Se ha iniciado un momento político e histórico importante para el país, sobre todo para el proyecto revolucionario luego de los resultados electorales parlamentarios del 6-D. La oposición venezolana se convierte temporalmente en mayoría electoral (7.586.251) y el oficialismo pasa a ser minoría (5.608.950 votos). Sin embargo, desde el punto de vista político, el chavismo es la mayor fuerza política del país, representa de forma coherente, con visión estratégica, con argumento político e ideológico, con programa de desarrollo para el país, la mitad del electorado nacional. Es sin duda, la fuerza política y electoral más grande de Venezuela. Es un hecho inobjetable e inocultable.

Ahora bien, otro elemento importante para analizar es que a pesar de las diferencias en la visión táctica, en la forma de acción y actuación política, y conducción del proyecto heredado del Comandante Hugo Chávez, el Chavismo hace hoy día una profunda discusión, análisis y revisión de sus postulados y direccionalidad, tanto en lo político, como en lo económico, pero también en lo social. Son distintos colectivos, organizaciones populares, asambleas de ciudadanos, militantes de partidos del GPP, bases del PSUV, etc., quienes han iniciado un proceso amplio y esperanzador de revisión en el camino a seguir. Y este escenario, perdido en el análisis de los especialistas, medios de comunicación nacional e internacionales ha sido una herramienta valiosa que demuestra el grado de madurez y cultura política alcanzada por el pueblo. Por supuesto, está por verse que los resultados de dichas discusiones y análisis encuentren concreción en la adopción de los cambios profundos de la política gubernamental. Que realmente se logre el sacudón al sistema político, administrativo y de gestión que se requiere en todos los órdenes de la vida nacional. La democracia participativa y protagónica se encuentra en este instante en su punto cúspide dentro del proyecto revolucionario. Ojala y los líderes del proceso no desperdicien está grandiosa oportunidad.

Por supuesto se requiere concreción de algunos escenarios para seguir avanzando y producir los cambios urgentes y necesarios que nos obliga la historia. Para ello, se propone:

1. Que los dirigentes responsables de la acción gubernamental (Vicepresidente; Ministros, Viceministros y Directivos de organizaciones públicas), se alejen de la direccionalidad de las discusiones y diagnóstico de la situación. Deben renunciar de forma irrevocable tanto al partido como a sus funciones de gobierno.
2. Debe encontrarse y encargarse de dichos proceso de discusión a los cuadros políticos que tengan capacidades técnicas para ello, nutrirse y abrirse campo a la incorporación de científicos, académicos e intelectuales, nacionales e internacionales. Esto será un proceso a dos tiempos, uno inmediato y el otro a mediano plazo.
3. Deben encargarse de las funciones de gobierno, de forma temporal, y evaluando resultados (en una especie de proceso transicional interno), a cuadros técnico-políticos que tengan propuestas concretas y que sean percibidos como elementos renovadores, revolucionarios y con alto nivel de aceptación pública.
4. Debe desecharse de forma inmediata la rotación, enroque y reciclaje de los directivos ya existentes para asumir las responsabilidades gubernamentales.
5. El partido debe renovar su directiva de forma urgente, y éstos no deben ocupar los cargos de gobernantes (alcaldes, gobernadores, ministros o viceministros). Es fundamental que el Partido se convierta en un órgano de dirección política y mecanismo de control a la gestión gubernamental junto con las bases y movimientos populares.
6. Tal como se ha adelantado de las discusiones que se han abierto en el seno del conclave económico del partido, es fundamental eliminar del discurso político "la guerra económica"; asumir con seriedad y responsabilidad las fallas en la gestión, hablar con sinceridad y honestidad al pueblo.
7. Es necesario, explicar con capacidad pedagógica sobre la realidad nacional, racionalizar y equilibrar las decisiones que están por tomarse, y anunciarlas con la mayor capacidad política y técnica para que se logre el apoyo de la ciudadanía, como forma de salir progresivamente de la crisis económica que se está viviendo.
8. Revisar y reorientar la estrategia comunicacional del Gobierno, haciéndola constructora de una nueva realidad, orientadora, critica y autocritica, para dejar de ser panfletaria.
9. Establecer interlocutores con credenciales y con credibilidad para tender puentes con otros sectores y actores políticos, económicos, empresariales y productivos para reimpulsar el aparato económico, ajustar las medidas conducentes a mejorar la economía del país, llegar a acuerdos mínimos importantes con los sectores que nos adversan pero que pueden estar dispuesto en medio de la diversidad de opiniones y visiones a apostar por una salida a la situación económica que vive el país.
10. Reunir a los especialistas (académicos y políticos) que vienen señalando la urgente necesidad de crear una institución del alto nivel que diseñe y ejecute los programas de formación e investigación para capacitar a los actuales y futuros altos directivos públicos, directivos de empresas públicas, y rescatar la idea concebida del comandante Chávez de "Crear la Nueva Institucionalidad del Estado", plasmado en el año 2004 en el documento del Gran Salto Adelante. Y sin duda alguna, poner nuevamente sobre la mesa y como elemento orientador de la futura política gubernamental, las directrices de la Eficiencia o Nada y el Golpe de Timón.

Politólogo