Chávez nuestro que estás en la Tierra

Cientos de venezolanos que han padecido el cáncer o familiares que conocen el drama han hecho un alto en su vida para pensar en el Hugo Chávez hombre, entender la fortaleza con que enfrenta la batalla por la vida genera solidaridad automática, respeto y entendimiento. En cada rincón de nuestra geografía venezolana la imagen de un soldado que emergió en la hora más oscura de la década del 90 en un intento por tomar por asalto el timón de la república se conversa en cualquiera de los tonos que pueda leerse la fibra humana. Hugo Chávez es el amigo, el hermano, el camarada, el soldado, el comandante, el adversario, el renegado, el odiado, pero jamás el olvidado.

¿Hay Revolución en Venezuela?, nadie dijo que era fácil después de derrotado el socialismo real aparecer en medio del derrumbe con la idea – proyecto de una patria nueva y apostar por una humanidad centrada en el trabajo liberador para redimir a los condenados de la tierra como los menciona Fanon. Hugo Chávez se ha jugado con su vida en varias oportunidades la defensa de un proyecto colectivo que empezó a gestarse en las entrañas de un Estado vencido por los intereses económicos transnacionales; asumiendo la dirección con responsabilidad de los errores en un país donde la política tradicional olvido la ética en el discurso hace buen tiempo. Si el socialismo del Siglo XXI no ha brotado de la tierra, si las Comunas no se han logrado consolidar en el corto tiempo, sería absurdo pensar que significan la derrota de las alternativas, la vida no es un solo fluir como decía Heráclito, es contradicción, es dialéctica pura que permite entender la dificultades de instaurar una nueva racionalidad en la burocracia estatal de la economía rentística petrolera más atrasada del continente.

Mirar a marxistas y cristianos desplegados a los largo del mundo en un mensaje común de preocupación por la salud de Chávez es una ineludible referencia de su liderazgo, las revoluciones autenticas no suponen creación de súper – héroes, es el hombre un ser para muerte en el sentido de la filosofía clásica pero también un Ser, que atravesado por la subjetividad ve en la incógnita de la finitud del cuerpo espacios que sólo pueden ser entendidos en la metáfora, en la poesía. En las miserias de quienes adversan a Hugo Chávez el hombre, que son un porcentaje poco elevado de los que no comparten la idea de la revolución, se expresa en esencia como el modelo capitalista convierte a la muerte en una banalidad, una mercancía que intercambia en el mercado de las ideas en lo mediático.

La lealtad es una fortaleza humana, no una debilidad, sólo el que se mira así mismo como centro de la vida se olvida de creer en los demás, las revoluciones no se piensan sólo para elevar la productividad, transformar las relaciones de la producción, sino que el desafío de una nueva estética que no reproduzca el poder siempre están inherentes en la tarea diaria el reconocimiento del otro. Escribir en el tono de la tristeza que ha supuesto esta recaída de Hugo Chávez no significan la idolatría de su figura humana, las transiciones del sistema – mundo actual seguirán su curso aún en el escenario más adverso para su salud, pero quienes hemos nacido en este lugar del mundo o compartimos una buena parte de su experiencias en la construcción del Proyecto Bolivariano, nos es lícito escribir una carta de solidaridad con un hermano de lucha en el fragor de su combate por la vida.

@josefortique

jfortique@hotmail.es


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José Fortique


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