Los matavotos...¡no cogen escarmiento!

Quien siga buscando las causas de los resultados electorales del 26-S puede resumir su investigación en lo que semanas antes de las esas elecciones el Profesor Luis Brito García llamó los “matavotos”. Tal especie y su procedimiento para restarle simpatías y votos a la causa Bolivariana  los presentó este notable escritor con pelos y señales. Hombres y mujeres, compatriotas funcionarios y funcionarias de la administración pública desde las alcaldías  hasta los ministerios, concejales, alcaldes, gobernadores, legisladores, asambleístas que se empeñan en ser la antítesis del servidor público.

     Al respecto, voy a repetir lo que nos decían nuestros padres  y abuelos cuando no oíamos sus consejos o no hacíamos caso: “Este muchacho no coge escarmiento, y por eso es que le siguen pasando vainas”. Bueno, supongo que el presidente Chávez ya no haya qué hacer con algunos de sus muchachos. No hay un discurso en el cual no señale, advierta, implore, ruegue o clame sobre la primerísima necesidad de luchar y trabajar codo a codo con el pueblo todos los días.  Ser funcionario público y no prestar el servicio con  eficacia y honestidad es sencillamente traicionar el empeño y llamado que hace el presidente con un promedio de tres veces  al día.

    Los “matavotos” están en todas partes, desde la base hasta la élite dirigencial, y no hay dudas que más allá de sus estridentes discursos en los cuales involucran a Marx, Bolívar y el Che Guevara, su manera de actuar tiene como objetivo  culpar a Chávez de todo lo que no funciona. Y como está de moda llamarlos “quinta columnas”. Eso son. No cambian o como se dice en Cumaná, “no tienen compón”. En esta gente y su manera de comportarse es la otra cara de un dirigente revolucionario. Pareciera que no habitan en su ciudad. Si es el caso de Cumaná, por ejemplo, no ven que nuestras calles se deterioran cada día por la cantidad de huecos que las hacen intransitables y feas. El trato para las calles es el mismo para con los trabajadores dependientes de la gobernación de Sucre. Jamás habíamos oído tanto descontento por deudas y otras reivindicaciones  con el personal fijo y contratado, que no dejan de manifestar su desesperanza y frustración.

    Todos estos comportamientos nos obligan a decir que los “matavotos” están en nuestras narices. No son sinceros ni humildes. De socialistas…ni hablar. No aprenden de las lecciones que les da el mismo pueblo. Y de los golpes electorales, ellos como la oposición creen que es “culpa de Chávez”. Como no se han percatado que ser revolucionario y  construir el socialismo es algo serio, si no se les da un parao  van a seguir con su vacilón. Ello significa desprestigiar y hacer aguas todo el esfuerzo del Presidente Chávez y convertir la causa revolucionaria y socialista en un proyecto insípido, inodoro e incoloro. Me convenzo que no lo lograrán y quienes los animan, no volverán.

juan_azocar@hotmail.com



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Juan Azocar


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