Estimado lector, si Usted es escuálido, opositor, neutro, indiferente, ni-ni, revolucionario crítico, progresista, autárquico, antisistema, anticapitalista, socialista libertario, anarquista cristiano, comunista, etc, etc, pero no es Chavista, no siga leyendo porque nada de esto le interesa:
A todos los Chavistas, hombres y mujeres, que se la jugaron el 6D, en unas elecciones en extremo difíciles, les doy mi reconocimiento. Porque a pesar de saber que nuestro Comandante Chávez estará atrapado, por siempre, en el Cuartel de La Montaña, sin posibilidad alguna de oír nuevamente sus consejos, sus arengas y pensamientos, marchamos a combatir al enemigo. Nuevamente, mis sentidos respetos.
Porque, si bien sabíamos que Nicolás no es Chávez, ni posee su agudeza y espíritu de grandeza, lo aceptamos como nuestro líder, entendiendo que todos nosotros los Chavistas estamos llamados a llevar sobre nuestros hombros este país, sin complejos de ningún tipo, con humildad, pero con el orgullo de ser los hijos e hijas de ese hombre que se llamó Hugo Chávez, natural de Sabaneta, soldado, veguero, conspirador empedernido. A todos Ustedes, mil gracias, por soportar las burlas, el desprecio, las angustias, incluso el dolor, de defender este gobierno, nuestro gobierno, que por muchas y múltiples razones deberá rectificar, reencontrarse con su gente, con sus históricos anhelos de independencia y libertad, pero que está infinitamente más cerca de las esperanzas del pueblo, que aquellos que hoy, cabalgando sobre el enorme poder del imperialismo y seguramente sobre nuestros propios errores, disfrutan, circunstancialmente, de una victoria electoral. Una vez más, gracias por creer en la victoria, por su entereza, por no soltar las armas y huir.
Gracias a mis camaradas que no cayeron en la trampa y el chantaje intelectual de los autodenominados "críticos", que mayormente no son otra cosa que aduladores de la palabra vacua, que no movieron un dedo para apuntalar una Ubch, que no asistieron ni organizaron ninguna marcha o se animaron a defender con valor los innegables logros del gobierno bolivariano, que jamás se les vio escribir un artículo crítico para sí mismos, sino siempre pontificando acerca de las "desviaciones" del chavismo pero cuya única solución era, extrañamente, más capitalismo, más rentismo, rindiendo las banderas más caras del Chavismo a nuestros enemigos de clase. A todas y todos que, de buena fe, en un enorme esfuerzo mancomunado, por amor de esta Patria llamada Venezuela, encarnado en el Comandante Chávez, gracias !mil gracias!, porque sin esos denodados esfuerzos no habríamos logrado !ni remotamente! 5,6 millones de votos, un poco más del 42% del caudal electoral, en las circunstancias más brutales, atroces y adversas que nos haya tocado vivir en los últimos años.
Reestudiar nuevamente las circunstancias políticas actuales, objetivas y subjetivas, si. Revisarnos y apartar gente que han sido y son un lastre, también. Pero siempre desde la lealtad, desde el lado Chavista, reconociéndonos como sujetos de un nuevo y poderoso movimiento sociopolítico que trasciende al propio partido, y que está llamado, aún cuando no de forma mesiánica, única o exclusiva, a estar en los primeros lugares del combate por una mejor Venezuela.
Y, finalmente, aceptar la responsabilidad de esta derrota. Esto es, ciertamente, una dolorosa introspección interna de cada uno, muy personal, pero nunca !jamás! esa manida y fingida "autocrítica", insisto, que solo consigue autodestrucción, bajar la cerviz, claudicar ante las circunstancias, buscar salidas que más adelante llevarán a una mayor esclavitud de nuestros propios hijos y nietos. Ser claros, pero no obcecados. Ser firmes, pero humildes. Ser, en definitiva, como siempre dijo Chávez: Irreverentes en la discusión, pero leales (!leales coño!) en la acción.