De la apropiación indebida

En el escenario ideológico mundial que actualmente se vive, es urgente y necesario detener la estrategia de ataque de grandes grupos y sectores de dominación de hacer casi transparente la marcada línea de pensamientos opuestos, para confundir a más de un incauto y desestructurar los bloques integradores surgidos por estas tierras, con el objetivo superior de acceder al poder, estrategia que denomino el Camaleonismo histórico, visto desde dos ángulos, el religioso y el político.

Sería ingenuo pensar que dicha estrategia no es orquestada. El denominador común en la actuación de sectores oligárquicos en distintos países de izquierda o pro izquierda, es la apropiación para fines opuestos, de símbolos, discursos y esquemas de los ideales de libertad y justicia social.

¿Cómo funciona? O en palabras de aquel traidor de cuyo nombre no quiero acordarme, ¿con qué se come eso? Se pueden citar varios ejemplos al respecto. Comencemos por el plano religioso y espero con esto, Don Urosa no me excomulgue.

Elección de un Papa latinoamericano; Hacia la reconquista de América. En momentos de altos niveles de pérdida de credibilidad en la iglesia por los continuos y acumulados secretos puestos al descubierto y en muchos otros vividos por sus fervientes seguidores, ya no necesitan un polaco o un alemán pro Bush, sino un latinoamericano para calmar el demonio que representan- a su entender- las corrientes comunistas, socialistas, izquierdistas, y por supuesto, pecaminosas y no aceptadas por el reino de los cielos.

Ya el anillo de gran ostentación no es de oro, es de plata. ¿dejará de ser anillo por eso? ¿dejarán de besarlo y reverenciarlo los millones de fieles? ¿el anillo de plata se parece más al pueblo? ¿no se merece el pueblo tener su propio anillo de oro? Pensar así ya es mucho abuso. Sería entonces necesario despojar a todo un imperio religioso de sus mecanismos de dominación y no precisamente el celestial sino el económico.

Cambio del sillón de oro por uno de madera. Apelando a la ironía, ¿se pudiera afirmar que las bases que sustentan el poder del catolicismo hoy son más frágiles que ayer? Inmediatamente la maquinaria mediática se activa: “tenemos al Papa más humilde de la historia”, “La iglesia católica da claras muestras de cambio”. Oigo a más de un ingenuo decir “Así debe ser”. Sueño con algún día oír “no queremos que cambie el oro por plata, queremos que cambie la reverencia del pueblo por justicia”; “no queremos que cambie el sillón de oro por el de plata, queremos que desde ese sillón gobierne el pueblo”.

Dejo el tema religioso por ahora hasta aquí, para pasar a un tema más terrenal; el camaleonismo político.

La campaña para la elección presidencial 2013, fue una innegable muestra de ese camaleonismo por parte de sectores oposicionistas al chavismo, definida entre muchas otras cosas por lo siguiente:

Apropiación indebida de la imagen del Libertador Simón Bolívar. Aunque debió ser un papel duro a representar, debemos darle el crédito al Presidente Chávez en hacer que la oligarquía venezolana se asumiera bolivariana, aunque fuese por unos días. Esta vez Bolívar no estuvo en el baño como en el 2002; estuvo en el nombre de su comando y hasta con firma incorporada. El gran dilema es: ¿quieren a Bolívar? ¿Saben cuándo nació Bolívar? ¿creen en los ideales de Bolívar? La respuesta es simple: Ninguna de las anteriores. El uso de la figura de Bolívar es la forma de lograr la equiparación del bolivarianismo chavista y sus posteriores beneficios en la coyuntura electoral, donde el principal promotor de los ideales de Bolívar no está presente.

Defensa de la revolución bolivariana creada por el Comandante Hugo Chávez. Hasta hace al menos 6 meses acusaban al proceso venezolano de ser un modelo fracasado y ofrecían mantener una de las banderas de la revolución: Las Misiones. Claro está, en tanto les beneficiara el resultado electoral, de resto había que salir a quemar la arrechera con los CDI o cualquier cosa que oliera a misión.

Existe entonces un grupo de camaleones defensores fervientes de la memoria de Hugo Chávez, quienes hasta hace algo más de 1 mes afirmaron ante medios nacionales e internacionales “El Presidente ya no está y nadie se los va a devolver.”

Dentro del guión de esta obra sin duda, contaba con la instrucción de generar dudas sobre la transparencia de Nicolás en el manejo del estado de salud del Presidente Chávez. Una buena forma de definir esa premisa sería: Si yo he sido opositor a Chávez, el líder, y posicionó como verdad la idea de que Nicolás mintió sobre la salud del Presidente, entonces, el “líder” transparente y respetuoso de la memoria de Hugo Chávez soy yo. Que duro debió ser levantarse cada día y tener que usar esa máscara tan pesada.

Apropiación indebida del discurso. Pasó en semanas, de usar frases como “llamo a mis seguidores” por “llamo a nuestro pueblo”; ofreció 200 mil viviendas dignas (omitiendo evidentemente las casi 3 millones hechas en revolución); intentó posicionar la frase “el gobierno de mientras tanto” como punto de conexión con el Por Ahora del Presidente Chávez. Tremenda sorpresa se llevó. Chávez es Chávez y una frase histórica no puede ser sustituida por balbuceos de niño bobo.

Recuerden camaradas, este grupo de camaleones jamás cambiará su esencia. Es indispensable profundizar en la conciencia política como forma de mantener el ideal de Bolívar y Chávez. Imperdonable sería abundar en ingenuidad, en momentos políticos trascendentales.

El primer paso para mostrar quienes son verdaderamente lo dieron ellos mismos, con el lamentable asesinato de 9 camaradas, el ataque a los CDI, bastión de las misiones sociales que prometían mantener; con afiches fascistas de viva el cáncer, de muerte a chavistas.

Pero de nuestra parte hace falta más. Es momento del despliegue de ideas, de la autocrítica y de profundización de mecanismos para desenmascarar esta estrategia fascista que confunde al pueblo. A redoblar la lucha por la conquista de la justicia social y el pensamiento libertario. A actuar como un bloque sólido inquebrantable e insoslayable.



merlinviez@gmail.com


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