La semana pasada Reuters reporta [Venezuela's oil exports surge in July to highest in over 3 years | Reuters] que las exportaciones de PDVSA aumentaron en julio al nivel más alto en casi tres años y medio promediando unos 877,032 BPD. Asegura el artículo que dicha cifra es impulsada por la firma de nuevos contratos de suministro y más envíos de Chevron. Sin embargo, tanto las cifras como el mismo artículo parecen conflictivas en sí mismo.
Según el mismo artículo, la transnacional pasó de exportar unos 134,000 BPD en Junio a 160,000 BPD durante el mes de Julio; una diferencia de solo 26,000 BPD o 16% del total de incremento en volumen de exportaciones, mientras que el aumento en las exportaciones mes a mes fue de ~161,000BPD, al haber pasado de ~716,000 BPD en Junio a ~877,000 BPD en Julio.
Por un lado dicho aumento en las exportaciones no es significativo frente al salto en las cifras de exportación, mientras que por el otro lado la mayor porción de los envíos tuvo como destino, Asia.
¿De dónde surgen los otros barriles, si la producción de PDVSA ha estado estancada prácticamente a partir del mes de Abril, fecha en la que Chevron estabilizó la producción en los activos que opera, en el entorno de 118,000 BPD más su diluyente?
La producción está tan estancada, que será imposible alcanzar la meta del millón de barriles por día ofrecida ilusamente por el ministro P. Tellechea para el mes de Agosto [Einstein Millan Arcia on Twitter: "Ilusa la meta ofrecida por @tellechearuiz de 1,000,000 BPD para agosto. Era un plan de Mickey Mouse el presentado el pasado mes de mayo por #PDVSA. Un plan incoherente y sin ningún sentido tal y como lo expresamos antes. LEA: https://t.co/CJh7PQrR0g https://t.co/Vue3E0DU8X" / X].
La trampa
Cualquier aumento o caída en las cifras de exportación debe ser correlativa con la producción, a menos que se incorporen a los mismos, volúmenes adicionales proveniente de inventarios y/o diluyente reciclado. Un truco utilizado para dar la falsa sensación al país y/o a los mercados, de un "aumento o mejora en el desempeño de la industria petrolera", que ha sido práctica común desde las (indi) gestiones de M. Quevedo, A. Chávez y el hoy prófugo, T. Aissami.
Para comprender mejor el maquillaje de las cifras de exportación reportadas durante el mes de Julio, es necesario hacer un balance volumétrico de PDVSA. La producción de hidrocarburos líquidos de la nación está compuesta de crudos, condensados y LNG. Los reportes de producción de la OPEP solo reflejan y discretizan por país, la producción de crudo, mientras que muestran una cifra global de líquidos del gas natural (NLG’s) y crudos no convencionales.
Venezuela actualmente produce un volumen combinado de entre 50 a 55 MBD de condensados y LNG, lo cual habría que sumar a la cifra de crudo reportada por la OPEP, para poder tener una idea más clara de la producción consolidada. PDVSA y sus socios para producir y mejorar sus crudos pesados y extrapesados incorporan durante distintos procesos, un componente fraccional cercano al 35% en volumen de diluyente a dichos crudos; unos 160,000 BPD en total, incluido unos 43,000 BPD de Chevron. Internamente el país consume en procesos aguas abajo cerca de 170,000 BPD de crudo de alimentación.
PDVSA produce en promedio unos 110,000 BPD de condensados, livianos, lo cual la obliga a importar unos 51,000 BPD de fracciones de diluyentes/naftas, para satisfacer distintos procesos aguas arriba y aguas abajo, viéndose obligada a pagar en especie o desembolsar alrededor de $120,000,000 mes. Algo inexplicable en un país con más de 22,000 MMBBls reservas de crudos livianos, medianos y condensados aun por desarrollar.
El reporte OPEP del mes de Julio refleja una producción directa/secundaria de 810,000/772,000 BPD, representado una variación en volumen entre Junio y Julio de +14,000 BPD, mientras que el salto en las exportaciones; repetimos, fue de 161,000 BPD.
Considerando las cifras ya expuestas, el balance volumétrico sugiere que PDVSA pudo haber incorporado un total de ~184,000 BPD o ~5,500,000 Barriles-mes de inventarios aparte del diluyente mismo, a las cifras de exportación reportadas para el mes de Julio.
Posiblemente, dado que tanto las exportaciones de Chevron (160,000BPD) como las de Repsol (60,000BPD) y los envíos a cuba e Irán, no aportan en su totalidad ingresos a la nación, ya que conforman un mecanismo de cobro de deuda y pago en especie; sin incluir saldos pendientes con Rusia y China, la industria puso mano a los inventarios para aprovechar la coyuntura de elevados precios del barril experimentada a partir de principios de Julio.
Pero nuestros crudos son a menudo triangulados con grandes descuentos a través de una intrincada red de intermediarios allegados al poder, "traders" y aliados políticos, para facilitar la corrupción y el pago de comisiones. En consecuencia, la merma en los ingresos netos de PDVSA y el daño patrimonial a Venezuela es y sigue siendo de proporciones colosales, lo cual se facilita; porque además de la debilidad institucional, el país desconoce en profundidad la extensión de dichos acuerdos, ya que permanecen encubiertos por la oscura ley antibloqueo.
Ese desangre y descapitalización ha deteriorado significativamente la situación financiera del país, la calidad de vida del Venezolano y la capacidad de maniobra de la industria petrolera; ha facilitado el saqueo de nuestros recursos (caso tareck el-aissami y su banda). Lo peor es que se sigue agudizando aún más.
Así es como se destruye un país, una industria y una sociedad. Si en 2024 no se consolida un cambio profundo en la dirección política, militar y social, Venezuela tal y como la conocemos terminará de desaparecer, la pobreza se masificará y la nacion pasará a ser propiedad de individualidades y de intereses partidistas.
Es hora de sacar la maldad de Miraflores de una vez por todas.