La Pobreza: Gerenciarla o Liquidarla

La pobreza no es un hecho natural; sale  de las contradicciones intrínsecas al modelo explotador. Hay pobreza porque hay riqueza.  La pobreza  está legalizada jurídicamente por el Estado burgués,   la explotación de la fuerza de trabajo no figura como un delito; ha sido naturalizada por el sistema, la llaman CONTRATO DE TRABAJO. Suponer que el socialismo saldrá de este Estado burgués, no es una ilusión, es una estupidez. El capitalismo reproduce  sus condiciones y  puede “gerenciar” sus contradicciones solubles. Las insolubles serán  su tumba. El ámbito de la cultura suele ser un espacio permeado por las conveniencias del sistema dominante y se reproduce de múltiples formas. Frente a la cultura dominante  hay que construir una contracultura liberadora.
La revolución no sólo es posible, es necesaria. El sujeto social en el capitalismo, no se reconoce así mismo, por esto se interroga: ¿yo soy yo?  El iconoclasta  de Arthur Rimbaud, en viva voz lo dijo: “Yo soy el otro”. Sólo en el socialismo nos encontraremos a nosotros mismos. Estamos extraviados, creemos que la pobreza es un determinismo, una condición natural y por lo tanto inevitable. Repitiendo la mentira de que la riqueza sale del trabajo personal y no de la plusvalía, llegamos a creer que la pobreza es un tránsito social, y que la “evolución” capitalista nos llevará al socialismo. El capitalismo construye un ser utilitario, individualista, pragmático, consumista, despolitizado, fragmentado y mercenario, el socialismo  nos enseña que solos no somos nada; somos en tanto somos.
La  contradicción  capital  versus trabajo, es el núcleo central de lo histórico. Contradicción insoluble que día a día crece. Más de 1400 millones de personas viven en pobreza extrema. ¿Por qué las migraciones humanas y la inseguridad pública? ¿Se puede gestionar lo que no se puede controlar?  Que la derecha asuma esta postura “gestionadora”, es explicable, lo contradictorio es que sectores progresistas, socialdemócratas  y hasta “revolucionarios” crean y hagan lo mismo. No somos países pobres, sino “empobrecidos”, ayer con el colonialismo, hoy con el neocolonialismo, pero siempre con la complicidad interna. Basta de analgésicos, necesitamos cirugía. Cuando la izquierda se corre hacia el centro, topa con su barranco.
Indiscutiblemente, la etiología de la pobreza es la riqueza, la cuestión está en ¿cómo abordarla? Desde la caridad religiosa, servir a los pobres es servir a Dios, porque “de los pobres será el reino de los cielos”. Los reformistas consideran que si los políticos y gobiernos “dialogan” (concilian)  con los ricos en nombre de los pobres, se acaba la pobreza.  Los socialdemócratas opinan que es un atavismo lo de izquierdas y derechas, hablan   de los de  “abajo” y  los  de  “arriba”. Pero, ¿quiénes son (los) de abajo y quiénes son (los) de arriba. Los revolucionarios consideramos que sólo con una verdadera revolución socialista que arranque de cuajo todas las perversidades del capitalismo, se liquida la pobreza.  Los pueblos “caminan sobre los estómagos”. El pan y circo no detendrá la conciencia.
Los gobiernos que sirven al capital, inventan cualquier falacia, para “gestionar” la pobreza. Populismo, asistencialismo, keynesianismo, neo desarrollismo, nacionalismos, fascismos,  son maneras de “correr la verruga” de la pobreza. Los socialdemócratas consideran que en acatamiento a “la evolución”, la pobreza se debe “gerenciar”, de  esta manera se cuecen en su propia salsa. No quieren tocar las raíces del sistema capitalista,  no quieren el socialismo. Cuando más: “El socialismo de mercado”. Saben que el capitalismo es el creador de la pobreza, pero engañan al ofertar respuestas a mediano y largo plazo, así aparecen las categorias “progreso” “civilización” “orden” y “gobernabilidad”. Son alquimistas de la servidumbre.
Liquidar la pobreza   implica necesariamente una revolución. La revolución no se espera, las  condiciones revolucionarias se forjan con un “sujeto histórico” activo. Esperar que el capital desarrolle las fuerzas productivas es un error político. Es el desarrollo de la conciencia social clasista,  motor de la política revolucionaria, o  el paso de “la conciencia en sí a conciencia para sí”
Sólo en la revolución me reconozco, adquiero conciencia política como persona y como  clase social explotada.  La revolución  me da identidad,   es una escuela  donde se es alumno y profesor al mismo tiempo. La teoría correcta  toma cuerpo en la práctica correcta. Las interpretaciones no son personales, son resultantes del conocimiento del metabolismo y la fisiología del capital. Los problemas materiales existen, son reales, pero “no solo de pan vive el hombre”. El hombre real y concreto tiene existencia, vive en permanentes nexos sociales y con su entorno, pero generalmente no conoce la etiología de su tragedia. Los reformismos son apenas placebos;  no elimina la raíz del problema, peor aún,  al traer falsas esperanzas,   inmovilizan  la  conciencia política del pueblo explotado.  El esmero en el sector público, por preferir “técnicos” “científicos”, o  “profesionales” “puros”, o “independientes”, llamados “Ni Ni”,  que nada quieren con la política,  para ocuparse de los problemas del pueblo, son “pan para hoy y hambre para mañana”. Aristóteles llamaba imbéciles a los que huían de la política, y Gramsci les tenia profunda aversión. Estos  despolitizados administradores, despolitizan a sus subalternos  lo que burocratiza los procesos públicos  y le da más  vida al capital, fortaleciendo la pobreza.  EL FASCISMO TAMBIEN LLEGA AL PUEBLO. Revolución que se detiene, revolución que retrocede.
 Serán derrotados todos aquellos que por interés, ingenuidad o ignorancia, apelen a medidas gatopardianos para aliviar  el drama de la pobreza.  La pobreza es intrínseca al mismísimo modelo de explotación. Sin pobreza no hay capitalismo.  Son los pobres quienes   producen la riqueza, pero no pueden disfrutarla. ELIMINANDO EL CAPITALISMO SE  ELIMINA  LA POBREZA.  Sólo el socialismo le devolverá al ser humano su conciencia extraviada. Si la ideología oculta, la revolución libera. Si la alienación y la  enajenación oscurecen, el socialismo emancipa. Pregunta final: ¿Qué vendrá a hacer en nuestro país “el camarada” Shannon?  Nos leeremos el próximo sábado.
JESUS M VIVAS       HISTORIADOR     PROFESOR UNIVERSITARIO.
jesusm_vivas@hotmail.com



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

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