Muy parecido al lema que a fines del Siglo XIX dio a conocer el potencial transformador de la doctrina Socialista con el clásico “Un Fantasma recorre el Mundo, El Comunismo” se da similar situación en nuestra actualidad y realidad particular tanto de Venezuela como en Latinoamérica con el Proyecto Socialista del Siglo XXI. A partir de esta constatación es que adquiere vital importancia el rol de nuestro Partido Socialista “Unido” de Venezuela para la concreción de un Proyecto Socialista Latinoamericanista. En esta coyuntura pre-electoral pongo la sigla “Unido” entre comillas pues prácticamente no se da margen de expresión a otras expresiones políticas e ideológicas como la Corriente Radical dentro del partido. A pesar que de manera contradictoria nuestro Cdte. Chávez ha renegado de expresiones radicales o corrientes en un momento. En otro ha sido certero en llamar a todas las corrientes (reconociendo que existen) a aportar al interior del partido o del Gran Polo Patriótico. Existe significativas expresiones de querer ver al partido más apegado a las bases que a las estructuras del Gobierno Bolivariano donde las razones de Estado se imponen a los principios ideológicos y de organización donde no se escucha a las bases cuando deben escoger a sus líderes y se impone a nombre del Cdte con un “dedazo” tal candidato.
(Todos los jefes de campaña del comando Carabobo son gobernadores y fueron designados) También hay disconformidad cuando en nombre de la unidad se intenta la uniformidad como práctica política que es la actual realidad del GPP. Es notorio del saber popular que se consigue unidad cuando se hacen valer las opiniones y estas se someten a la voluntad de las bases. Este es un principio organizativo del PSUV donde se “garantiza” que todos pueden presentar sus opiniones y puntos de vista para debatirlos. Confundir unidad con uniformidad seria la prohibición de disentir, negar que por seres conscientes y sujetos políticos tenemos ideas, opiniones gustos y habilidades diferentes que por ser así no debemos ser defenestrados como Radicales en el sentido de no solo ir mas allá de la raíz de los problemas sino de manera tendenciosa estigmatizar como “ultras” y de ahí hay un pasito para que un mediático conductor de TV te ponga el mote de Derecha. Creo en la Corriente Radical del PSUV porque impulsa de forma práctica Que el pueblo escoja sus candidatos no solo como una necesidad, sino que es un principio que parte integral del sentido moral, ético, filosófico y político de este proceso Bolivariano.
Desde la Corriente Radical se ha asumido el hecho que un programa de gobierno, una gestión, un problema a resolver sea discutido y debatido con la base, que los trabajadores y en consecuencia el pueblo sea el elemento de equilibrio y desarrollo de un Poder Popular efectivo y tangible. Debemos jugárnosla en conjunto a que el PSUV tenga una praxis que refiera el carácter revolucionario de sus bases.
Insisto la Corriente Radical no sumirá la práctica de intentar señalar un candidato escogido tras bastidores o en una reunión de pequeños grupitos, no, el compañero que deba asumir una responsabilidad estará siempre recurriendo al poder originario, se someterá al criterio y disposición de quien ejerce el poder constituyente, en una clara muestra de voluntad revolucionaria y es consecuente con el proceso revolucionario.