El dirigente juvenil de Voluntad Popular y de la MUD, David Smolansky, fue entrevistado en el programa de televisión que modera la periodista conocida como Nitu Pérez Osuna en Globovisión. No tengo absolutamente nada en particular contra el joven David Smolansky, no lo conozco en persona aunque lo he visto y escuchado, en varias oportunidades, por televisión. Creo, más bien, que es un joven preparado, que conoce bastante bien la ideología o concepción de mundo que profesa, que sabe desenvolverse frente a los medios de comunicación y, además, talentoso y con capacidad o condiciones para terminar siendo un dirigente importante dentro de la oposición política al Proceso Bolivariano. Ojalá un día, convencido de verdades, se mude de acera y venga a defender lo que la mayoría del pueblo ha asumido en este tiempo como su destino más inmediato: el programa del Gobierno Bolivariano. De no ser así, simplemente, mi respeto a su derecho de pensamiento.
Pero, en esta oportunidad y me disculpa el joven Smolansky, mintió en el programa en relación con las causas, razones o motivos por los cuales tuvieron que salir sus abuelos de la Rusia gobernada por los bolcheviques en 1920. Hay que reconocer que el joven Smolansky mintió sin conocimiento de causa o sin culpabilidad directa en la mentira. Lo hizo de forma indirecta como resultado de la historia –así lo creo- tergiversada o desfigurada que le narraron sus abuelos. ¿Por qué ocuparme de desmentir al joven David Smolansky? Sencillamente por defender una verdad histórica y a un Gobierno revolucionario que puso demasiado en alto el humanismo de su pensamiento, de su doctrina, de su dirigencia y de su pueblo.
Dijo el joven Smolansky que sus abuelos tuvieron que abandonar a Rusia porque fueron campesinos perseguidos por el Gobierno Bolchevique y que, igualmente, por profesar el judaísmo. En 1920, Lenin era el Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo. Lenin fue un político tan humanista que ni siquiera fue capaz de estar de acuerdo con que fusilaran a los terroristas que atentaron contra su vida y que lo llevó a una muerte prematura. Lenin apreciaba en demasía a los jóvenes, fuesen obreros, campesinos, soldados o estudiantes. No es cierto, a pesar de las difíciles condiciones adversas a las que se enfrentó la Revolución, que el Gobierno Bolchevique persiguiera u oprimiera a campesinos, salvo aquellos que participaban de manera muy directa en la búsqueda de su derrocamiento por las armas. Treinta mil miembros, aproximadamente entre oficiales y suboficiales, que fueron activos del Ejército Zarista participaron en la construcción del Ejército Rojo. Eso testimonia que la Revolución Bolchevique, desde un comienzo a pesar de ser obligada a realizar una guerra que no propició ni deseaba, fue muchísimo más magnánima que represiva. No se olvide que tomaron el poder casi sin echar un solo tiro.
Si los abuelos del joven Smolansky contaron que fueron perseguidos por la Revolución debido a su condición de campesinos o por profesar el judaísmo y eso fuese verdad, estaríamos ante una monstruosidad de Revolución mucho más cruel que el propio capitalismo salvaje al que derrocó y le arrebató el poder para tratar de construir el socialismo. Cierto es que la dictadura del proletariado no es un sistema político dirigido por santos, sacerdotes, monjes y sacerdotisas que nunca violan los Diez Mandamientos del Señor. La dictadura del proletariado es democracia para el pueblo y dictadura sobre la burguesía. Sin embargo, bajo el Gobierno Bolchevique liderado por el camarada Lenin, se aplicaron políticas acertadas en relación con la burguesía. Lenin jamás metió en un solo saco a todos los burgueses. Muchos de éstos trabajaron para la Revolución aunque devengaban sueldos muy superiores al de los obreros en todas sus categorías. En Rusia había, igualmente, varias categorías de campesinos y el joven Smolansky no nos dijo a cuál de ellas pertenecían sus abuelos. Si eran de los kulàks (terratenientes y especuladores), muerto Lenin, fueron los que más se beneficiaron de las nuevas políticas económicas aplicadas por el Gobierno encabezado por Stalin aunque, después, los reprimió por el exceso de poder que adquirieron debido a las ventajas que les brindó el propio Estado Proletario ya desfigurado. Pero, necesario aclarar, los abuelos del joven Smolansky salieron cuatro años antes que muriera el camarada Lenin. Este, en vida, combatió a los kuláks y les redujo espacios para evitar su enriquecimiento excesivo y no dejó que activaran peligrosamente en contra de la Revolución. Pero ese combate no significó que los reprimía, los perseguía y los obligaba a abandonar, por ejemplo, a Rusia o a Ucrania. Lo hacía con políticas que realmente beneficiaban al conglomerado del pueblo ruso y no a elites económicas específicas que basándose en la propiedad privada todo lo que producen lo venden a precios de especulación. Pero si los abuelos del joven Smolansky pertenecían a los muzhíks y la Revolución los persiguió, fue un caso de excepción producto de un gravísimo error al dar por verídico un dato falso de algún organismo de seguridad de Estado.
Lenin, contradiciendo lo dicho por el joven Smolansky que culpa a la Revolución Bolchevique de haber perseguido a sus abuelos por ser campesinos, decía lo siguiente en los años en que fue Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo: “En el campo, nuestra tarea consiste en acabar con los terratenientes y en romper la resistencia de los explotadores y de los kulaks especuladores para esto, sólo podemos apoyarnos firmemente en los semiproletarios, en los 'pobres'. Pero el campesino medio no es enemigo nuestro. Ha vacilado, vacila y seguirá vacilando; la tarea de influir sobre los vacilantes no es la misma que la de derrocar a los explotadores y la de vencer a los enemigos activos. Saber llegar a un acuerdo con los campesinos medios, sin renunciar ni un instante a la lucha contra los kulaks y apoyándose firmemente sólo en los campesinos pobres: tal es la tarea del momento, pues es ahora, precisamente, cuando el viraje de los campesinos medios hacia nosotros es inevitable * en virtud de las causas expuestas más arriba”. Eso significa que si los abuelos del joven Smolansky pertenecían a los campesinos medios no debieron ser ni perseguidos ni reprimidos por la Revolución Bolchevique a menos que fuesen verdaderos activistas contrarrevolucionarios buscando derrocar a la Revolución por la vía política dela violencia.
Y, lo otro, por profesar religión nadie fue perseguido ni reprimido por la Revolución, aunque ésta tomó medidas de Estado como la de que debían ejercer sus actividades religiosas en sus espacios o iglesias. Y, además, siempre los bolcheviques se opusieron al pogromo que ejecutaba el zarismo contra los judíos. Por cierto, varios de los dirigentes bolcheviques eran de origen judío o simpatizaban con el judaísmo. Tampoco debe ser cierto que los abuelos del joven Smolanski hayan sido perseguidos y oprimidos por ser judíos cuando, incluso, el camarada Lenin era sumamente cuidadoso en las formas de combatir las religiones hasta tal punto que casi le produce un infarto cuando se enteró que el radical Iarolavski fue encargado de combatir las religiones por el Gobierno Bolchevique. Pero, en honor a la verdad, eso fue cuando ya los abuelos del joven Smolanski habían salido de Rusia o de Ucrania.
Ojalá, el joven Smolansky, sin compromiso alguno, se lea la Historia de la Revolución Rusa o Mi Vida del camarada Trotsky o los discursos esenciales del camarada Lenin (especialmente los referidos a los campesinos y a las religiones) para que compare su contenido con las narraciones que le hicieron sus abuelos. Si no llega a creer en los personajes que jugaron el papel de la personalidad en la historia de la Revolución Bolchevique, habrá que lamentarlo pero, igualmente, se le respetará su derecho a creer más en sus abuelos que en Trotsky y en Lenin. Sin embargo, eso no significaría, en modo alguno, que sea la verdad la historia narrada por sus abuelos. Si éstos hubiesen abandonado Rusia o Ucrania luego de muerto Lenin, sería creíble lo que dijo el joven Smolansky pero nunca bajo el mandato de Gobierno del camarada Vladimir.