Una mirada al pasado
Transcurría el año 1979, cuando en el mes de Febrero el ayatolá Khomeini, desplazando del poder al Sha de Irán, tomaba el control del país persa al frente de la Revolución iraní. Este acontecimiento histórico, marcaba el inicio de la mayor escalada de precios del petróleo que conocería la humanidad hasta ese momento, la cual se vería agudizada por el estallido de la guerra entre Irán e Irak en Septiembre de 1980 y que elevaría los precios a sus máximos históricos.
El impacto de los precios sobre la economía mundial no se haría esperar, la demanda comenzaría a retroceder y las economías de las principales potencias empezarían a resentirse. Como era de esperarse, las presiones sobre la OPEP para el incremento de su producción se intensificarían, acusándolos de ser los responsables de la crisis desatada, al mismo tiempo que los ejércitos de Irán e Irak se destruían mutuamente ante la mirada complacida de las potencias occidentales, quiénes tras bastidores apoyaban directamente la disminución de dos de los ejércitos más hostiles hacia sus aliados de Israel.
El desarrollo de nuevos yacimientos, sustentado por los altos precios del petróleo, que hacían factible económicamente el uso de tecnologías de explotación aguas profundas, especialmente en el Mar del Norte, añadiría producción fresca a los mercados, la cual remplazaría parte de las importaciones provenientes del Medio Oriente. Esta situación sería usada como pretexto por los Sauditas, quienes en una estrategia por recuperar mercados, elevarían su producción unilateralmente irrespetando los acuerdos establecidos en el seno de la OPEP.
Adicionalmente, en 1985 Arabia Saudita decide abandonar el sistema precios cotizados (Posted Prices) para imponer unos nuevos contratos que protegían las ganancias de los refinadores (Contratos Netback), atando sus nuevas fórmulas de precios a los hasta entonces novedosos precios ocasionales (Spot Prices). Esto marcaría la victoria de lo países consumidores sobre los productores en el control de los precios de crudos, en medio de una lucha librada en contra de los países productores agrupados en la OPEP, quienes venían ejerciendo el control sobre la fijación de los precios.
El error táctico de los sauditas habría derivado en el desplome de los precios de petróleo, en lo que se conocería como la crisis de los Netbacks, logrando poner de rodillas a la OPEP, tal como lo había anunciado el presidente norteamericano Ronald Reagan en 1986 y que desencadenaría una época de desinversión en la industria petrolera, que más tarde, en el año 2004, incidiría en el resurgimiento de los precios del petróleo hasta escalar nuevos récords históricos en el año 2008.
De vuelta al presente
El pasado 22 de Junio se celebró en Yeddah, convocada por el Reino de Arabia Saudita, una cumbre energética entre los países consumidores y productores, con la finalidad de plantear soluciones a los precios récord alcanzados este año por el hidrocarburo.
Como en el pasado, una vez más los países consumidores enfilaron sus baterías en contra de la OPEP, responsabilizándolos de los altos precios y exigiéndoles elevar su producción para evitar que la economía mundial caiga en la más grande recesión desde la crisis de 1929, sin recordar que como consecuencia de la desinversión de los 90, la capacidad ociosa de producción habría descendido a su nivel más bajo en la historia, atando de manos a los productores a la hora de elevar su producción y hacer retrocedes los precios.
Cuando en el pasado los altos precios del petróleo sirvieron para financiar la inversión en el desarrollo de nueva producción como la del Mar del Norte, hoy en día vemos con sorpresa como el sector refinador no invierte lo suficiente en la ampliación de su capacidad a pesar de estar atravesando por una época de bonanza que le reporta márgenes récords. Casos como el de EEUU, que consume casi una cuarta parte del petróleo que se produce en el mundo, no ha visto construir una nueva refinería desde 1976, lo que ha originado cuellos de botella en refinación que elevan los precios de los combustibles y que ya empieza a arrojar señales de desaceleración de la demanda, del mismo modo como ocurrió a principio de los 80.
Al igual que al comienzo de la segunda crisis petrolera, el principal temor de los consumidores se centra actualmente en el impacto de los altos precios del petróleo sobre su economía, en medio de una crisis financiera que está impactando notablemente a las principales economías mundiales y que está contribuyendo a la desconfianza de los inversores, quienes en busca de refugio seguro de los capitales, han vertido el influjo de dólares a los mercados de commodities presionando los precios e impulsando una espiral especulativa que pareciera no tener fin. Lo que en el pasado se erigió como la solución de los países consumidores al yugo establecido por la OPEP sobre la fijación de los precios del crudo, mediante el establecimiento de los mercados spot y los mercados de futuros, hoy pareciera que se torna contra ellos, siendo uno de los principales motivos detrás del incremento de los precios.
El enorme déficit comercial de los EEUU y la falta de competitividad de los productos norteamericanos en comparación con las economías europeas y asiáticas ha derivado en la pérdida de valor de su moneda en un intento por tratar de recuperar los mercados perdidos y reactivar su aparato productivo. Contrariamente, esta estrategia ha contribuido a elevar las presiones inflacionarias y a incrementar los precios del petróleo, que tienden a corregir su valor de manera natural ante la pérdida del poder de compra de la moneda que domina su comercio internacional.
Amenazas contra Irán por parte de Israel, EEUU y sus aliados, también está presionado las cotizaciones de crudo, actuando como un factor psicológico sobre los traders que comercian con barriles de papel en el mercado del NYMEX (New York Mercantil Exchange) y el ICE (Inter-Continental Exchange) de Londres, ambos mercados financieros conectados al mercado físico de crudos a través de un complejo mecanismo de contratos y que contribuyen al incremento de la volatilidad y de los precios proporcionalmente al incremento de la especulación.
Todos estos factores, sumados, arrojan como resultado los niveles de precios más altos de la historia. Errores en el manejo de las grandes economías colocan el mundo al borde de una de sus peores crisis económicas y una vez más la historia pareciera repetirse, Arabia Saudita ha anunciado el incremento de 500 mil barriles de crudo de manera unilateral y fuera de cualquier acuerdo de la OPEP.
Finalizada la última cumbre petrolera de Yeddah, el único punto de coincidencia es en que los actuales niveles de precios no son los más adecuados para el mundo entero y se hace necesario coordinar esfuerzos por alcanzar valores aceptables tanto para consumidores como para los productores. Sin embargo, repetir los errores del pasado pudieran desencadenar una incontrolable caída de los precios de la misma manera como ocurrió a partir de 1984 a raíz de la crisis de los netbacks, por lo que resulta preciso, para la estabilidad de los mercados, mantener la disciplina interna en la defensa de los intereses por parte de los países de la OPEP, si no se quiere quedar de rodillas una vez más.
Coincidencias históricas
1. En los 80, las grandes potencias mundiales, en especial los EEUU soportan al estado de Israel en sus planes de seguridad en contra de sus principales enemigos de la región, promoviendo una guerra fraticida entre a Irán e Irak.
Resultado: Incremento de los precios del crudo.
En la actualidad las grandes potencias mundiales, en especial los EEUU soportan al estado de Israel en sus planes de seguridad en contra de sus principales enemigos de la región, primero fue la invasión a Irak y ahora es la amenaza contra Irán.
Resultado: Incremento de los precios del crudo.
2. A finales de los 70 y principios de los 80 las grandes compañías petroleras se preocupaban por invertir en la industria petrolera, contribuyendo a la estabilización de los mercados.
Resultado: Estabilidad de los mercados petroleros.
En los 2000 las grandes compañías petroleras no invierten lo suficiente en la industria petrolera y por el contrario se reparten las ganancias más grandes de su historia contribuyendo a la desestabilización de los mercados.
Resultado: Inestabilidad de los mercados petroleros.
3. En los 80 la estrategia de los países consumidores se centró en establecer un nuevo sistema de precios que sustituyera el control de la OPEP sobre su fijación, dando paso a los mercados sport y mercados de futuros bajo la promesa de hacer más transparentes los mercados.
Resultado: Disminución de los precios del petróleo y retoma del control sobre la fijación de precios por parte de los países consumidores.
En los 2000 los mercados spot y mercados de futuro han demostrado no ser totalmente transparentes y por el contrario contribuyen a la especulación, al aumento incontrolable de los precios y a la desestabilización de los mercados.
Resultado: Incremento de los precios del petróleo y de la volatilidad de los mercados. Desregularización de los mercados incrementa influencia de los especuladores sobre los precios.
4. En 1985 Arabia Saudita abandonó el sistema de fijación de precios de la OPEP (Posted Prices), para dar uso a una fórmula que garantizaba los márgenes de ganancia a los refinadores en detrimento de los intereses de los países productores.
Resultado: Desplome de los precios del petróleo, redistribución de las ganancias petroleras a favor de los refinadores y en contra de la OPEP
En el 2008 Arabia Saudita decide aumentar la producción de crudo a pesar que la capacidad de refinación mundial se encuentra operando a sus máximos niveles.
Resultado: Posible disminución de los precios de crudo más no de los combustibles y por consecuencia, incremento de los márgenes de ganancia de los refinadores en detrimento de los intereses de los países productores.
5. El incremento unilateral de producción de crudos por parte de Arabia Saudita en 1985, ajeno a cualquier acuerdo OPEP, provoca el descenso incontrolable de los precios impactando la economía de los países productores.
Resultado: Desplome de los precios del petróleo.
El incremento unilateral de producción de crudos por parte de Arabia Saudita en 2008, ajeno a cualquier acuerdo OPEP, pudiera provocar un descenso incontrolable de los precios que impactaría sobre la economía de los países productores.
Resultado: ???
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