Los errores y equivocaciones humanas son más frecuentes de lo que suponemos. El mayor erro está en no corregir el equívoco y peor aún, en jurar que ese error es un acierto. Marx creyó inicialmente que el papel histórico del colonialismo inglés en la India era “revolucionario” pues transformaría las estructuras políticas, económicas y sociales de su población, y llevaría “el progreso” a aquella nación. Pronto descubrió su error y modificó su opinión. Engels, sin cambiar de parecer, aplaudió la invasión y la terrofagia gringa en México, la conquista francesa de Argelia y la presencia dominante de Rusia en Asia Central (la historia como evolución de Hegel, llevaría “el desarrollo” y “el progreso” para poder pasar luego al socialismo.
La misma evolución con que los social demócratas engañan a los presuntos “socialistas”). Después de muerto Marx, Engels se aproximó al reformismo social demócrata contradiciendo algunas opiniones de Marx. Para muestra un botón, en carta de F Engels a su amigo N. Danielson el 17 de octubre de 1893, le dice: “Por otra parte, el capitalismo abre horizontes nuevos y brinda nuevas esperanzas. ¡Ved lo que ha hecho y hace en Occidente¡ Una gran nación como la vuestra sobrevive a todas las crisis” (Umberto Melotti. Marx y el Tercer Mundo). Muchos entusiasmados por el manualismo soviético, y con el impulso de otro pensador como lo fue Lenin, aprendimos marxismo mecánicamente hasta hacer de Marx un pensador inequívoco, y del marxismo casi una religión. Hasta nos inventaron una “Materialismo dialéctico”, y un necesario tránsito por el capitalismo (industrialización privada) para poder llegar al socialismo.
La prematura muerte de Lenin (1924), le impidió conocer la mayor parte del legado escrito de Marx, que aún no se había publicado. Lenin, se entusiasmó fuertemente con Engels, quien a su vez estaba muy impresionado por Hegel, así, Lenin se hizo más hegeliano que marxista, llegando a afirmar, que: “Para entender El Capital de Marx, había que conocer profundamente a Hegel”. El estalinismo nos presentó un marxismo-leninismo, interpretando erróneamente algunos supuestos de Marx, que por cierto la social democracia hábilmente suele usar, presentándose como embrión del socialismo verdadero. Los intentos socialistas, han devenido en dominios burocráticos, que se niegan a los cambios. Poderes piramidales que se repiten y resisten a la democratización popular. El Partido lo controla todo, y al partido lo controla una élite, esto se repite nacionalmente y la revolución involuciona. Burocratismo es pueblo sin poder, o lo que es lo mismo revolución auto liquidada.
Lo más delicado de este asunto, es cuando los errores políticos se hacen desde el gobierno y como políticas de Estado. No hay un pos neoliberalismo, pero el “necesario” tránsito por el capitalismo para llegar al socialismo, ha sido usado particularmente por los reformistas, para introducir gazapos teóricos y transformarlos en prácticas de gobierno. Esto del “tránsito” o “transición” del capitalismo al socialismo, no está suficientemente debatido en el campo revolucionario, lo que favorece el abultamiento de las confusiones teóricas y prácticas. Citemos algunos ejemplos: es inconsistente seguir defendiendo la historia horizontal, evolutiva, etapista, en donde se requiere el agotamiento total de un sistema para el paso al siguiente, conocido como “Los modos de producción” que los soviéticos transformaron en historia universal. De ser esto cierto lo de la inevitable “evolución” histórica, hoy Inglaterra, Alemania, Francia y Estados Unidos entre otros países industrialmente desarrollados, serían socialistas. Si la explotación brutal a la que es sometida la clase trabajadora, es elevada a niveles de la conciencia de clase, organizada e impulsada, se convierte en un poderoso motor revolucionario. He aquí el papel movilizador de la conciencia de clase.
Marx tempranamente aclaró que había que “conocer la realidad concreta para poder transformarla”, y por lo tanto cada sociedad tiene particularidades propias, o por mejor decirlo, la historia no es lineal. Otro ejemplo, el fulano “desarrollo de las fuerzas productivas” sin el desarrollo de la conciencia social, y para remate, buscando como aliado táctico a la burguesía, para que ésta haga “la revolución industrial”, en una insólita miopía de creer que la burguesía nos ayudará a construir el socialismo, pasándonos primero por una inevitable “revolución democrático burguesa”. Estos reformistas aman la vía electoral, la misma que enfrenta, fractura y confronta a la población. En este caminar con torpezas teóricas, se llega a decir que en este “transito” al socialismo, “cavemos todos”, lo que niega las luchas de clases y el carácter radical de la revolución. ¿Para qué entonces el Partido Revolucionario, o las luchas revolucionarias, si el determinismo histórico nos conducirá inevitablemente al socialismo? Es “La idea” “divinizada” de Hegel convertida en historia, la que hará los cambios evolutivos, así el capitalismo morirá de vejez. DESPERTAD EXPLOTADOS DEL MUNDO… ¿Para qué entonces el socialismo, si en el capitalismo “cavemos todos”?. En fin, los reformistas son verdaderos sofistas que cual magos de circo, sacan un conejo de un sombrero.
Teoría equivocada, derrota segura. Es cierto que el imperialismo seguirá atacando por todos los flancos al gobierno, pero éste pegado de las cuerdas, no hace sino “pedir cacao”. Dedicado a mirarse el ombligo, no ve sus errores y sólo se ocupa de cuestionar a la oposición, que lógicamente está haciendo lo que le convienen a sus intereses. En el capitalismo no puede haber paz social como no puede haber justicia social. El capitalismo está obligado a explotar a la clase trabajadora y destruir a la naturaleza, de lo contrario desaparece. El capitalismo no hace revoluciones las impide. Hoy el capitalismo está viviendo su peor crisis estructural. ¿De cuál paz y de cuál diálogo nos habla el gobierno?
Nuestra parásita, apátrida y genuflexa burguesía se muere de la risa cuando le hablan de paz y diálogo. Cuando dialoga con el gobierno es para pedirle que le den dólares a montón y presionan fuertemente para que se eliminen o dejen sin efectos aspectos cruciales del legado de Chávez, lo que efectivamente se está haciendo. Pérez Abad dirigiendo la orquesta, eliminando subsidios (Mercal y Pedeval) alimentarios, que irán a manos de los capitalistas, “liberando” los precios de productos básicos, y preparando el ocultamiento de la flexibilización laboral. El Sr Del Pino Presidente de PDVSA y Ministro, declarando que casi todas las semanas “se reúne” con “los empresarios”. El Ministro Farías declarando que el dólar seguirá subiendo. Las zonas Especiales y el Arco Minero mermarán nuestra soberanía y entregarán buena parte de nuestras riquezas al capital. Hay que pagar LA DEUDA EXTERNA, cuyo monto es discutible. LOS BUITRES TRASNACIONALES MERODEAN AL BANCO CENTRAL Y A MIRAFLORES. La pérdida de credibilidad del gobierno es preocupante. Todos los productos y servicios suben con o sin autorización del gobierno. En la lógica y el contexto del capitalismo no encontraremos al socialismo, porque allí no está el pueblo. ¿De qué socialismo nos está hablando el gobierno?
Decirle al gobierno que la corrupción y el burocratismo le están haciendo un terrible daño, que su política económica oxigena al capitalismo, o que su alianza con la burguesía es contra revolucionaria (Recordemos los errores de los NEP de Lenin), o que el Poder Popular no debe ser intervenido ni confiscado por instituciones ni personajes del gobierno, es ser prontamente señalado de opositor, enemigo del gobierno o agente de la CIA. Cuando los lisonjeros de turno le mienten, el gobierno jura que se la está comiendo. Los errores van más lejos, el Presidente anuncia una medida gubernamental y en pocos días hace todo lo contrario.
Verdaderamente uno no sabe si los problemas del gobierno son, por falta de planificación lo que lo pone a improvisar, por querellas internas, por grupos de poder que forcejean dentro, por ignorancia o algo peor; porque han decidido dejar “El Plan de La Patria” y el socialismo, para nuestros bisnietos. Mientras, la oposición bien asesorada por el imperio y sus adláteres, atina su puntería contra El Presidente Maduro, triangulando para sacar a Chávez de la cabeza del pueblo y minar su resistencia hasta despolitizarlo y arrancarles toda esperanza. Es parte clave del juego político macabro de la oposición; desterrar el chavismo del imaginario popular. Tendrán menos resistencia si llegan al poder.
Lucharemos por que esta históricamente ladrona burguesía y estos políticos chulos del erario público, no lleguen al gobierno. Claro, la solidaridad no puede ser ni complicidad ni incondicionalidad. ¿Qué harían todos estos roedores si llegan al gobierno y aplican medidas neoliberales, y el pueblo por fin se arrecha y sale a la calle? ¿Los detendrían sólo con plomo? Situación interesante, si el pueblo acorralado por su verdadero enemigo, retoma los legados de Chávez con todos y sus errores, y radicaliza su práctica política, tal vez otro gallo cantaría. Entendámoslo, UNA REVOLUCIÓN SOCIALISTA RESPETANDO EL ORDEN BURGUÉS, ESTÁ CONDENADA AL FRACAZO. Los Caballos de Troya que tenemos metidos en Miraflores, piensan como viven. “La culpa no la tiene el ciego sino el que le da la vara”. (Nos encontraremos el próximo sábado)