de taladros, bajo la premisa de servicios a pozos y sin atender los cuellos de botella en la infraestructura y procesos, es una ilusión que no se puede sostener por si sola. Solo con la incorporación masiva de actividad de taladros es posible recuperar "producción sostenible" alineada con el plan antes mencionado, aunque esto seria realizable hacia mediados de 2022, sin meter en la ecuación complejidades "geopolíticas".
EXPORTACIONES Y REFINACION; UN HUESO DURO:
A la llegada de la comisión presidencial en Febrero’2020, los envíos totalizaban 1.080.000 BPD, habiendo cerrado Enero’2021 con 544.000 BPD, constituyendo un derrumbe cercano al 50% en 12 meses. Mientras durante 2019 se lograron exportar en promedio unos 962.000 BPD, durante 2020 se enviaron cerca de 628.000 BPD. Es decir, hasta el cierre de Enero’2020 lejos de recuperarse, las ventas de crudo habían venido cediendo consistentemente.
PDVSA ha caído muy bajo desde la llegada de la comisión presidencial. Las prácticas de mercadeo han ido retrocediendo hacia niveles jamás pensados, habiendo entrado en una etapa de manejo tipificada por ventas a través de "traders" desconocidos; la mayoría de ellos de origen sirio-libanés-palestino [https://mazut.org/light-crude-oil-sellers/merey-16-oil-spot-deal_i4414]; [https://blacklion-trading.com/venezuela-crude-oil-2/]. Nuestros crudos se han venido ofreciendo con cada vez con mayores descuentos. Estos se han venido abultando con la reciente alza del barril, hasta la inédita suma de "gross -$20/net -$19.5 p.b." recientemente, cuando en 2020 los mismo eran de unos $3 a $8 por barril.
Para burlar las sanciones, los traslados continúan utilizando el STS, la manipulación de los transponder y el cambio de nombre del carguero en alta mar. En las redes ya es común encontrar ofertas de terceros y revendedores de nuestros crudos, lanzado muy bajo el nombre de nuestra otrora gran PDVSA.
Mirando hacia delante, las ventas en Febrero’2021 están rodeadas de serias divergencias entre las distintas fuentes [https://oilprice.com/Energy/Energy-General/Venezuela-Sees-Oil-Exports-Rise-Despite-US-Sanctions.html]. Examinando las mismas, la información de reuters no parece confiable, debido a que fue precisamente durante el mes de Febrero’2021, cuando los refinadores independientes en China redujeron fuertemente las compras de crudo [https://twitter.com/plattsoil/status/1367038296329707522?s=11].
En todo caso, el riesgo real de desplome y/o estancamiento aun persiste, ya que la consistente reducción de inventarios en Jose; terminal de donde sale 75% de los envíos de crudo de Venezuela, sugiere una producción deficitaria al nivel de exportación promedio de Noviembre’2020 a Enero’2021. En función de los remanentes de inventario y la producción de cierre de Febrero, pensamos que el nivel actual de exportaciones podría extenderse por uno o dos meses más, para luego ceder, a menos que produzcan localmente mayor volumen de crudos diluyentes, o tengan acceso a mayor nivel de importación de crudo y refinados. De lo contrario PDVSA seguirá enfrentando severos cuellos de botella.
En el área de refinación la situación es caótica y no podría ser peor. Un promedio de tan solo 90 días funcionaron nuestras refinerías durante todo el año 2020 [https://talcualdigital.com/refinerias-amuay-y-cardon-pistonean-y-solo-han-operado-90-dias-en-todo-2020/]. Mientras que para el cierre de 2019 estas operaban erráticamente en el entorno al 10% - 13% de su capacidad; es decir unos 130.000 BPD y 170.000 BPD, al cierre de 2020 nuestras refinerías [http://ec2-3-232-131-230.compute-1.amazonaws.com/2020/09/03/refinerias-operan-al-11-de-su-capacidad/] apenas procesaron unos 140.000 BPD.
Pero a que costo? Lo que no menciona Aissami en su discurso es la inmensa deuda ambiental documentada, que arrastra con múltiples accidentes, incidentes, derrames y contaminación masiva y creciente. Pero eso no es todo, a ello habría que sumarle desembolsos mil millonarios entre cargamentos de gasolinas y otros refinados que se han visto obligados a importar por la destrucción creciente de nuestros activos, ante una evidente mal praxis operativa y gerencial, además de las erogaciones en importación de una inmensa masa de repuestos, insumos y sobretodo en mano de obra importada, que a la postre ha resultado en todo un fracaso, al no haber generado nada sustentable sino una mayor dependencia de la importación y más gasto.
Mientras cerca del 90% de la capacidad instalada de refinación permanece paralizada y en vía de mayor deterioro, una #PDVSA incapaz de resolver sus problemas continua importando gasolinas desde Irán, a pesar del mil millonario y a la postre inservible gasto en equipos, repuestos y mano de obra importada. Apenas unos días atrás [https://twitter.com/tankertrackers/status/1363124190602272771?s=11] arribó a #Venezuela un nuevo cargamento de unos 276.000 barriles de gasolina para ocultar el desmadre que tienen en nuestras refinerías. A quien le rinden cuentas estos tercios?
EL GAS; SINONIMO DE CORRUPCION Y DESTRUCCION
Si lo anterior no lo ha sorprendido, la gestión del gas se ha convertido en un centro de acopio de viles representantes apoyados desde el mismo poder. Individuos que no producen, sino que asaltan al ciudadano, arruinan el país y destruyen la corporación.
El caso del [https://twitter.com/einsteinmillan/status/1358388687550226437?s=11] rufián de PDVSA Gas Comunal Jacob Grey es prueba de ello. Pero ello no es nuevo, ya que desde 2008 la mayoría de los vicepresidentes de gas y presidentes de PDVSA Gas [https://www.aporrea.org/energia/a299745.html], tienen o han tenido cuentas pendientes con la justicia.
El ministro habla de recuperar la capacidad de procesamiento de gas en un país que sin tener industrias activas posee un déficit monumental. Teniendo al frente de sus ojos una empresa sumida en corrupción, desorganizada e ineficiente. Una empresa que a duras penas produce cerca de 2.500 MMPCD, pero que ventea y quema una cifra cercana a 1.500 MMPCD; es decir el 60% de lo que produce.
No se equivoque nadie, deseamos genuinamente que el país florezca y que PDVSA sea la primera empresa global. Pero pescuezo no retoña y menos con una empresa minada de corruptos, aprendices y una alergia arraigada al conocimiento y la tecnología.
Los Venezolanos estamos en la obligación de salvar y rescatar muestra industria, de las manos de los asaltantes, incapaces y corruptos, sean estos apoyados desde el poder o apoyados desde la oposición y sus aliados.