Comenzaremos con unas reflexiones pertinentes, para la época que vivimos en Venezuela y para intentar explicar la causa de la situación difícil que hoy enfrenta el pueblo venezolano, por la infección que se nos colocó en el propio poder público del estado venezolano, cuando el 6D de 2015 permitimos, que la derecha conquistara la mayoría calificada en la Asamblea Nacional. Comparamos la presencia de la derecha en la AN con infección, porque es precisamente lo que tiene esa derecha fascista como principalísimo objetivo: hacer implotar a la revolución bolivariana.
Es muy triste, que ante los beneficios que la revolución ha logrado, en un accionar proactivo para la conquista del buen vivir del pueblo, ese maravilloso logro, haya sido ignorado por la población. Porque mientras la derecha endógena agredía con la guerra económica; especulando, acaparando, contrabandeando, bachaquando y desestabilizando el bolívar con la manipulación terrorista del dólar, en complicidad con comerciantes y políticos de la república de Colombia. Así como el contrabando de nuestros productos derivados del petróleo. A ello agregamos, el saboteo de actividades tan críticas como la energía eléctrica, las comunicaciones, la educación superior en las universidades autónomas, así como una absurda corrupción en las empresas del estado, con la complicidad activa de la derecha y funcionarios traidores.
Si fuera poco, una campaña dirigida a bajar los precios del petróleo, afectó nuestra fuente de divisas. Es cierto, que en la situación comercial impuesta por el imperio, el dólar es la única moneda que usamos para realizar nuestras transacciones comerciales internacionales, agravado este hecho por la improductividad de nuestro aparato económico. También, sufrimos un bloqueo financiero, para bloquearnos el acceso a mercados financieros. Agravada esta circunstancia con la renovación del Decreto de Obama.
Además nuestro pueblo, sufrió la muerte en cumplimiento del deber, en situaciones desgraciadas, el vil asesinato a manos de la derecha o con su complicidad, de los más ilustres, y amados luchadores, sociales. No obstante ese inconmensurable esfuerzo, un sector de nuestra población le dio la espalda al único Gobierno que después de 1830, le ha brindado la mayor suma de felicidad.