La oposición a la dictadura chavista por fin fue a elecciones parlamentarias, les funcionaron a medias las neuronas antes que las lenguas, pero aún así fue derrotada en 17 Estados, pese al proceso de cuñamentazón al que nos sometieron. Se comprobó nacional e internacionalmente que más puede en las grandes ciudades la influencia mediática y sus campañas perversas del periodismo opositor a ultranza, que los beneficios de la revolución. Las tretas, trucos, mentiras y engaños publicitarios que enemigos de la revolución bolivariana y del Presidente Hugo Chávez, echan a rodar por el mundo, utilizando medios convertidos en “agitación social”, quedaron a la vista de ocho mil periodistas entre venezolanos y venidos de numerosas partes del mundo, quienes presenciaron junto a acompañantes observadores internacionales, la jornada cívica de elegir Diputados revolucionarios y Diputados contrarrevolucionarios, para las curules del Poder Legislativo venezolano. La expectativa fue grande pero valió la pena, una jornada de elecciones que resultó independientemente del resultado, más que elección una nueva lección desde la democracia socialista venezolana, ahora bautizada por el Presidente Chávez como “democracia modélica para el mundo”. Lamentablemente vivimos la falsa y acomodaticia reacción de la oposición, que esta vez si bien puso a funcionar las neuronas antes que las lenguas de actores y moderadores de la política en televisión, radio o el oficio de escribidores y opinadores en la prensa impresa, olvidaron su no asistencia hace cinco años a la competencia por el Poder Legislativo, dedicándose al desasosiego, la desesperanza, la desestabilización y la conspiración contra la democracia y el Presidente bolivariano. Frustración habemus para el sector oposicionista de la población porque no tienen mayoría en la Asamblea Nacional, donde el PSUV les sacó más de 30 Diputados de ventaja. Ante esta nueva situación no basta tenerles comprensión, tolerancia hasta cierto punto y… mucha cautela, sino también máximo cuidado y vigilancia para evitar consecuencias desaforadas producto de sus atrasadas creencias, contando que a punta de CUÑAZOS por radio, televisión y prensa, llegarán a frustrar los sueños y avances conseguidos por nuestra patria, un pueblo bolivariano y en esencia socialista. Comprobado una vez más nuestro sistema electoral transparente, al revés de la imaginación tortuosa de quienes hablaron de trampas antes de ir a la batalla, queda advertir por lo visto, escuchado y leído, que pese a los resultados en la oposición se respira frustración aún inmensa e intensa pese a los logros mediante su CUÑAMENTAZON gigantesca, pagada por las conciencias vendidas de quienes reciben dólares de la derecha y la ultra derecha estadounidense y europea, intentando vencer la conciencia revolucionaria de cambios y la conducta individual verdaderamente democrática y participativa de una buena parte de compatriotas, luchando en la geografía nacional por darle continuidad a la nueva Venezuela soberana. Es apreciable e indiscutible -y así deben saberlo-, que no valen amenazas, ni pro-gringadas lacayas, ni pataleos, advertido el escualidismo nacional e internacional que si se atreven a venir como el 11, tendrán la contundente respuesta popular y socialista dispuesta a volver como el 13 de Abril 2002, Resígnense a esperar hasta Diciembre dos mil doce, ante las docenas de razones que demostraron cuán lejos siguen del corazón del pueblo, por erráticos, desconsiderados, saboteadores, clasistas, racistas y siempre fomentando críticas desbocadas en las cuales involucraron y prácticamente celebraron, la muerte de compatriotas revolucionarios, engañando prensa mediante a las colectividades citadinas, inmersas en el tráfago diario del vivir azaroso.
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