A un año, Franz J. T. Lee: No hay que conocer a Marx para ser humanista

Conocí a Franz por primera vez en Mérida, en Enero del 2003, cuando andábamos luchando, como escritores de habla inglesa, en contra de la basura mediática que se escribía en el exterior en contra de nuestro querido presidente Comandante Chavez, en contra de Venezuela, y en contra del pueblo venezolano.

Compartíamos ideas y observaciones relacionadas con filosofía, matemática, antropología, biología, con el capitalismo, el socialismo, la genética, las milicias, las guerras, y la política, y compartíamos lo que la vida nos había entregado y enseñado, y lo que todavía nos faltaba a todos aprender y entender, y lo que la vida nos iba a entregar, como sociedad, como humanos, en el futuro próximo y lejano.

Franz, como yo, entendía lo que es vivir en la pobreza, solo, marginado, explotado, excluido. Conocía la calle, pero también conocía el mundo de los académicos e intelectuales, y allí creaba sus obras maestras – pero siempre me sentí mejor hablando de la calle, de la realidad pegada a la tierra, del hambre, de la explotación, del sobrevivir en un mundo capitalista, explotador, y tan cruel y racista.

Franz nació pobre en un campo en Sud África, yo nací pobre en Canadá (¡imagínense que en Canadá existen pobres!), y siempre luchamos por los pueblos del mundo, los cuales, como nosotros, se encontraron en situaciones de esclavitud física y mental – y así pasábamos horas hablando, a veces hasta 20 horas seguidas, y por supuesto, siempre con su pareja, Jutta, una gran luchadora revolucionaria.

Un día en su casa, poco antes que dejara este mundo paralelo del la realidad transhistórica, nuestro gran amigo Franz, me dijo, “Tu eres marxista,” y yo le respondí, “No lo se, nunca he leído sobre Marx, y no se nada del marxismo. Como tu lo sabes, soy disléxico, y se me hace muy difícil leer ese tipo de literatura, aunque lo he intentado,” y el me respondió, “Por lo que tu dices, crees, expresas y haces, y como tu vives, eres marxista. No hay que conocer a Marx para ser humanista.”

Franz murió físicamente el 15 de mayo del 2011 en su casa, en brazos de su pareja, Jutta, pero su mente y su alma, y sus escritos e ideas, siguen siempre con nosotros.

oscarheck111@yahoo.com


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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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