El profundo proceso de transformaciones que vive nuestro país, en lo político, social, económico y cultural, que busca la reconstrucción de valores y principios de la humanidad, y sobre todo convertir el estado de derecho a un estado de justicia social a través de la inclusión, participación protagónica, corresponsabilidad, autogestión y cogestión, es allí donde el poder popular-comuna, juega un papel transcendental y quienes hacemos vida en este espacio debemos participar por su verdadera construcción y transformación y no debemos permitir desviaciones, omisiones o reformismos que nos lleven al viejo camino del capitalismo, que retrase, postergue o impida la construcción del nuevo estado comunal socialista.
Ahora bien, las elecciones para ejercer cargos públicos, debemos asumirlo, pero sin perdernos en el horizonte, ya que nos consume, nos entretiene, nos divide, nos atomiza, y nos desgasta, método este pensado, engendrado y desarrollado por la clase dominante, a través de la democracia liberal- burguesa -representativa, que posterga la esperanza a periodos electorales según sea el caso dependiendo de la elección a realizar, el método nos enseña a mirar el árbol -el sujeto- “la individualidad” y no el bosque “la colectividad”, a entretenernos en la “parcela” egocentrista del individu@ –yo resuelvo - yo ofrezco- yo…, y no en un contenido programático de construcción colectiva revolucionaria -la “integralidad- totalidad- universo”, donde hacen más énfasis en la “forma” y no en el “fondo-raíz o estructura- para transformar”, dispersándose las masas en las “consecuencias” de lo coyuntural- lo urgente, de lo más rápido…y no en abordar las “causas”, para transformar la realidad del estado burgués, en este caso, el que está más cerca al ciudadano “El Cabildo-Ayuntamiento- Consejo Municipal- Intendencia”, estructura de la clase dominante con una memoria histórica que data con más de 2750 años, creada por el imperio romano, espacio este donde no ha estado, no está, ni estará, las soluciones a las demandas históricas del pueblo desposeído, dominado, excluido, oprimido y explotado, ya que en él se anidan los privilegios e intereses de las clases dominantes localmente, y quienes han llegado a estos espacios a través y en nombre del proceso revolucionario en los últimos 14 años, sólo han postergado la esperanza, con administraciones más cerca a las ejercidas por gobiernos de derecha, que a las exigidas por un proceso revolucionario, por ello, la creación del estado comunal. -que termine de morir lo viejo y comience a nacer lo nuevo-, como dijo nuestro eterno comandante Hugo Chávez Frías “hagamos lo nuestro”, lo que históricamente le ha correspondido hacer al pueblo – la revolución-.
En estos momentos las “elecciones municipales – 8D” no permiten por su lógica dejar espacio para las grandes demandas históricas que un proceso revolucionario debe construir como cotidiano, le corresponde al nuestro, esa gran tarea iniciada por otros procesos históricos en nuestro continente y fuera de él, que en su mayoría ha sido truncada, sin duda originada por varias causas, de las cuales no están ausente, las que predominaron como decisiones de élites políticas burocráticas-reformistas, que no permitieron las profundizaciones de dichas demandas, pero sin duda también las acompañadas sobre todo de una masa popular, sin agenda política, creada por ellos mismos como autores y sujetos de las grandes transformaciones demandadas, por lo que corresponde hacer un alto, para revisar nuestras actitudes y acciones que sólo afloran pero atan en los procesos electorales, no permitiendo el debate profundo, franco y diáfano, la crítica y la autocrítica, que nos sirva como instrumento, para dilucidar y discernir sobre las grandes tareas revolucionarias…, construir las bases políticas, sociales y económicas para pasar de un Estado burgués, capitalista y rentista a un Estado Comunal Socialista, donde el Poder Popular-Comuna, está llamado a desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsiste y se alimenta con más fuerza en nuestro país.
El 8D, a votar, pero el compromiso revolucionario es a seguir organizándonos-formándonos-movilizándonos y sobre todo a transformar nuestra realidad, a través del sujeto histórico; el pueblo oprimido-explotado y dominado - la comuna…, a construir lo nuevo…
*COMUNA F-27 LOS CUROS
COMUNA O NADA…
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