Nueva Asamblea Nacional: Neoliberalismo vs Estado-nación

La disolución de las formas sociales, la separación del “poder” respecto de la “política” –con la excusa de una proclamación o rescate de la “autonomía de poderes” son los escenarios que se avecinan en las acciones de la mayoría de la derecha en la Asamblea Nacional. La imposición totalitaria de ciertos “principios de eficacia” con argumentos falaces escudados erróneamente en “principios sistémicos”, la crítica a los programas sociales impulsados por la revolución bolivariana, son unos de los tanto argumentos de la configuración de ese “espacio global” “indiferenciado” –solo en apariencia-, que lacónicamente se autodenomina denomina “libertad”; y “democracia “ pero donde todo rasgo humanitario, humanístico y hasta filantrópico, recibe la etiqueta de “populismo”.

Finalizó el primer capítulo de esta puesta en escena. Ante las situaciones de “desacato” en lo jurídico; nuevos hábitos de comportamientos ajenos a los logros de una democracia participativa y protagónica, no han dejado de presentarse, con violaciones de las normas de interlocución y por supuesto del reglamento interno y de debates. Son unas de las tantas máscaras de esa truculencia del neoliberalismo, que tiene un escenario nuevo, además de la “guerra económica” para acabar con el Estado-nación, disolver la dupla Poder-Política debilitando progresivamente el control político, y obligar al Estado a externalizar, trasferir, privatizar para dejar que actúen las fuerzas del mercado.

“Decisiones”; “propósito general”; “interés general” son premisas y cometidos cuya configuración ha acompañado a la humanidad occidental desde el crisol de la era moderna y que ha adquirido en cada época histórica especial cristalización en las respectivas “Declaraciones” y Constituciones.

Esa frase “no soy liberal ni neoliberal…” expresada en la retórica del Presidente de la Asamblea Nacional, tendría que “contrastarse” con las numerosas actuaciones, de su bancada, en el apoyo no precisamente de una economía productiva, que responda a la actividad comercial y no al lucro. Este es el desafío como enfrentar a la derecha: la especulación como forma más vil de des-valoración del trabajo y su valor; la conversión de la sociedad en una red de intereses individuales o el hastío de las fuerzas de la derecha ante la planificación a largo plazo, como esas las palabras de Allup, al referirse al Plan de la Patria (2013-2019).

 



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Joaquin Lopez Mujica

Filósofo, escritor y diplomático

 j.lopezmujica@laposte.net

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