Parte IV

Pelones en revolución

 ¡Claro que tenemos algunos pelones en la Revolución Bolivariana de Venezuela, ya que no somos perfectos! No nos vendemos al mundo entero, ni nos alabamos, ni gritamos las bondades de una revolución que beneficia a una mayoría ciudadana.

Lo importante para los venezolanos es que se nos respete como seres humanos y no se violente nuestra soberanía. No nos ocupamos de los demás si no es para mostrarles nuestra solidaridad y para compartir.

Pero si, tenemos nuestros pelones.

Para la revolución bolivariana es vital, una prioridad en cualquier convenio que hagamos con nación amiga, precisar y exigir como premisa la transferencia de tecnología.

Eso no tiene discusión.

Donde estamos pelando feo, es que pese a lo que se está haciendo en ciencia y tecnología, no tenemos un semanario científico que recoja el acontecer científico y el tecnológico, que muestre las capacidades que existen, quienes hacen investigación aplicada, quienes resuelven los problemas prácticos de cada día en el campo, en la siembra de tomates, lo que se hace frente a las más variadas plagas, las razones del crecimiento de producción de un cultivo por hectárea, del aumento de la productividad en leche, el amento del cultivo del arroz, del maíz, de la caraota y cualquier cantidad de rubros.

El que más divulga –porque lo vemos semanalmente- es el líder de Confagan, con Semillas y Senderos, el mejor programa de la televisión que tiene que ver con nuestra realidad agropecuaria alimenticia.

Hay otros esfuerzos que se hacen en la revolución, pese a que el individualismo –como siempre- se lanza con ferocidad contra ellos para eliminarlos. Ni siquiera los nombro para evitar ensañamientos.

Bueno, ese pelón, el de la carencia de un periódico científico y tecnológico (¿Cuántas universidades y centros de investigación tiene gente dedicada a producir en sus más variados departamentos?) es realmente tremendo.

No se trata de reproducir lo que, en el área científica hacen en otras naciones; lo que debe intentarse hacer es un periodismo informativo, de análisis y de interpretación de lo que se hace en ciencia y tecnología, crítico, deslastrado de ese sentir científico del método occidental, como si la ciencia no existiera desde antes y en todas partes de mundo.

Lo que se necesita es una decisión política del primer nivel en esta revolución para que las cosas florezcan, porque de lo contrario, es como estar con la pareja en una sala de partos, contracción tras contracción, hasta que nace la criatura.

Eso también lo sabe todo el mundo. Una realidad que está allí.

El periodismo que se encarga de la actividad científica y tecnológica no es precisamente un periodismo de la lisonja, porque es como el deportivo, que muestra situaciones o cosas exactas.

Nadie puede decir que cuando revientan a un corredor en primera, o lo sacan de calle, vulgo out, el árbitro va a cantar jonrón, porque si lo hace, deberá correr y esconderse de la furia del público.

Tampoco nadie podrá descalificar a una vacuna y decir que no es válida, cuando la mayoría de las personas vacunadas, gracias a ella, abandonaron su condición de enfermos. 

Bueno, es como un rayón de un tigre revolucionario que avanza, aunque algunos no quieran.

estacio_conac@yahoo.com

Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com. (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)


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Pedro Estacio


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