Después de 17 meses de la sensible e irremplazable pérdida de nuestro Comandante Chávez y luego de leer y escuchar reiteradas opiniones sobre la situación del país, sumando a esto las críticas bien sean constructivas o destructivas al gobierno del Camarada Nicolás Maduro he tomado la decisión de escribir este artículo para hacer un llamado a la conciencia de los revolucionarios y compatriotas que en algún momento de estos últimos 15 años tomamos la decisión de acompañar fiel e irrestrictamente el proyecto de nuestro Libertador Simón Bolívar que fue retomado en un momento clave de nuestro país por nuestro Comandante Chávez.
Ya es tiempo de asumir la tarea que la historia nos ha asignado. Venezuela, nuestra querida República Bolivariana de Venezuela ha contado con dos grandes hombres, dos hombres que destacaron mundialmente. Hombres que fueron capaces de partir la historia en un antes y un después de su aparición política.
Muy sencillo es de parte de muchos de nosotros criticar y destruir los esfuerzos que actualmente realiza el gobierno de Nicolás Maduro por minimizar la pérdida del hombre más importante que ha nacido en este último siglo en nuestro país. Y desde este espacio les afirmo que Maduro NO traiciona el legado del Comandante Chávez, es imposible responsabilizar en un hombre el proyecto de nuestro Comandante Eterno. Esta responsabilidad recae en cada uno de nosotros compatriotas, recae en el compromiso de continuar con las banderas levantadas por el Comandante Chávez desde la crítica, la construcción y el trabajo… la unión ante escenarios adversos es un requisito para lograr la victoria. Nuestro Comandante Chávez con esa visión de estadista que lo caracterizo lo avizoró el 8 de diciembre del 2012 en su última alocución que termino siendo su testamento político. Es un documento histórico que gracias a la tecnología está al alcance de todos y que siempre es necesario escuchar en esos momentos donde sentimos que perdemos la fuerza, que perdemos el norte de nuestras luchas. Bien Chávez lo dijo en su alocución…Unidad, Lucha, Batalla y Victoria… Bien sabía el Comandante que la oposición se aprovecharía de cualquier circunstancia para poder retomar el poder y así nos los hizo ver en su cadena. Quizás pocos hemos sido capaces de analizar su discurso del 8 de diciembre porque representa un capitulo muy doloroso para nosotros los comprometidos con el Comandante Chávez, pero es imperiosa la necesidad de escuchar y re-escuchar tantas veces sean necesarias el discurso de esa noche.
El proyecto de nuestro Comandante esta reflejado en la constitución de 1999, es el giro que se le da conceptualmente al sistema de gobierno, cuando pasamos de ser una democracia representativa en la constitución de 1961 a ser una democracia participativa y protagonica en la constitución de 1999. Ese es el principal legado de nuestro Comandante eterno y solo se vera reflejado en la transferencia de poder y participación al pueblo, proceso que hara irreversible definitivamente la Revolucion Bolivariana.
Ya basta de responsabilizar a terceros lo que nos corresponde, LA RESPONSABILIDAD ES NUESTRA y la lealtad a partir de hoy más que nunca debe ser demostrada. En nuestros hombros, en cada uno de los más de 8 millones de personas que decidimos el 7 de octubre que el proyecto del Comandante Chávez era nuestro proyecto de vida recae ese peso. En cada uno de nosotros recae la responsabilidad de dar continuidad a nuestro proyecto, al proyecto de Bolívar, al proyecto de Chávez. Abandonemos la comodidad de nuestras sillas para simplemente criticar y señalar, es el momento de la participación, de la corrección, el momento de la LEALTAD.. Esa lealtad que el mismo Libertador Simón Bolívar anhelaba y con la que nunca conto. Que seriamos hoy en día de no haber sido por esas posiciones simplistas y traidoras que echaron por tierra todo el esfuerzo del Libertador? Que seriamos hoy de haber continuado con el proyecto de Bolívar? Eso es un imponderable, son preguntas sin respuestas concretas…pero en nuestra historia y nuestro presente podremos conseguir pistas de lo que serían las posibles respuestas a esas interrogantes. Ya fuimos gobernados por más de cien años por vende-patrias, que vendieron las esperanzas de un pueblo al mejor postor por beneficio propio. Ya basta de comportarnos como Santander o como Páez… Necesitamos más de José Félix Rivas, Manuela Sáenz, Antonio Jose de Sucre o Rafael Urdaneta; y es que acaso ellos eran seres especiales? Por el contrario, eran personas comunes que lo único que los llevo a realizar las grandes gestas independentistas fue la VOLUNTAD y la LEALTAD. Vivieron momentos de crisis, traiciones, intrigas pero a pesar de ello se mantuvieron leales al Libertador y la historia y el pueblo los premia, los reconoce.
Llego el momento de convertirnos en José Félix Rivas, de librar batallas con gran heroísmo, de vencer a los enemigos de la revolución por muy adversas que se vean las condiciones. Este no es el primer obstáculo que enfrentamos los revolucionarios y les puedo garantizar que no será el último. Lo que no podemos permitir es que perdamos el esfuerzo de nuestro Comandante por un capricho o malcriadez. Vienen momentos difíciles y seguramente con el pasar del tiempo se agudizaran ya que la oposición (nacional e internacional) identifica este momento como un momento de debilidad del Chavismo. Es ahí donde el buen guerrero destaca en el fragor de la batalla, es ahí donde nuestro grito debe ser al unísono y ratificar que el Chavismo es igual al Bolivarianismo y que aprendimos la lección histórica de las traiciones.
Llego la hora de llevar las banderas del Comandante Chávez, llego la hora de reivindicar todas las luchas. Llego la hora de la crítica pero con lealtad, de identificar a los corruptos, de denunciar a los que tanto daño le han hecho al país al colocar los intereses personales sobre los colectivos sin importar quienes sean. Es el momento de demostrar de que estamos hechos, y como bien decía El Comandante Chavez, estamos hechos de sangre de libertadores, los llevamos en nuestros genes por lo que estoy seguro de lo que somos capaces.
Veamos cómo fueron tratados los leales a Bolívar una vez perdida la Gran Colombia. En ese espejo debemos vernos todos los revolucionarios que dentro de las circunstancias decidimos apoyar esta nuestra lucha. Debemos mantenernos firmes y realizar los correctivos que sean necesarios, luego quizás sea demasiado tarde.
Llego el momento de la lealtad al Comandante Chávez, llego el momento de la lealtad al proyecto Bolivariano, llego el momento de la lealtad al Libertador Simón Bolívar. Es el momento de garantizar y establecer indefinidamente el proceso revolucionario y eso solo lo lograremos como bien lo dijo el Comandante Chávez el 8 de diciembre 2012 con …Unidad, Lucha, Batalla y Victoria…
Hoy más que nunca nuestro grito debe ser NO VOLVERAN!!!!
mirandamindra@gmail.com