Los cubanos están que no caben en el margen de su imaginación con un
compaginar al fin de las buenas relaciones con su vecino del Norte que
a decir, de un buen entendedor, la paz se avecina made in EEUU con un
juego de béisbol incluido, para caerse a palos limpios en el terreno
de la hermandad deportiva con un Obama explayado de buenas
inquietudes, perdido entre los presentes cubanos con una cuba libre en
su mano con mucho limón que le calme el atosigamiento político que
deja la resequedad del maltrato de años en La Habana.
Posiblemente la terquedad de años de ausencia de comunicación con
invasión en pasado y embargada con bloqueo económico, a lo mejor
llegue a su fin, aunque se aduce todavía que cuba no es libre ni
democrática por tantos presos políticos en sus cárceles como si fuera
Venezuela, lo que al Departamento de Estado, le preocupa como le
preocupa Guantánamo y Obama consciente expresó en cubano, Guantánamo
feo.
Quién lo iba a creer que Cuba entrara por la puerta grande de los EEUU
en pleno SXXI si todavía los cubanos se escapan como sea de allá y por
donde sea hacia ese país que los embarga de placer con el sueño
americano de tener muchos dólares que los ayude a conseguir las
cajitas cercanas al éxito de la felicidad que entre ellas cabe todo y,
Raúl con su inglés método Chávez, tiene loco a Obama que le pide más
bien señas como buenos jugadores de béisbol, pero Raúl se la puso
bombita y Obama caminó las tres base, para llegar al plato de la
amistad sin coger mucho sol y en agradecimiento mal hablado, pudo al
fin decir, gustarme mucho, la Cuba libre y, Raúl con un pie en la goma
lo esperó con un abrazo de hermanos a la gringa, ya que Cuba en lo
adelante pudiera ser un nuevo estado yanqui sin go home.
Y, así como lo de Cuba respecto a los EEUU llega a su fin en una unión
de atenciones de permanencia in situ que entierran un pasado
inmediato, un poco inhumano y nada fácil, para la Cuba comunista,
nuestro país sigue en lista de espera, aunque hay mucha gente de
oposición que quieren a los yanquis dentro a cómo sea, pero que vengan
a sacar a Maduro que, ya se pasa de incoherente al no querer irse por
las buenas del poder que a decir de Óscar Shemel: “el 58% de los
venezolanos piensan que para resolver crisis del país Maduro debe
salir” y, Maduro que es un revolucionario inteligente y competente
distraído, piensa lo contrario que, a lo mejor Obama viene al país y
se acaba la crisis de la guerra económica y, el país se pone al lado
de Cuba, hermanada a los gringos.
Pero si a comparación vamos entre Raúl y Maduro hay un mundo que los
separa si al destapar posibilidades de políticas interna entramos con
un Raúl más veterano con todas las mañas de Fidel con él que, Maduro
con las de Chávez que parece que sólo en el lenguaje lo asimiló en su
memoria y las habilidades del comandante se le esfumaron y se quedó
con la retórica revolucionaria que no soluciona en nada los problemas
del país con una oposición que llegó a la AN a trancar el juego
político más de lo que estaba con un Ramos Allup que vive en la luna
buscándole las tres patas al gato y no se las consigue todavía y, si
por él fuera Obama no estaría en Cuba, poniendo la torta cuando acá
hay mucho por hacer que tenemos más tolerancia a la marramucia o
marramuncia que la de los cubanos.
Pero, ahora si vale la pena repetir, lo que dice Alí Primera en su
canción, “...Cuba se hizo su mundo, construyó revolución, se convirtió
en paraíso, un paraíso mejor, paraíso pa' el cubano señores...” y, lo
cierto es que él mismo Obama lo fue a comprobar y en Cuba anda sin
querer ver a Fidel.
Entonces, lo que es igual no es trampa y Maduro no quiere aprender
lecciones de ayúdate a gobernar mejor y no peor y, más ahora en Semana
Santa y, bien sabe que el pueblo atascado, pasando trabajo y él como
atrincherado de inseguridad de juicio piensa en Cuba como si fuera
Obama quien a decir verdad, pensará que Venezuela no es Cuba, ni de
vaina.