Después de la muerte del Presidente del PSUV y líder del proceso revolucionario, se han generado algunas expectativas ante lo que será la reunión de la máxima instancia de decisión del principal partido político del país. Sin embargo, con los precedentes del año pasado, en específico sobre el mandato establecido por el Presidente Chávez para las elecciones internas del PSUV en cuanto a la designación de candidatos a las elecciones municipales por la base, y que terminó siendo un proceso de cooptación, los temores que se crearon en torno a la aplicación del mismo método en el Congreso del PSUV no se hicieron esperan.
Hoy, de manera sorprendente vamos a un Congreso que tiene “miembros natos”, simplemente porque fueron electos a cargos de elección popular, y sin saber, muchos tuvimos dos votos por uno, ya que en ese momento también votabamos por un delegado al Congreso del PSUV.
Esto no sólo significa un profundo retroceso ante los Congresos anteriores, donde los delegados, uno a uno, fueron electos por las bases, sino que significa una condición de deterioro ante la voluntad expresa de profundizar la democracia participativa y protagónica, conquista del pueblo revolucionario.
Pero quizá, una de las cosas más sorprendente es que una Dirección Nacional del partido ya vencida estatutariamente, de plano anticipa que este Congreso no elegirá una nueva Dirección Nacional, tampoco escogerá ningún tipo de nueva autoridad regional y menos aún hablará sobre cuándo y cómo se hará. La discusión se ceñirá a asuntos programáticos, sin siquiera hacer un balance sobre el cumplimiento o no del programa del partido, pero ya se anuncia que el Congreso será para cambiar un programa sin una evaluación previa.
Se convocan a las UBCH para discutir unos documentos que pretenden incidir en el cambio de los estatutos del PSUV y de su programa, pero no existe una evaluación sobre el cumplimiento de los vigentes, y menos una evaluación sobre el rol que ha cumplido la Dirección Nacional y las Direcciones Regionales en la conducción del proceso revolucionario y sus nuevas acciones ante la nueva etapa del proceso.
En días recientes se ha observado algunas tímidas posturas por parte de algunos miembros de la Dirección Nacional, que pone en evidencia una visión encontrada en relación al sector dominante dentro de esta estructura, sin embargo, en el cuido de su pequeña cuota de poder y ante el cálculo político no hemos visto ninguna postura pública contundente en relación a las diferencias que se tienen desde la base del PSUV en relación con su conducción y en específico sobre un Congreso del PSUV que parece terminará siendo una reunión de “tendencias burocráticas” (sectores o parcelas que giran en torno a un personaje o figura del partido con cargo público) y no un Congreso que privilegie las diversas corrientes de pensamiento.
Es por todo lo anterior que paso a enumerar algunas recomendaciones que he recogido de diversos sectores del partido, entre ellos Marea Socialista, ante un Congreso del PSUV, cuyos resultados deberán ser evaluados a la luz de lo que hasta ahora ha sido una fallida convocatoria a la ratificación de un Status Quo que no ofrece ninguna posibilidad de renovación ni rectificación de los evidentes problemas que vive un partido que no incide en el gobierno, sino que sólo es un instrumento o maquinaria electoral que ha sido eficaz hasta ahora, pero con traspies que ponen en evidencia su atual debilitamiento.
Propuestas:
1. Convocar a la elección de los Delegados al Congreso, escogiendo el 100% de los miembros a través de elecciones directas por las bases del PSUV, asumiendo que ningún Delegado podrá estar en cargo de gobierno, a excepción de la actual Dirección Nacional que deberá estar presente para ser evaluada.
2. Convocar la renovación de la actual Dirección Nacional del PSUV, en unas elecciones 100% por las bases, donde quienes aspiren a ser sus miembros no tengan ningún cargo de elección popular o de alto nivel en la Administración Pública.
3. Eliminación de la cooptación como método de escogencia de representantes o voceros dentro del PSUV.
4. Asumiendo al Presidente Chávez como el Presidente eterno del partido, crear la Presidencia Ejecutiva y convocar a elecciones por la base del cargo.
5. Evaluar el rumbo de las políticas de gobierno a partir de los siguientes documentos: Las 3 Rs, las 3Rs al cuadrado, Plan Simón Bolívar, Plan Patria y Golpe de Timón.
6. Que el Congreso electo por las bases, emita un conjunto de directrices al gobierno para la rectificación a partir de la evaluación planteada desde los documentos antes mencionados.
Discutamos sin temor el rumbo de la revolución desde el PSUV, entendiendo que si no lo hacemos corremos el riesgo de traicionar el legado de Chávez.