1.Marea Socialista es un grupo quinta columna
En este país no se puede ser distinto a los demás. No se puede tener un pensamiento crítico. No se puede opinar, ni criticar, ni oponerse, ni respirar distinto. Es un pecado. En este país hay que aplaudir todo. Hay que aceptar todo. Hay que bendecir todo. Hay que ser genuflexo. Los sesudos afirman que Marea Socialista es un grupo trokista quintacolumnista. Mentira. Puras mentiras. Tanto de los enemigos del proceso revolucionario, como dentro del PSUV. ¿Y entonces? ¿No podemos criticar al gobierno? ¿No podemos criticar a Nicolás Maduro? ¿No podemos señalar los errores que cometen los ministros? ¿No podemos diferir de los burócratas enchufados en la cúpula gubernamental? Son unos dioses. Perfectos. Carajo, ¿quien entiende a esta revolución? Mejor dicho, a la dirigencia del proceso.
2. Es una deshonra ser trotskista
¿Es una deshonra ser trotskista? Que mierda de ignorancia. Por lo tanto es Mentira. Puras mentiras. Quien afirme eso es porque no sabe quien fue León Trotski. Una pincelada a la vida de este singular hombre. Nació en Yákovka, Ucrania. En el seno de una familia de judíos rusos, en 1879. Fue un excelente estudiante. Dentro de la política fue irreverente. Un fulgurante orador. Se afirma que fue el mejor líder que tuvo la revolución rusa. Fue organizador de la toma del poder en 1917. Creador del ejército Rojo. Fue el primer presidente del Soviet militar. Comisario del Pueblo para la guerra. Comisario del Pueblo para las relaciones exteriores. Y cayó en desgracia cuando se enfrentó política e ideológicamente a Stalin. Lo encarcelaron varias veces. Hasta que huyó al exterior. Después de estar en varios países, aterrizó en México, llamado por el Presidente Lázaro Cárdenas.
3. La mano asesina de Stalin llegó a México
León Trotski, en México, se relacionó con gente vinculada al izquierdismo internacional. Entabló amistad con Lázaro Cárdenas, el muralista Diego Rivera y la artista Frida Kahlo. Pero también le llegó su final. Los tentáculos de la mano asesina de Stalin, acabó con su vida. Ramón Mercader, fue contactado por el servicio secreto de Stalin, y se encargó de asesinar al líder. Motivos: haberse opuesto política y ideológicamente al dictador Stalin. El asesino pagó 20 años de presidio en México. De ese lamentable hecho nació lo que hoy conocemos como trotskismo, a nivel internacional. Hoy día se esgrimen mentiras, tras mentiras contra los trotskistas. Se les cataloga de quintas columnas. Traidores. Etcétera. ¿Qué cree usted, apreciado lector? Mentira. Puras mentiras. Y les dejo esta frase: “Exponerle a los oprimidos la verdad sobre la situación es abrirle el camino de la revolución”. (Trotski)… Chao. ¡Volveré!