El municipio Heres del estado Bolívar (Ciudad Bolívar), ofrece, quizá como muchos otros de la geografía nacional, importantes lecciones políticas que pudiésemos generalizar para provecho del proceso revolucionario y obtener así un aprendizaje sobre errores que parece se cometen muy a menudo.
Hace más de 10 años se conquistó la Alcaldía de Ciudad Bolívar por parte de las fuerzas aliadas de la revolución para aquel entonces en la figura de un médico respetado y apreciado por la gran mayoría de la población, se iniciaba así en nuestra ciudad una etapa de avance y de conquista de espacios históricamente dominados por la derecha; sin embargo, bastaron solo dos años de la gestión del Dr. Figueroa como alcalde para que ya se percibieran signos contrarios a lo que debe ser la ejecutoria de un gobierno revolucionario en espacios de poder que deben estar puestos exclusivamente al servicio de la comunidad; el PCV advirtió a tiempo estos signos de descomposición y sus señalamientos fueron desdeñados, lo cual obligó a nuestra organización a presentar candidato propio en la contienda del 2.004.
Por motivos que ya conocemos el Dr. Figueroa resultó reelecto en esa campaña dónde solo le bastó decir que era el candidato del Presidente Chávez, pero su gobierno fue tan malo que permitió el avance electoral de la derecha; tal como era de esperarse su segundo periodo de gobierno seudorevolucionario al frente de la Alcaldía fue de “profundización” de la ineficiencia, la descomponían moral, el nepotismo y amiguismo y cualquier otra practica alejada de la ética y compromiso revolucionario. Ya para el 2.008, en las elecciones regionales de noviembre, la derecha logró el triunfo en la capital del estado Bolívar a través su candidato y actual Alcalde Víctor Fuenmayor, representante de lo más retrógrado de la política local y regional.
Estas situaciones deben llevarnos por obligación científica y por compromiso verdadero con la causa popular a serias reflexiones en el campo revolucionario que apunten a la superación de fallas y errores que en general se están cometiendo en desmedro de la revolución, propongo 6 pero de seguro hay muchas más:
1.- Es evidente la necesidad de conformar cuanto antes una dirección colectiva del proceso dónde todos los factores aliados podamos hacer un balance de fallas y errores más allá de la militancia particular de cualquier gobernante, porque los intereses de la revolución deben estar por encima de los intereses grupales o partidistas.
2.- No subestimar a la derecha y mucho menos hacerlo en lo electoral.
3.- Entender que en política los errores de hoy se pagan mañana y por tiempo indefinido.
4.- No puede haber nadie asociado a la corrupción, ineficiencia y burocratismo que sea revolucionario/a, así se vista de rojo.
5.- No se puede seguir jugando al desgaste del Líder del proceso poniéndolo a levantarle la mano a hombres y mujeres que no estén bien conformados ideológicamente y cuya trayectoria y valores revolucionarios estén comprobados.
6.- Que el encuentro y articulación de la unidad revolucionaria, ya lo hemos afirmado antes, no puede gravitar exclusivamente en torno a lo electoral, por el contrario la unidad electoral debe ser consecuencia de un programa en común que apunte a la consecución de las metas de la revolución y no como coyuntura para beneficio grupal o de tendencias.
El pasado 26 de septiembre, aunque por poco margen, la derecha volvió a ganar en Ciudad Bolívar, es urgente que aprendamos de los errores.
*Militante del PCV