El resultado es claro, los espacios conquistados (o prestados) que han sido tomados de nuevo por los apátridas que se hacen pasar por oposición y no proponen nada concreto para la paz del país, sencillamente han quedado intactos, nada se profundizó, nada se transformó, solo se ocupo para acompañar una propuesta política, con mayoría oficial. Por más esfuerzos que se han hecho, por más intensas articulaciones con líderes comunales, no se concretó la revolución, dando como resultado la confusión de un pueblo, la agudización de las contradicciones, permitiendo darle paso a quienes solo llegan a los puestos de gobierno y legislaciones, para embolsillarse los erarios de la nación. Así pues, lugares como Consejos Legislativos, y ahora la Asamblea Nacional, están en estos momentos igual que siempre, con la gran ventaja y fortuna para el pueblo, que está protegida por la Carta Magna y que muy bien debemos empezar a estudiarla (el pueblo llano y común no la lee), en tanto las esbirras (Allup, Borges y demás miembros del hotel Transilvania) del imperialismo yanqui en Venezuela, desde el 5 de enero del próximo año, vendrán drogadas de venganzas y odio, botando espumas negras por la boca, con plena intensión de derogar leyes que han servido para el más mínimo avance de proyectos revolucionarios en las bases del pueblo.
Esta es la realidad. Quien dude o peque de ignorante, llamando a esto un eufemismo, podríamos decir que en esta historia, ya sabemos el final y por ende quiénes son los malos, los buenos y los feos. Sabemos qué hacen y cuáles son sus planes, por lo que el llamado es al pueblo mismo, a quienes votaron por los candidatos del chavismo y por los candidatos del empresariado (pueblo humilde, confundido, desasistido y sin norte definido), a despertar conciencias, a cerrar filas y a activar la organización, como diaria el padre Cantor, “por encima de la idea”. En una Revolución, no hay tiempo exacto ni conocido para iniciar la verdadera profundización, ella misma a lo largo de los años, décadas quizá, se va imponiendo, se cuaja y explota a favor de los oprimidos, arrasando cual huracán con lo que tiene que llevarse. ¿Será el momento de arrasar con tantos corruptos adecos dentro del gobierno chavista?
En el actual proceso político que vive Venezuela, las contradicciones de clases son tangibles, vemos como “Juanita la lavandera y Petra la que hace arepas” siguen apoyando a quienes le roban su pan, esos grandes empresarios que ahora vienen a decretar aumentos de precios, privatizaciones, derogaciones de leyes que han fortalecido el acompañamiento de esas mismas personas humildes. Vemos como Pedro Valles o Napoleón siguen defendiendo al señor Magnate MUDillo, que anda en su carro último modelo mientras ellos siguen desgastando sus alpargatas en el empedrado suelo, entonces estas personas las desacreditamos, las patiamos, las abandonamos y enjuiciamos sin darnos cuenta que son el mismo pueblo pero con sus ojos cerrados a la verdad histórica, porque jamás han entendido lo que desde el Comandante Chávez se les viene diciendo, ofreciendo, enseñando. Pero si entienden y apoyan el discurso de la oposición, cuando les dicen que es más importante una arepa que la libertad. Siguen a los lacayos de la derecha cuando dicen que es necesario privatizar la educación, la Central Telefónica de Venezuela (Cantv), que es mucho más importante las colas, comprar una harina, pañales, aceite y leche, que ser soberanos y gozar de plena participación donde concretemos nuestras propias formas de vida. Entonces ahí es donde se atasca el serrucho, porque no nos importa llegarle a esas personas con los beneficios del gobierno y hablarles con sabiduría y argumentos, de la verdad de la Patria, de la verdad de esta guerra entre pobres esperanzados, y ricos más enriquecidos, que por razones ideológicas, clasistas, se meten a políticos para jodernos la paz y la ciudadanía con sus politiquerías.
Nada, quizá poco hemos hecho para seguir fortaleciendo el proceso político de humanidad que arranco con Miranda, Bolívar, Zamora, Boves, y se despertó en el siglo XX entre muchos, con Salvador de la Plaza, Chío Zubillaga, Fabricio Ojeda, Jorge Rodríguez, Ali Primera, por su puesto con el Grande, nuestro Comandante Hugo Chávez. Los espacios que aun nos pertenecen y deben ser nuestro por siempre, más allá de los cambios ontológicos, dialecticos, estamos obligados a transformarlos para bien del colectivo despierto, del pueblo necesitado. Cada Ministerio debe ser una puerta abierta a las atenciones de las necesidades. Hasta cuándo cerrarlas? Sensibilizar con buen sentido de unidad y solidaridad a los Consejos Comunales, para la buena gestación de las Comunas. Rendir cuenta constantemente para ganarnos el prestigio de revolucionario y no de corruptos o reformistas (Chávez lo hacía a diario, y los domingo en Aló Presidente), Todo esto pasa, sin duda alguna por un estado de educación y formación de las masas. Recuerdan el Plan Bolívar 2000? Las Misiones educativas, productivas? Y más allá, los proyectos de Escuelas de Formación político Ideológica? Recuerdan la gran avanzada editorial que vivimos en el país, con las millones de publicaciones? Los “un libro cada día”? las inauguraciones de Liberarías del Sur en todo el país y repotenciando constantemente cada una de ellas, esto y muchas cosas más son apenas el inicio de nuestra gran y definitiva tarea a cumplir, para mantener el sueño de una Revolución viva, donde rompamos el cerco de la mezquindad y rencorismo, mandar al basurero de la historia a la derecha malsana. De lo contrario, nos jodemos todas y todos las venezolanos