Los pobres que apoyan a la oposición son chavistas en potencia

“es una tarea urgente de la revolución arrebatarle a la oligarquía el apoyo popular”
 
No hemos dado todavía un verdadero debate crítico que nos ayude a comprender como es posible que una revolución que lleva diecisiete años, tiene a más de la mitad de la población buena, trabajadora,  humilde y de extracción popular en su contra; y lo que es peor aún, apoyando a sus enemigos históricos y naturales. Nosotros dentro del gobierno y desde el PSUV, no hemos podido diseñar una política adecuada y acertada, que nos permita sumar las voluntades de esos compañeros que viven en el barrio y que son nuestros hermanos de clase, pero creen conscientemente y apoyan a la oposición electoralmente. Los esfuerzos para ayudarles a identificar quiénes son sus verdaderos enemigos y quiénes son sus aliados, han fracasado. Este fracaso es la mezcla de una muy, muy, muy mala política comunicacional continuada, una comunicación política deficiente y panfletaria, una táctica equivocada, sectaria, aislacionista y excluyente desde nuestro partido hacia estos grupos de compañeros, y poco aprovechamiento o desconocimiento de la sociología, psicología, antropología, y sin pretender ser exagerado la primatología y la neurociencia.
 
Hemos descuidado el estudio de lo evidente; por tener nuestra mirada siempre en el infinito, analizando la inmortalidad del cangrejo; nos ha costado un mundo identificar y actuar sobre lo que se presenta ante nuestras narices. No hemos podido asumir la comunicación como un hecho social, sino desde el punto de vista instrumental y funcionalista. El efecto anhelado del tal “desmontaje informativo”, es una quimera, es virtual; y esto se debe a que los medios por donde se pretende “desmontar” son solo medios unidireccionales, no hacen retroalimentación con los sujetos de “desmontaje”, de hecho, dependiendo de las ideas ya instaladas en la mente del sujeto, acepta, duda o rechaza el desmontaje. Lo más absurdo de este despropósito es que el desmontaje va dirigido siempre hacia el sujeto convencido de la revolución y por lo tanto lo acepta. Me atrevo a decir que más efecto político tendría una conversación de una hora entre vecinos de oposición y  chavistas compartiendo una actividad común, que un año de programación de VTV, exceptuando Dossier.
 
La estrategia, aunque parezca contradictoria, es incluir con mucha TÁCTICA, TACTO, CUIDADO Y PRUDENCIA, a los compañeros de oposición y que sean buenos vecinos del barrio, en algunas actividades, tareas menores, reuniones o asambleas políticas que se realicen, para que opinen y discutan con nosotros desde nuestras realidades. Esos compañeros podrán vivir en carne propia, como hacemos las cosas los chavistas, nuestra solidaridad, convicciones, que es lo que queremos, que somos, y poco a poco podrán ir descubriendo que somos muy parecidos, que queremos lo mejor para nuestro pueblo. La mayoría de los compañeros opositores del barrio solo han visto y han estado en contacto con lo peor del chavismo que es la corrupción, el clientelismo, el sectarismo y la exclusión. Solo con nuestros mejores ejemplos y la inclusión, esos compañeros podrán asumir de que lado deben estar. Al final de seguro comprenderán que cuando los líderes de oposición nos critican o nos insultan como tierruos, desdentados, mujeres sucias y desarregladas, colectivos de malandros, parásitos,  también los están atacando o insultando a ellos. La estrategia principal es lograr que, aunque no voten por nosotros, al  menos no voten por ellos, ni los apoyen.
 
LOS CLAP QUIZÁS SON LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD PARA GANARNOS LAS VOLUNTADES DE NUESTROS VECINOS OPOSITORES DEL BARRIO. No sería tan descabellado proponer que dentro del cuarteto se pudiera crear un espacio para incluir un quinto miembro que venga desde la oposición. Este vecino opositor podemos identificarlo como honesto y trabajador. Inclusive podríamos crear equipos mixtos o dúos conformados por un chavista y uno de oposición, para los censos de los CLAP. También se podría establecer un equipo de contraloría social integrado por chavistas y opositores. Otro ejemplo es incluir dentro del órgano de contraloría social de los consejos comunales y las comunas, a los vecinos que militan en la oposición, pero que son reconocidos dentro de la comunidad como honrados. Debemos entender que, es posible identificar dentro del barrio, vecinos de oposición honestos, trabajadores y buena gente, con ellos podemos trabajar. Incluir compañeros de oposición dentro de la organización del CLAP, tendría un doble impacto político favorable a la revolución, dentro del sector popular de oposición y sobre los indecisos; en primer lugar “desmotaría”, ahora sí, de forma efectiva, real, objetiva y concreta, la matriz de información que califica a los CLAP como excluyentes del resto del pueblo no chavista; en segundo lugar, cuando los líderes de la oposición descalifiquen, critiquen o insulten a los CLAP, también lo estarían haciendo sobre una parte de sus votantes, lo que les ocasionaría una contradicción entre su militancia.
 
  
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Si avanzo seguime, si me detengo empujame, si retrocedo matame

olgafynestorm@yahoo.com


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