Razones parab votar por la Revolución Bolivariana

El más sencillo razonamiento sobre la Venezuela que aspiramos pasa por poner en la balanza el pasado reciente y los  once años de gobierno de la Revolución Bolivariana. De la cultura política adeco-copeyana, engendro del Pacto de Punto Fijo, ya  casi extintos han reproducidos los nuevos grupos que hoy disputan el liderazgo opositor con sus mil máscaras y maneras de entender la conquista del poder del cual fueron desalojados mediante el voto popular. Voluntad que se ha mantenido invicta hasta hoy a sabiendas  que hacerlo por ellos es volver a gobiernos  entregados al capital transnacional, negadores de la participación popular, represivos, corruptos y hambreadotes. 

     Sobran las razones para decir que en cada elección que se convoca  en este país se pone en juego su destino. Si a ver vamos, esta última década ha sido significativa en cuanto a la incidencia social positiva de las políticas implementadas por el gobierno. La educación y la salud, por ejemplo, han sido puntales para merecer el elogio y  reconocimiento nacional e internacional.  La declaratoria de nuestro país libre de analfabetismo posiblemente constituya el avance social más significativo de la década. Lo es por la carga de redención y justicia social para una población que por su ignorancia y desinformación fue sometida durante  siglos a la más brutal explotación.  Precisamente  el capitalismo y sus secuaces internos  supieron utilizar y jugar con esa ignorancia para sacar provecho económico, y lograr de paso inyectar su alta dosis de frustración  y desencanto. A este importante logro sumamos la masiva incorporación de la población a los niveles medios y superiores, lo cual nos permite hablar de una explosión democratizadora del proceso educativo.

     El dato que no puede faltar  es  la alta inversión y empeño que  se concreta en sembrar a lo largo y ancho del país  miles de centros  de atención médica especializada para atender de manera gratuita a nuestra población. Esto ni pensarlo con los gobiernos de la cuarta república.

     Como ven, son conquistas de este período de transición y ni  el mismo Presidente Chávez niega que hay fallas, errores y cuanto quieran señalarle a estos nobles propósitos, cuyo único objetivo es el bienestar  popular. ¿Hay más? Indudablemente que  si. Por sobre toda la mezquindad opositora, hay un Presidente y un gobierno humanista en el más amplio  sentido de la palabra. El 26-S nuestro voto es revolucionario.


juan_azocar@hotmail.com

  

 



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Juan Azócar


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