“…Y aquella ave ensombrecida con deformaciones en su picacho y sentido se marchó por el camino más fácil pero con mayor descrédito, donde su sendero era decorado por los fauces perversos del demonio de los filamentos blancos inquilino de la residencia de los espantos, cuyos leviatanes estaban podridos por dentro y sus olores ya apestaban ha fracaso debido a sus alas y pies de barro; sus ojos hundidos por los infinitos desvelos de amarguras y preocupaciones observaban el derrumbe de su comunicación mientras el Pueblo se unificaba internamente con la fuerza de un león y el coraje del miliciano. Un pájaro de plumaje indefinido se percibía en la lejanía de aquel limbo incierto, nadie se le acercaba, nadie le escuchaba, nadie le concebía bastimento en su difusión y todos le rechazaban por su traición y jactancia de lo que nunca tuvo ni logró; su frustración era tan grande que bajo de ella podía ocultarse el rastro de un cometa errante, por lo tanto, la estela del aerolito artificial y desconsolada quedaría disimulada bajo esa misma tribulación… Mientras esto pasaba, los epitafios sobre las piedras negras se leía: los traidores irán a las tierras de nadie, porque estos serán despreciados por ambas fuerzas y en cualquier momentos soltarán otra traición”.
La soledad no es mala compañera cuando se trata de caminar efímeramente por la senda de la reflexión; sin embargo, la soledad en lo político pudiera considerarse como una enfermedad que si no es atendida a tiempo su metástasis pudiera ser irreversible, el cual esto traería la expiración política de cualquiera. Anterior a lo manifestado debe existir algún accionar para llegar a tales incomunicaciones letales y lo más peligroso de ello es la falta de credibilidad cuando se ejerce la torpeza como profesión, ya que una persona que pretenda declarar hoy una cosa y mañana tenga una posición contraria es allí donde se inicia la graduación del torpe. Un ejemplo pudiera añadirse el comportamiento del Señor Cobis, el cual quizás pudiera hasta debatirse dentro del seno científico que ocupa estudiar la conducta de los seres vivos, donde se analizan incluso los trastornos bipolares y las desviaciones obsesivas gustativas, ya que su verbo altamente encendido y a veces contradictorio intenta ofender a personalidades a través de ciertos medios de comunicación; reseco posiblemente de alguna desvariación psíquica iniciada en su factible crecimiento traumático de manera prematura, el cual ha producido en él subrepticiamente una altísima dosis de delirios deslucidos por su largo camino hacia la frustración solitaria. Los constantes ataques ofensivos verbales dirigidos contra el Alcalde Bolivariano del Municipio Miranda OSWALDO RODRÍGUEZ LEÓN por parte del Señor Cobis valiéndose éste bajo la rubrica de comentar lo bueno y también lo malo de la administración, cosa que teóricamente pudiera decirse que es lo correcto, sin embargo, sus revelaciones deslumbradas a diario no parecen ver lo bueno de la gestión municipal y se ha caracterizado por deformar lo bueno haciendo creer que es malo, asunto que a su vez causa suspicacia por cierta indiferencia del Buró del PSUV-Falcón, ya que siendo éste “comunicador” psuvista tenga éste punto de vista insultante hacia un Alcalde del proceso revolucionario, entonces es allí donde se pudieran formar inquietudes como que hay alguien dentro del Buró que esté apoyando estas agresiones desmedidas o a caso el Buró aún “desconoce” de estos agravios, quedando así violentado el Articulo 38 en su numeral 12 sobre las Reglas Éticas, ya que si bien es cierto que el militante se debe a la crítica y autocrítica dentro del marco político para solucionar sus diferencias mediante el diálogo y el debate, rechazando por todas sus formas y medios las descalificaciones personales y grupales; por otro lado, de no corregir estas arremetidas a sus vez se estaría quebrantando también el Artículo 39 en su numeral 1 de los Estatutos del PSUV sobre la conducta de los militantes indicado en su Titulo VI del código de ética y del comportamiento de las y los militantes. Queridos lectores analíticos, es importante que estos tipos de acciones sean corregidos a tiempo, ya que de no ser así se estaría transitando por el riesgo de perder credibilidades en las organizaciones políticas, en este caso, nuestro aún glorioso PSUV. Por lo otro, las consecuencias ya se empiezan a observar desde la óptica individual, ya que el Señor Cobis presenta una alteración anímica entre su materia y espíritu en los confines cósmicos del limbo ambiguo. El debate y el diálogo está a la disposición de quién lo merece con altura, sin descalificaciones ni ofensas, hay programas dignos de ver y participar, no obstante, quienes se encarguen de hacer sus programas en un sumidero de ofensas quedaría como parte de ello quién a su vez participe en tales programas injuriosos, resultando al final de sus días un solitario eterno.
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