Luego de observar la entrevista del Mayor General y Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, más un conjunto de lecturas de analistas políticos y comunicacionales, me quiero permitir socializar un conjunto de apreciaciones que percibo de la situación de mi país y de la Revolución Bolivariana, apoyado en ese conjunto de apreciaciones y análisis, y dándole mi particular toque personal.
En primer lugar, los restos de la denominada Mesa de la Unidad Democràtica (MUD), finalmente designaron como su Secretario General a Jesús “Chúo” Torrealba, el cual finalmente aceptó esa papa caliente que le dejo Ramón Guillermo Aveledo. Por supuesto, dicho nombramiento estuvo acompañado de todo el show mediático que caracteriza a la derecha venezolana, con toda la intención de reconstruir la imagen de unidad opositora y revivir las esperanzas de su base social confundida.
Pero, hay que caracterizar los bemoles y las circunstancias de la designación del “Chúo” Torrealba al frente de la MUD. Podemos interpretarlo como el éxito de los sectores más radicales de la derecha, ya que Torrealba es un radical de derecha. En su amplio prontuario, además de la financiación que tuvo su programa “Radar en los Barrios” por parte de la NED y demás organismos enemigos de la Patria de Bolívar y Chávez, fue el redactor de los conocidísimos “partes de guerra” que a las 6 de la tarde de diciembre de 2002 y hasta febrero de 2003, Carlos Ortega y Carlos Fernández, en esa unión contra natura, pero que en el fondo no era tal, de la CTV y Fedecamaras, respectivamente, nos dieron durante ese paro-sabotaje criminal de ese lapso. En esos “partes de guerra”, se referían a Hugo Chávez como “el dictador Chávez”. Realmente es una cosa de locos que hayan venezolanos que a través de esa especie de cadenas virtuales de radio y tv, se regocijaran como hacían pasar necesidad y penurias a nuestro pueblo.
No se puede negar que Torrealba es un hombre inteligente, en estos momentos un tanto difíciles de escrutar lo que lo hace peligroso. Esta designación, nos hace presumir que la línea política de la derecha venezolana, pudiera endurecerse en las próximas semanas.
A eso hay que concatenar, las afirmaciones dadas por María Machado, quien hace algunos días señaló que “La propuesta de diálogo en Venezuela pasa por la renuncia de Maduro”, más los planes del Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, de tomar de manera violenta la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador del Distrito Capital, y por si fuera poco, las declaraciones dadas en estos días por el Presidente de EEUU, Barack Obama, en donde señaló que su país financiará a un conjunto de ONG´s para “promover la libertad y la democracia” en aquellos países cuyos gobiernos soberanos e independientes se oponen a los intereses hegemónicos de esta potencia. Es bueno acotar que estos anuncios de Obama los hizo en el contexto de exigir la liberación del dirigente terrorista Leopoldo López.
Si a eso lo concatenamos con la captura de Lorenth Gómez Saleh y Gabriel Vallés, quienes se entrenaban en la Escuela de Altos Estudios del Ejército colombiano. Apoyados por Alvaro Uribe Vélez, cuya situación se complica cada vez más, y cuyos vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico han sido objeto de discusión en el Senado colombiano, hace que el imperialismo se encuentre herido, y recordemos que una fiera herida se vuelve más peligrosa.
Por otra parte, los militantes del partido de extrema derecha, Voluntad Popular, se encuentran fuera del marco de la ley, al iniciar un proceso de recolección de firmas para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, sin autorización ni el aval del Poder Electoral, del CNE. Este humilde servidor pudo constatar a algunos de esos personeros con las referidas planillas, colocando las huellas dactilares de los incautos firmantes, lo que revela que hay unas cartas ocultas por parte de sectores de ultraderecha y que no debemos bajar la guardia.
Si a eso le agregamos los hechos del pasado día lunes en Barquisimeto, Estado Lara, donde fueron dañadas tres unidades de Transbarca, más media semana antes incendiaron unas oficinas del Saime en la misma entidas federal, el resurgimiento de algunos focos guarimberos en el distribuidor Santa Fe del Estado Miranda, en San Cristóbal, incluso en el sector Los Olivos del Estado Bolívar, deben mantenernos muy prevenidos y atentos.
Pienso que la derecha venezolana no está trabajando para derrocar a Nicolás Maduro ni a la revolución de manera inmediata. Creo que ellos evalúan cuales fueron sus errores durante la implementación de “La Salida” de febrero a junio de 2014, para refinar sus modalidades desestabilizadoras y tratar de no incurrir en los mismos errores con los que fracasaron en esta oleada desestabilizadora. Pienso más bien que preparan las condiciones para los comienzos del año 2015, que debemos recordar, es año de elecciones para nuestra Asamblea Nacional, y se van a ir con todos los hierros para generar el desgaste, y obtener un poco más de 70 curules, que comprometan la mayoría revolucionaria que hoy tenemos en nuestro actual parlamento. Aplicando, lo que en anteriores oportunidades, hemos denominado “El Efecto Nicaragua”.
Este efecto, fue a todas las modalidades de lucha que el gobierno de Reagan aplicó a la Nicaragua de Daniel Ortega en la década de los 80. Cuando la Revolución Sandinista, en 1989 fue a un proceso de relegitimación ante su Nación, el pueblo nicaragüense de entonces, falto de conciencia, y que la guerra psicológica hizo mella en ellos, desalojo por la vía electoral a los sandinistas de la Presidencia de la República, con el triunfo de la extrema derecha de Violeta Chamorro. Tuvo que esperar el sandinismo 14 años para volver a ser gobierno, y prácticamente tuvo que empezar todo de nuevo.
Acá de lo que se trata es que nuestro pueblo, nosotros que hemos sido víctimas de un modelo de opresión durante más de 500 años, no le abramos la puerta a nuestros propios verdugos.
En ese sentido, y para el lado revolucionario, tal y como lo hizo la Agencia de Inteligencia Hinterlaces en su último estudio “Monitor País”. Aún cuando el nivel de ilusión y esperanza de los venezolanos sigue siendo alto y estable, a disminuido el optimismo. Existe preocupación, confusión y malestar en general, pero todavía no hay rabia ni desbordamiento.
Los venezolanos quieren creer en algo, en estos momentos demandan más respuestas y resultados. Quieren ver el futuro más claro y confiable, porque hoy se encuentran en un estado de duda expectante que genera intranquilidad y alerta. Cuando el Gobierno Bolivariano presenta anuncios y avances convincentes, se reducen los niveles de incertidumbre y angustia y se elevan las expectativas positivas, la esperanza y el optimismo que vuelven a caer cuando no se perciben logros concretos y soluciones cuando la estrategia comunicacional no acompaña en el tiempo a estas políticas.
Venezuela es presidencialista y paternalista, los venezolanos no están buscando un culpable, están buscando un líder, un héroe, un jefe, un padre que enrumbe al país, que tome decisiones, que marque el rumbo con una clara visión de futuro de cara a las masas, no se trata de un liderazgo compartido sino de una visión compartida. Aún cuando se ve a Nicolás Maduro como sucesor y continuador de la obra de Hugo Chávez.
También nos sumamos a las declaraciones del diputado Jesús Faría, en la que señaló el enorme riesgo entrar en un año electoral con una situación económica como la que estamos viviendo actualmente, ya que se busca erosionar el piso político y social de la Revolución. Y por eso, nuestro Gobierno Bolivariano, debe buscar a "toda costa" la normalización de la economía sobre la base de una menor inflación, un mayor abastecimiento y un despliegue de la producción.
Son objetivos fundamentales, en líneas generales para el desarrollo de la sociedad y un enfoque mucho más particular de cara al proceso electoral que se nos avecina el año entrante, llegar al año entrante con altos niveles de inflación, desabastecimiento y una economía alicaída, como lo indican algunos registros económicos, será un gran desafío para la revolución, siempre el ámbito y el clima económico y social determinan el desenlace político y nosotros como fuerza revolucionaria debemos asumir la ofensiva y eso significa ir con todos los factores controlados que inciden en la decisión del electorado.
Por ahora lo dejamos hasta aquí, pero seguiremos atentos, con los nuevos elementos que surjan en esta tan dinámica coyuntura.
¡Bolívar y Chávez Viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!