El desprecio de una clase sobre las otras es de vieja data, sería absurdo atribuirlo a la V República, pero también creo que se ha podido avanzar más en esta materia. Lo que estoy pidiendo hoy es un momento de respiro ante esta diatriba, y aunque jamás podré ser hipócrita, ya que la política se basa en el disenso y no en el consenso, también estoy seguro que el disenso debe tener espacios de tolerancia y respeto al otro a pesar de las diferencias para así avanzar democráticamente en el desarrollo de nuestro país.
La mayoría del país hemos decidido radicalizar el proceso revolucionario socialista y bolivariano, y esto es una decisión democrática impostergable, pero una gran minoría dijo que estaba radicalmente en desacuerdo en el cómo se pretende lograr este objetivo, por lo que sin cuestionar el qué debe hacerse, estoy seguro que lo que debemos debatir es el cómo lo hacemos mejor. Me niego a pensar que 6 millones y medio de venezolanos son oligarcas, burgueses, majunches o de derecha, pero también me niego a que me digan ignorante porque voté por Chávez, o "enfermo" como dijo el conductor de la "guarandinga" en Onda la Super Estación ayer, por estar con la revolución (afortunadamente hoy tuve la oportunidad de reclamarle a Moleiro en privado y aunque pretendió corregir lo dicho, esperemos que lo haga públicamente ya que confió que no hubo mala voluntad).
Depongamos las armas de la ofensa, y avancemos en la lucha de las ideas, ahí es donde definiremos a la patría, lo otro seria provocar aún más el resentimiento y la violencia, las dos partes tienen mucho que aportar.