Pensar en privatizar PDVSA en la actual coyuntura por la que atraviesa, es una aberración no solo financiera, sino política, geopolítica y estratégica. Es la salida menos conveniente a un problema que, aunque complejo, posee múltiples vías de solución factibles [ Einstein Millán Arcia: ¿Cuánto necesita Pdvsa para alcanzar 3 MMBPD? - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org) ].
Privatizar es la salida que plantean los mismos individuos que participaron en sabotaje terrorista de 2002, en la fallida apertura Venezolana y colombiana [ Einstein Millán Arcia: PDVSA; La huella putrefacta de la mitocracia Ad-Hoc; Conspiración y retos - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org) ], en el saqueo de Monómeros y en la actual crisis por la que atraviesa Citgo.
Quienes piensen que en la privatización masiva de PDVSA está la solución, no han aprendido nada de la historia contemporánea de Venezuela. El éxito de PDVSA no está en la privatización, sino en el rescate de las instituciones Venezolanas, en la independencia de poderes y en un redimensionamiento transversal en su actual arquitectura y manejo.
Innegable que nuestra industria ha venido sufriendo una embestida sistemática, siendo el objetivo de una creciente corrupción y un grosero y despiadado saqueo desde las manos de individuos cercanos al poder político-militar, pero también desde los espacios de diversos intereses transnacionales.
Venezuela hoy tiene la oportunidad de retomar el camino de la democracia verdadera y de sanear nuestras instituciones. Una votación masiva, unida y monolítica el 28J, garantizaría un cambio hacia adelante, con el ojo celoso y vigilante del ciudadano.
El Valor de PDVSA
El valor representado en activos de PDVSA desde tiempos de la vieja "mitocracia" estuvo siempre encajonado en torno a un nivel marginal, incluso durante la apertura petrolera. Este se mantuvo históricamente por debajo de los $55.000 MM [RT:2023] hasta incluso entrado1999, de allí que el objetivo [o resultado a lo sumo] nunca fue añadir, ni crecer, sino extraer valor.
A partir del nuevo milenio y antes de la llegada del madurismo, PDVSA fue otra. Nuestra industria experimentó un cambio notable hacia adelante, donde tanto los ingresos como el valor representado en activos, mostraban un innegable alza sustancial y sostenida.
Mientras los ingresos brutos superaron los $167.000 MM [RT:2023] el valor representado en activos remontaba los 280.000 MM [RT:2023], multiplicando por más de 5 veces el máximo valor alcanzado durante la vieja PDVSA. Por supuesto, nadie hablaba de privatizar nuestra industria petrolera para entonces.
Usted podrá aludir que el ciudadano de a pie no percibió un centavo de dichos dineros, ni antes, ni después de H. Chávez, y que solo los vivos y allegados al poder se lucraron y ciertamente tiene usted razón.
Antes de la nacionalización entre 1958 y 1976, en presencia de las empresas privadas operando nuestros activos petroleros, la nación vio derrumbar su PIB sostenidamente en cerca de un 20%, mientras crecía la desigualdad social, se llenaban de barrios nuestras ciudades, en medio de una aparente e inestable burbuja que desembocó luego en 1983, en el viernes negro y más adelante en el masivo endeudamiento ante los organismos multinacionales.
Venezuela disfrutaba de cierta libertad política, pero crecientemente el Venezolano veía desaparecer su libertar económica en medio de un saqueo progresivo y galopante, con gobiernos donde la corrupción, el nepotismo, las amantes presidenciales y el arribismo eran cada vez más comunes, desembocando en el "caracazo" y posteriormente en el advenimiento del Chavismo en el poder.
Antes de la llegada de Chávez y aun con la mitocracia a bordo, el dinero fue centrifugado de vuelta al exterior desde la misma PDVSA, con negocios que solo favorecieron el interés transnacional y poco o nada dejaron al país, reduciendo al mínimo histórico el aporte fiscal y los ingresos netos a la nación, particularmente durante la seudo privatización vivida durante la apertura petrolera con el hoy venido en desgracias, L. Giusti a bordo [ PDVSA, Mitocracia, Revolución y Decadencia - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org) ], el dos veces seudo ejecutivo del año [ Einstein Millán Arcia: Pdvsa, de ejecutivo del año a acusado por estafa - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org) ].
Entre 2010-2012, ya con un presidente moribundo que gobernaba a distancia y/o mediante una firma electrónica, el deterioro de la nación, de sus ciudadanos y PDVSA, fue imparable y creciente, desapareciendo miles de millones entre saqueo, corrupción y destrucción, ante unas instituciones y un gobierno complacientes y a los efectos ausentes. Hoy el saqueo y la destrucción aún continúan hiriendo de muerte no solo nuestra industria sino nuestra patria.
El éxito de PDVSA y del aparato económico del país no depende por ende de la privatización, ni de la presencia de transnacionales, sino de un gobierno, de unas instituciones y de ciudadanos que sirvan con fervor al mejor interés de Venezuela y los Venezolanos. Dependen de un gobierno, de unas instituciones justas, respetables y sobre todo confiables y severas en la aplicación de las leyes.
No es casualidad que precisamente cuando el valor de PDVSA se encuentra deprimido y en su punto más bajo, esos mismos intereses ajenos a la patria que prevalecieron antes de la nacionalización, apertura y el sabotaje terrorista de 2002, reflotan y se pronuncian en pro de la privatización de nuestra industria petrolera, como la piedra angular a la solución de la sequía financiera y su deterioro. Opinan sin otro argumento que sus propios intereses y no desde el interés de la nación y sus ciudadanos.
Privatizar PDVSA en las condiciones actuales constituye un acto de traición a la patria, una acción que entregaría en bandeja de plata un valor cautivo de un potencial incalculable, a diversos intereses foráneos y arrebataría a los ciudadanos Venezolanos la posibilidad de construir un mejor futuro, en un país, con un gobierno y un estado donde la ley y el orden prevalezcan, como todos esperamos sea el caso luego del 28J.
No es que pensemos que será fácil reflotar nuestra industria petrolera. No lo será ni política, ni social, ni operativamente, ya que requiere de acciones poco amigables y de muy alto impacto para para poder procurar y acelerar el cambio. Pero nada distinto haría cualquier transnacional.
Y si usted es de los que piensa que la tranca es el capital, pues piense de nuevo. Como hemos repetido múltiples veces en el pasado, existen múltiples vías para tener acceso al CAPEX y OPEX requerido al menos para el primer año de actividad y de allí procurar el despegue y crecimiento.
Si usted tiene alguna duda, entonces usted no está consciente de que, así como el tahúr sirio libanes t. aissami y su mafia pudieron sustraer al menos y que se sepa $23.000 millones de PDVSA sin ser notados, existe en consecuencia múltiples opciones para tener acceso a capital.
Ese mismo dinero robado por el allegado al poder t. aissami, podría con creces haber servido para sostener por más de dos años, el costo de capital y gasto operacional de nuestra industria sin apelar a endeudamiento.
Estamos en consecuencia seguros que, contando con el apoyo de un gobierno y unas instituciones firmes, probas, vigilantes y volteadas hacia adentro, es posible revertir la destrucción de PDVSA en un plazo de tiempo prudencial y sin representar endeudamiento masivo a nuestra nación.