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Tellechea, y sus: ¡Primeros 100 días para recuperar PDVSA!

"Trabajar mantiene a todos alertas, la estrategia proporciona una luz al final del túnel, pero la gestión del proyecto es el motor del tren que hace avanzar a la organización".

Fin de la cita. ~

Joy Gumz.

Para recuperar PDVSA, y toda la industria, cuya producción petrolera se estima en estos momentos según altos expertos en la materia consultados es de aproximadamente unos 450.000 barriles diarios, cifra muy por debajo de los 3.500.000 de barriles diarios producidos cuando la revolución llegó al poder en 1999. ¿Cómo explicar este desastre? Y a lo cual Pedro Tellechea en sus primeros 100 días de gestión, tendrá que mostrar con cifras en la mano, la reacción positiva del paciente PDVSA, hacia su recuperación, y posterior estabilización. Como se dice en criollo para: "empezar a verle el queso a la tostada".

Desde 1999 se cambiaron las políticas petroleras reinantes para ese momento, y hoy a 23 años vemos las consecuencias que ha causado este desastre.

En esa época, PDVSA instrumentaba los procedimientos tendentes a continuar con el proceso de "apertura a capitales privados, lo que hace hoy el gobierno de Maduro con la Chevron", con el objeto de incrementar el potencial de la producción petrolera, la cual crecía a una tasa de 200 mil barriles diarios (MBPD) cada año, lo cual generaba un inmenso flujo de caja para el país.

Esta era la gerencia política petrolera, que había decidido en una secuencia de estrategias, alcanzar la meta de los 6 millones de barriles diarios, y que fue aprobada, por una mayoría de parlamentarios gran parte de ellos con formación académica, ya que no eran ningunos eunucos , ni fanáticos políticos de la galería, en un sesión conjunta de las dos Cámaras del Congreso de la República, tal como lo establecía el Artículo 5° de Ley Orgánica que Reserva al Estado Venezolano la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, también conocida como "Ley de Nacionalización", en vigencia para ese momento.

Pedro Tellechea nuevo presidente de PDVSA, tiene que entender esto, y si se deja ayudar, para que tenga éxito en su gestión, y proponerlo en la junta directiva, y hacerlo del conocimiento del alto gobierno nacional de que una nueva Ronda de: "Convenios de Exploración a ‘riesgo y producción’ bajo el esquema de ganancias compartidas’", con empresas transnacionales y nacionales de mayor prestigio mundial que compitan por explorar, a su exclusiva cuenta y riesgo, los bloques y cuencas sedimentarias del país. Esto generaría confianza en el país por parte de los inversionistas extranjeros, y en las empresas participantes, si se genera pulcritud en el proceso para las empresas que participen en esa licitación.

Hoy, existe una confusión en cuanto a potencial o capacidad de producción, y la producción real de pdvsa. La producción es lo que en un momento específico se produce atendiendo los lineamientos del gobierno, y de las coyunturas del mercado, mientras que el potencial de producción es la capacidad total de producir en un momento dado, utilizando la infraestructura disponible para hacerlo. La forma más fácil de ilustrar la diferencia es: que con una infraestructura destruida, sin inversión, sin tecnología, y sin recursos humanos no se puede recuperar la industria petrolera.

Hay que resucitar los contratos de la "Apertura Petrolera" ya que fueron diseñadas para servir al país, tanto en la época de bonanza, como en el de crisis como la actual, pero se perdieron mas de 20 años, y hoy estamos a tiempo de enmendar ese error señor Pedro Tellechea.

El error, de haber politizado PDVSA para controlar, y doblegar a su personal, y malbaratar su flujo de fondos, le infligió una herida mortal a Venezuela. La purga de sus mejores ingenieros, técnicos, operadores, y su persecución politiquera inmisericorde; fue diabólica. El nuevo presidente tiene que llamar con urgencia a los últimos renunciantes de pdvsa, para que regresen a sus puestos de trabajos nuevamente, bajo otras condiciones.

Hay que revertir la migración forzada de los convenios con las empresas mixtas, las cuales quedaron a merced de una burocracia parasitaria, y con limitaciones financieras que los impulsores de esa migración les impusieron a favor de PDVSA. Siendo sustituidas por empresas que no logran levantar cabeza. La apropiación indebida de los fondos de pdvsa hacia fines políticos, redujo las inversiones requeridas en esa industria extractiva, y eliminó los programas de mantenimiento.

La destrucción organizativa de su perfil petrolero al incorporarla actividades que no son propias de una empresa petrolera: como vender pollos, verduras, construir viviendas etc. El regalo continuo de crudo, y productos para sostener alianzas político-ideológicas regionales orientadas a controlar socialmente a la población ha tenido un alto costo para la nación.

La corrupción, los chatarreros, y el vandalismo acompañaron a la destrucción de su infraestructura, junto a la pérdida del valor de los salarios petroleros, además del endeudamiento extremo, y la falta de cumplimiento en sus vencimientos no solo de las deudas, sino también de las facturas comerciales.

Todos estos elementos, conformaron un mantra diabólico, en el mal manejo gerencial de la industria petrolera, y sus similares públicas y privadas, destruyeron todo a su paso señor Tellechea, cerrando toda posibilidad de salvación de la Industria Petrolera Nacional, reduciéndola a escombros, chatarra y contaminación, eso que usted esta recibiendo es el cadáver de la otrora PDVSA, que estuvo de quinta en el ranking mundial petrolero.

La Apertura Petrolera generó un potencial de producción hasta que el gobierno consideró equivocadamente que se había llegado al máximo limite delos proyectos de la Apertura Petrolera, y a su potencial histórico, por la entrada de 1,5 mmbpd adicionales. Ahí comenzó el cáncer petrolero en forma continuada, especialmente en las operaciones propias de PDVSA, afectando también a todas las empresas mixtas, que quedaron en pie después de las orgias de las expropiaciones. Ayudada por la caída de los precios petroleros.

Cuando se hizo evidente la caída de la producción, Rafael Ramírez lanzó en el 2005 el Plan Siembra petrolera para levantar la producción, y llevarla a 6.000.000 de barriles diarios en 2012. Pues ese plan petrolero también fracasó.

Esos planes como el de Magna Reserva, y Siembra Petrolera, tenían como fin objetivos políticos estratégicos ideológicos, muy alejados del negocio petrolero, alejados de la realidad de ese mundo, los resultados les mostraron un desenlace diferente echándole ala culpa al imperio yanqui.

Duplicar el potencial de producción del país no es tarea para neófitos, y chigüires. De no arrancar con recursos humanos altamente conocedores de la industria, veríamos un nuevo fracaso señor Tellechea, no sorprendería, ya que se debe contar con una gerencia calificada para instrumentar un plan de recuperación petrolera de esa envergadura, y contar con un marco legal, y fiscal que incentive la inversión en ese sector.

El resultado de haber metido ideólogos revolucionarios, que no sabían nada de petróleo, y confundían un mascá de chimo. Con una gota de petróleo, que diseñaron leyes, junto a condiciones fiscales absurdas, y unas primitivas relaciones contractuales estatistas, a pie juntillas con la rampante y corrosiva corrupción, convirtieron a PDVSA en un tísico-técnico/comercial/petrolero.

Hoy el presidente Nicolás Maduro intenta atraer inversiones extranjeras para levantar la producción. ¿Será escuchado ese llamado, por los inversionistas del sector?

Hasta que no haya gente calificada al frente del sector petrolero creo que será muy difícil escuchar ese llamado ya que se creo en el sector petrolero: "Mucha fama negativa, y nos echamos a dormir". En todo este tiempo, PDVSA, y el Estado, no le hicieron caso a las "criticas".

Cambiaban arbitrariamente las reglas del juego, expropiaban, dejaron de pagar, existen adentro todavía muchos involucraros en corrupción de diferentes tipos.

Todos estos errores sucedieron, en la mayoría de los casos, haciendo caso omiso a las expectativas de rendimiento que tuvieron los socios cuando decidieron invertir miles de millones de dólares confiando en la buena fe de PDVSA. En consecuencia, es de esperar que cualquier inversionista se quiera proteger contra estos riesgos en el futuro. Ya se ven a contratistas que solo hacen trabajos pre pagados. Los nuevos inversionistas utilizaran factores de riesgo país más elevados de los que corresponden, si no hubiéramos incurrido en todos los impagos, y abusos de orden económico, y moral que se han venido cometiendo hasta ahora.

A todo evento, el riesgo país es algo que solo con hechos y trayectoria se puede enmendar. El resto de las condiciones, legales, fiscales y ambientales, requieren ser reformuladas para que sean sinónimos de transparencia, confianza, seguridad jurídica, y responsabilidad ambiental.

La actual situación de los recursos humanos de PDVSA, es preocupante, hoy la empresa se encuentra incapacitada operativa y financieramente. También parece ser una empresa políticamente intervenida, a juzgar por las continuas peroratas discurseras, por parte de diferentes personeros del gobierno. Además, es muy preocupante el hecho de que muchos de los trabajadores en posiciones técnico/operativas han abandonado sus puestos por las condiciones, y salarios devaluados. Aun así existen muchos empleados con conocimientos, y buenas intenciones que quieren volver, si se corrige el deterioro de la parte organizativa, que les permita desarrollar sus labores como debería ser. Formando equipos con los operadores, y técnicos remanentes para mantener la operatividad de la industria, es algo que se pueda lograr, seria de tremenda utilidad.

El bienestar del pueblo venezolano depende de la recuperación de la economía, cuyo único motor de arranque es le reactivación de la industria petrolera, gasífera y petroquímica. Esta se debe llevar a cabo reconociendo las condiciones reinantes; desarrollando los proyectos de ciclos más cortos, y costos de producción más bajos con el concurso de todos los venezolanos de buena fe, algunos para elaborar, y aprobar las leyes, reglamentos y normas, otros ayudando a la instrumentación de los planes y otros preparando la generación de relevo, y los demás estableciendo una relación de entendimiento, y apreciación del proceso de rescate de nuestra industria petrolera.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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