Ser socialista

En la actualidad en Venezuela muchas son las personas que se asumen socialistas, personalmente creo que es un importante avance en un país como el nuestro, tan golpeado por el neoliberalismo y por la cultura capitalista, que gran parte del pueblo haya podido ir superando el miedo ancestral a la palabra socialismo e incluso, como ya dije, se asuma socialista; sin embargo, con tal situación se presentan dos problemas fundamentales y muchos otros derivados.

Los problemas fundamentales radican en primer lugar cuando se asume el concepto por moda, originando así tergiversaciones que lejos de superar las mentiras inoculadas por el capitalismo y los elementos de la superestructura (educación, religión, cultura, medios de comunicación, etc), los refuerzan y el otro, creo que el más grave, el que permite medir la lealtad a un proceso, gobierno y líder solo con decirse socialista, abriendo así las puertas a los oportunistas que escalan posiciones de dirección en los entes públicos y a nombre del socialismo cometen los actos más atroces frenando la posibilidad cierta del avance revolucionario; es lo que vemos en muchas alcaldías, gobernaciones, ministerios, institutos públicos, etc.

Por eso creo de suma importancia que en el seno de los partidos, movimientos y grupos que apoyan al proceso bolivariano se inicie un debate honesto sobre que significa ser socialista, muy bueno este debate especialmente en épocas de elecciones ya que permitirá hacer algunas decantaciones necesarias.

Ser socialista es ser ante todo una persona convencida de que el sistema capitalista representa el lastre más pesados que soporta actualmente la humanidad; este sistema ha sumido a la inmensa mayoría de la población mundial en el hambre y la ignorancia y amenaza objetivamente con destruir la vida en el planeta; por lo anterior un socialista no solo lucha por el derrocamiento de este injusto y peligroso modo de producción (el capitalismo), sino que además no reproduce en la práctica sus valores asociados (corrupción, tráfico de influencia, ineficiencia, consumismo, vanidad, despilfarro, individualismo, etc). Por otra parte, un socialista de verdad está convencido de la necesidad de construir una clase obrera poderosa como vanguardia de todas las demás capas de oprimidos sociales en la edificación del socialismo, un socialista y una socialista sinceros no asumen nunca posiciones anticomunistas (como las del actual Alcalde “Socialista” del Municipio Piar del estado Bolívar), especialmente porque conocen que el socialismo es un tránsito hacia el comunismo. Para los socialistas honestos y comprometidos lo fundamental es socializar los medios fundamentales de producción, por eso todo socialista que en la práctica (sobre todo para los que ejercen cargos de elección popular), aúpe, estimule o exhorte a la privatización de estos medios de producción o de servicios públicos fundamentales se hace sospechoso de ser oportunista e infiltrado o al menos de un ignorante mayúsculo incapacitado de desempañar un cargo revolucionario. Por último, respetando las particularidades de las que nos habla la ciencia, y respetando los legados de lucha de los pueblos y de sus líderes como Simón Bolívar ningún socialista puede declarase antimarxista ni antileninista. A Fidel ser un profundo admirador de Bolívar y de Martí no le impide ser marxista-leninista militante, al contrario dialécticamente lo complementa.

Pienso que lo que está sucediendo en nuestro proceso es que hay mucho gazapo, el pueblo no puede dejarse robar la oportunidad histórica de la liberación social.


*Militante del PCV


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Edgar Meléndez*


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