Resulta ser que con la determinación consciente que se tome de llevar adelante un proceso de decantación de pésima o equivocada política interna dentro del PSUV y, después a los personeros del gobierno en lo vertical sin contemplación ninguna, las “3R” harían un buen trabajo de ubicación, observación y finalmente la determinación de transformar lo que haya mediante una reforma eficiente a la brevedad posible en la implantación de nuevos cuadros con unificación de objetivos que sustenten el “posible socialismo” que se persigue en pleno SXXI y, quien registre con cautela “el embrollo que hay” en algunos estados, se va a conseguir con burócratas enconchados que han pecado con un sin fin de irregularidades sin tino alguno que han arrojado pérdida de cargos de elección popular y ha sido continua la derrota en partes del Territorio Nacional, desorden, lineamientos de mal pasatiempo, flojera, falta de principios ni visión de nuevas ideas en la compra de conciencias, y además, un mal foco de ubicación y perseverancia y buena dosis de sagacidad en la tolerancia y todo ello en detrimento de políticas comunes por el bien del colectivo comprometido con el proceso en marcha y del país, lo que ha traído consecuencias negativas a la Organización Partidista que no ha sido bien resguardada como “para satisfacer antojos leales” sin que se llegue a la R que signifique retroceso, no. Eso no.
Lo que ha resultado ha sido una “N” más bien ambiciosa, peligrosa y bien ramificada en lo interno y en lo externo, es decir una “N” robusta, caprichosa, distraída en parte, pedantona, mala acostumbrada en proponer y aceptar, confiada y a lo largo del proceso parasitaria con mas presunción de aspiración de prebendas solitarias que por lo general choca contra la mayoría disciplinada, es decir, existe una ambición desmedida por el autologro de intereses.
Las “3R” caería como un antivirus de sanidad político que le dé secuencia progresista a las nuevas ideas que como palancas realistas muevan el piso popular de la creatividad y consagración con esmerada atención que haga oportuno y válido: el empeño de mejorar situaciones que no distraigan ni nos aparte del rumbo, cuyo fin sirva a la vez, para mantener posiciones en las encuestas de la credibilidad que atraiga más personas a compartir lo fundamental de nuestras vidas como es el beneficio social-económico entre otros con más y mejores empleos que solucionen en lo inmediato las injusticias sociales que a diario vemos en todos los órdenes del espectro vivencial.
Que el poder de las “3R” sea para el pueblo y solamente para el pueblo como beneficiario real del proceso que lleva adelante el Gobierno Revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela y no torques pasajeros y, si son al cuadrado, entonces la tarea se complica en toda su dimensión de fases y, deberían ser cada una en particular de empuje hacia arriba como “R2” + “R2” + “R2” que sería 3R2 (tres erre cuadrado) y no (3R)2 que se lee (tres erre al cuadrado), pues arrojaría en total una igualdad de 9R2, lo que en tiempo y espacio sería sumamente irregular y tedioso en la revisión de la política participativa en muchos organismos del Estado.
Entonces hay que proveerse de una lupa concienzuda y esterilizada de viabilidad que sin despotismo alguno se interne con paciencia a poner al descubierto las fallas inmediatas que necesiten corrección y a poner las cosas en su lugar, donde juegue el papel que deba jugar como consecuencia de la voluntad de la mayoría de los compatriotas de llegar hasta el final e indicar con valentía los cambios que haya que hacer.
En fin, la lucha es de todos los días y jamás hay que descuidar la causa-efecto como acción-reacción de doblegar los problemas que premie la voluntad popular con la justicia social que se merece.
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