Querer tapar el sol con un dedo, reza un conocido adagio popular, cuando pretendemos evadir verdades. ¿Cómo ocultar que estamos en medio de una crisis que no ha tocado fondo? Crisis como expresión de la lucha de clases. Los próximos años, pueden ser duros para nuestro país. La crisis mundial y estructural del capitalismo, la caída de los precios del petróleo, y nuestra centenaria ociosidad improductiva, a pesar de los millardos y millardos de dólares que se le han entregado a la burguesía parasita, son los factores más visibles del problema. Pero la crisis cultural es clave. En la cultura está incoado el mayor interés del capital: el mercado. Construir una contracultura que emancipe, libere y revolucione, es la inmediata tarea revolucionaria.
La mentira gobierna al mundo; modela todos nuestros valores, criterios y conductas. Somos lo que nuestros enemigos históricos quieren que seamos: mercancías, seres alienados, enajenados e ideologizados; apariencia versus esencia. Fetichismo versus realidad. Si no construimos la conciencia clasista, el desarrollo de la fuerza productiva, amén de espejismo, será la continuación de la prisión salarial de los trabajadores. Plusvalía es explotación.
Las crisis no siempre tienen connotaciones negativas. Pueden servir para profundizar la revolución y esto no está en los planes de nuestro gobierno. Las crisis son el desarrollo de las contradicciones de clases, si la izquierda no entiende en profundidad el problema real y concreto de su tiempo, no podrá dar respuestas revolucionarias y se abre el camino para el fascismo (Gramsci). Hay que profundizar la crisis, para que se profundicen las contradicciones de clases. La conciliación de clases, hará retroceder la revolución. “La hegemonía” de la clase trabajadora, será el dominio del pueblo. La revolución debe sustituir dominios de clase. Revolución socialista o restauración capitalista.
Nuestra izquierda está fracturada, pero no nos separan odios ni causas insuperables. En lo estratégico, el camino es el socialismo. El problema está en lo táctico, donde algunos camaradas, partidos, grupos, factores, o plataformas políticas, se deslizan peligrosamente de la izquierda al centro (socialdemócratas), haciéndole juego a la derecha y facilitando la recomposición del capital.
No es cierto que la construcción del socialismo sea una aventura, un probar para ver, un experimentar. Así no los quieren dibujar, quienes precisamente se deslizan hacia el centro-izquierda. Se pretende borrar toda la inmensa teoría política escrita, que en todos los idiomas hay sobre el socialismo, y se quiere desconocer o minimizar la milenaria lucha de los pueblos en procura de justicia.
Hijos de la “cultura” capitalista, somos inmediatistas, superficiales, pragmáticos, utilitarios, consumistas y despolitizados. El estudio de la teoría política nos molesta. Otros han aprendido del nefasto manualismo “marxista”, una historia universal en tránsito, por “etapas”, periodos o evoluciones, donde el capitalismo es un recorrido inevitable y obligado para poder llegar al socialismo. La occidentalización de lo propio debilita nuestro pasado prehispánico.
El imperialismo usa diversas modalidades de control sobre sus países vasallos: los paracos en Colombia, el estado islamista en el Oriente, los carteles de la droga en México, el gobierno fascista en Ucrania, el terrorismo en Yugoslavia, Libia, Siria, Irak, Afganistán y Palestina, la oposición terrorista en Venezuela, dictaduras militares o democracias tuteladas y controladas, son mecanismos usados por los imperialismos. La unidad continental de los pueblos contra este enemigo común es fundamental. Los imperios son pragmáticos, “no tienen amigos tienen intereses”.
En torno a estas premisas, siguiéndole los pasos a nuestro título: “Golpear Juntos Marchar Separados”, tomada de Lenin, propongo la necesidad de un pronto “Diálogo Revolucionario”, que respetando el trabajo y los espacios de los distintos actores políticos militantes en el campo de la izquierda, logremos construir UNA PLATAFORMA POLÍTICA MÍNIMA Y DE CONSENSO para la lucha revolucionaria por el socialismo.
Asomo como borrador de trabajo, cinco puntos de acción común:
1. Nuestro enemigo común es el capitalismo en cualquiera de sus modalidades. Socialismo y capitalismo son antagónicos. Socialismo o nada.
2. Nuestra lucha será por la construcción del socialismo HORIZONTAL, sin formas verticales políticas, con igualdades reales, con deberes y derechos por igual. Así deberá ser el Poder Popular.
3. Es imprescindible la destrucción del Estado burgués y la construcción original y autónoma del Poder Popular. Seremos implacables con la corrupción, el burocratismo, el nepotismo y la ineficiencia. Hay que extremar la vigilancia contra el reformismo, en particular el socialdemócrata. LA POLÍTICA CON ÉTICA SERA LA CONSIGNA.
4. Nuestro socialismo es Continental, y debemos contar con la necesaria experiencia foránea y lo fundamental de lo nuestro. Teoría-praxis en una misma experiencia.
5. Se debe crear en el menor tiempo posible UNA COORDINADORA NACIONAL DE LA PLATAFORMA POLITICA REVOLUCIONARIA, DONDE TODA LA IZQUIERDA ESTE REPRESENTADA. Nos leeremos el próximo sábado.
JESUS M VIVAS HISTORIADOR PROFESOR UNIVERSITARIO.
jesusm_vivas@hotmail.com.